DENUNCIA PENAL
Señor Agente Fiscal en Turno:
GLADIS BEATRIZ PEREZ, DNI 18.502.484, argentina,
constituyendo el legal en peatonal Rivadavia N'328 (Dra Mónica Frade) de la
ciudad de Quilmes, se presenta y dice:
I)-Que por la presente vengo a formalizar denuncia sobre los
hechos que, a continuación paso de detallar, por haber sido testigo de los
mismos; entendiendo que, caen bajo el tipo penal previsto en el art. 106 última
parte.
Esto sin perjuicio de la investigación de los hechos que precedieron
necesariamente, a los que presencié y que denuncio, de los que resultara el
homicidio de una persona cuyos datos desconozco.-
II)-HECHOS: He mantenido por espacio de quince años,
concubinato con el señor Sebastián Giancristóforo (dirigente y militante
conocido zonalmente como Cacho rey). El nombrado falleció el día 9 de Noviembre
del año 2005. Fruto de esa relación, nacieron mis dos hijas de 11 y 7 años.
El día 31 de Diciembre del año 2003, alrededor de las 23.00
hs, en ocasión de estar con mi compañero y mis hijas pequeñas, en nuestro
domicilio de la calle Sarmiento N' 1490 e/ calles Echeverría y Mármol, del
Partido de Quilmes; se hacen presente, uno de los hijos del primer matrimonio de
mi compañero, ALEJANDRO GIANCRISTOFORO; un amigo y compañero militante de éste,
de nombre DAMIAN RUBIO y el sr SERGIO OMAR VILLORDO. Los tres eran amigos y, los
dos primeros trabajaban para éste último, en tareas varias (chofer, cadeteria,
gestiones personales).
El sr Damian Rubio, a la fecha de esta denuncia, sigue
desempeñándose como "chofer" de Sergio Omar Villordo.
Alrededor de las 23.00 hs de ese día, los nombrados ingresan
a nuestro domicilio (y domicilio de Alejandro) en estado –todos- de completa
exaltación y fuera de si.- Alejandro exhibía, en sus ropas, numerosas manchas de
sangre.
Le dicen a "Cacho" (mi concubino) que "habían matado un
tipo" (sic), que "lo habían atropellado" (sic). Cacho, suponiendo que estaba
frente a un accidente de tránsito fatal, les pregunta si habían avisado a la
policía. En respuesta le responden que: "tenían al muerto en el baúl del
automóvil" (sic).
Las escenas que sucedieron a esto, fueron terribles.-
Mientras mi compañero les gritaba y recriminaba por esto; los nombrados se
entrecruzaban frases. Alejandro insistía en tranquilizar a Sergio Villordo,
visiblemente alterado, diciéndole que "él se haría cargo de todo", "que
afirmaría ser, quien conducía el vehículo", etc. Los comentarios eran cruzados y
el clima extremadamente confuso y tenso.
Hicieron varios llamados telefónicos, recordando uno de
ellos; el que hiciera Alejandro, a instancias del Sr Villordo, a la DDI de
Quilmes, comunicándose con un tal "FREDES".-
Repentinamente, luego de algunos de esos llamados, frente a
Villordo y Rubio; Alejandro me ordena "vaciar el freezer" de tipo comercial
(marca gafa 300 full) que teníamos en nuestro domicilio. Lo hace insultándome y
recomendándome apuro. Alguien, no pudiendo precisar quien, viene a buscar a
Villordo, quien se retira inmediatamente.
Al cabo de unos minutos se hace presente en nuestro domicilio
una camioneta identificada como de la Comisaría Primera de Quilmes, con dos
uniformados y minutos después lo hizo Fredes, con ropa de civil. Permaneció unos
pocos minutos, mantuvo un breve diálogo que no pude escuchar y se retiró.
Los nombrados condujeron el freezer al garage de mi vivienda,
situándolo junto al vehículo. Se trataba de un automóvil color gris que, aunque
no puedo asegurar, podría tratarse de un Renault 19. En, al menos una
oportunidad, Alejandro había traído ese mismo vehículo a nuestro domicilio.
Ya por la ventana, a cierta distancia, pude observar que
abrían la tapa del baúl y en su interior se encontraba una persona,
aparentemente muerta, de contextura media, morocho, de edad mediana. Era
muchísima la sangre que se veía y, había diarios que lo cubrían parcialmente.
Entre Alejandro y Damian Rubio lo sacan del baúl y lo cargan
en el interior del freezer.
Suben el freezer a la parte posterior de la camioneta
policial, impartiendo indicación de "llevarlo hacia San Francisco Solano",
Partido de Quilmes.
Los nombrados, se encargaron de lavar rápidamente el
automóvil y se retiraron.
Desde entonces, nuestra vida fue un martirio. Cacho y yo,
fuimos amenazados por su propio hijo, quien decía transmitir recomendaciones del
sr Villordo, para que nos olvidemos de lo que habíamos visto esa noche.
Mi compañero, absolutamente aterrorizado de lo que pudiera
ocurrirnos a nosotros o a nuestras pequeñas, me prohibió hablar del tema. Fue
tema vedado, aún entre nosotros.
Nuestra vida, luego de esta terrible situación, no volvió a
ser la misma. Mi compañero cargaba con el silencio y recibía amenazas de su
propio hijo.
A mediados del año 2004 mi compañero, luego de meses de
aparente tristeza, comienza con los primeros síntomas clínicos de lo que luego
se le diagnostica: tumor en páncreas.
Pude luego enterarme que, en esos meses hasta su
fallecimiento el día 9 de Noviembre del año 2005, habló de esta trágica
situación que le había tocado presenciar, con al menos tres personas.
En Octubre del año 2005, los hijos de mi compañero (Alejandro
y David), so pretexto de su enfermedad, lo internan en el Sanatorio Bernal, de
Quilmes, sin aviso a su médico de cabecera. El deseo de mi compañero era estar
en nuestro domicilio, por lo que a las 48 hs, obtuve su alta.
Por primera vez, las amenazas de uno de sus hijos –Alejandro-
se tradujeron en una golpiza de la que fui víctima el día 2 de Noviembre de
2005; radicando la pertinente denuncia por ante este Departamento Judicial.
Fallecido mi compañero, permanecí en nuestro domicilio por
espacio de un mes, pero dado el peligro que representaba para mi seguridad y la
de mis pequeñas, la violencia de Alejandro y su hermano, decidí ocultarme en
distintos sitios, durante los meses siguientes.- Realicé exposición civil por
amenazas y presiones varias, el día 11 de Noviembre de 2005, a dos días de
fallecido mi concubino (se adjunta); el día 14 de Noviembre de 2005 por ante
este Departamento Judicial (se adjunta copia) y el día 7 de Diciembre de 2007
por ante la Comisaría Primera de Quilmes (se adjunta copia).
Lo cierto es que, mi silencio de los hechos -hasta entonces-
había sido una imposición del padre de mis hijas, quien no solo había protegido
a su propio hijo, sino que tomaba muy en serio los "mensajes" que Alejandro
decía traer de parte de Sergio Villordo.
A la muerte del padre de mis hijas, mi temor fue completo. Ya
no tenía la protección de mi compañero, quien además ponía ciertos límites a su
hijo. Me encontré sola con mis pequeñas, amenazada por Alejandro, lejos de lo
que había sido mi domicilio (tuve que ocultarme por largo tiempo, en diferentes
lugares).
En el marco de este escenario, estaba "advertida" sobre el
peligro que comportaba, el relato de lo visto.
Todo el año 2006, procuré salir de esta situación personal,
elaborar el duelo de la pérdida de mi compañero y recomponer alguna estabilidad
familiar y económica. Siempre interferida por la angustia de lo que había tenido
que presenciar y silenciar.
Por mis propios medios, y en completa reserva, intenté
procurarme algunos datos más, sobre lo que habría ocurrido esa noche, previo a
que los nombrados hicieran desaparecer el cadáver desde mi propio domicilio.
Acumulé referencias que no pude confirmar, tales como: que el
muerto era de nacionalidad boliviana, que su muerte habría sido consecuencia de
la embestida del automóvil que conducía alguna de las tres personas mencionadas
más arriba; que el muerto trabajaba en el Mercado Frutihortícola de Ezpeleta y
que hacia allí se dirigía en ocasión de su fatal desenlace, que esto habría
acontecido en la intersección de Avenida Florencio Varela y Avenida La Plata del
Partido de Quilmes.- Algunas de estas escuetas referencias me llegaron a ser
transmitidas por mi propio concubino, antes de su fallecimiento.- No obstante,
siempre y hasta su deceso trató de mantenerme ajena a mayores datos.
Hace apenas poco más de un mes, recibí un llamado telefónico,
de una voz masculina que no se identificó, quien me suministró alguna
información que podría resultar de utilidad a la investigación de lo sucedido.
Daba cuenta del sitio donde se habría enterrado el cadáver visto esa noche y
oculto en el freezer. Según ese llamado, el mismo habría sido enterrado en el
fondo de la vivienda ubicada en calle Los Naranjos N'19, a metros de la calle
España, de la Ribera de Quilmes.
Esa vivienda es propiedad del sr Horacio Medina, primo de mi
concubino y fue un inmueble de uso exclusivo nuestro y de los hijos de mi
concubino, hasta su deceso.
La información que recibí es que, el cuerpo estaba oculto
bajo un piso de cemento contiguo al natatorio y que allí se habría enterrado en
el invierno del año 2004.
La información fue precisa, tanto como mi inmediato recuerdo
sobre la existencia -en ese mismo sitio- de una higuera de gran porte que
sugestivamente, por esa misma fecha, fue retirada del lugar, para dar paso al
piso de cemento que actualmente ocupa el espacio.- La vivienda está deshabitada
y es cuidada por un casero, el sr Carlos Sosa que, vive a metros de allí. La
vivienda según referencias de su propietario, aún contiene en su interior, todas
las pertenencias de mi concubino, tal fueron dejadas por nosotros.
Temo por mi integridad física y, la de mis dos hijas menores.
Sin embargo, ya no puedo seguir conviviendo con el silencio de la situación
dramática que me tocó presenciar y que acabo de reseñar; la que sin duda, por
involucrar a personas de responsabilidad pública, me sitúan en una situación de
riesgo extremo.
Peticiono se investigue lo denunciado en la presente.
III)-SE PROVEA URGENTE CUSTODIA: De acuerdo a los hechos que
denuncio, y en resguardo de mi integridad física y sobre todo, la de mis dos
hijas menores; solicito se provea con carácter de urgente, de una custodia
provista por fuerzas de seguridad, ajenas a toda relación pasada y/o actual, con
las personas mencionadas en la presente denuncia.
IV)-SE PROVEA ALLANAMIENTO: De acuerdo a lo relatado y a la
indicación del posible lugar donde podría encontrarse enterrada la persona
muerta, solicito se provea con carácter de urgente, el allanamiento de la
vivienda mencionada (art 220 CPP).
V)-PETITORIO:
Se tenga por incoada la presente denuncia.
Se provea la presente investigación.
Se tenga por acompañadas las copias de denuncias mencionadas.
Se provea la urgente custodia de la suscripta y sus hijas.
Proveerlo
de Conformidad,
ES JUSTO