Nota de Pablo Tallón del 04/05/21 titulada «La Corte falló a favor de las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires»

Con respecto a esta nota informativa, a su alrededor se tejió una curiosa controversia de índole semántico. ¿A favor de quién (o de qué) había fallado la Corte? Por extensión, muchos lectores propusieron lecturas ancladas en la supuesta intencionalidad del redactor a partir de un sesgo ideológico o partidario.

El título indica el fallo a favor de “las clases presenciales”, tema central de la discusión. El lead amplía que esto fue a favor del “reclamo de la Ciudad de Buenos Aires” y el primer párrafo particulariza que la Corte le dio la razón al planteo del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Si bien puede escribirse bastante sobre el uso que se le ha dado a la educación como bandera política a lo largo de la cuarentena, la nota de Tallón —netamente informativa— se limita a señalar con gran imparcialidad el carácter legislativo del fallo (que para más referencias está incrustado al final de la nota para su consulta). Así, según informa la nota, la Corte habría subrayado que “las medidas que se adopten deben respetar el Estado de Derecho y los derechos fundamentales, en consonancia con lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la Declaración titulada COVID-19 y Derechos Humanos”. Además de los múltiples párrafos donde se explica cómo el tribunal consideró las variables de la circulación de personas y otros factores de incidencia sanitaria.

¿A favor de Larreta? ¿De la educación? ¿En contra de Alberto? Dejamos para otros artículos el análisis de las dimensiones políticas sobre el fallo, motivadas o no por aspectos ideológicos. Un usuario llamado Exigente reflexiona sobre cómo “el fallo no es a favor de nadie, sino que solo refleja lo que la Constitución dice y nada más”. Con base en la lectura del artículo de Tallón, lo que queda claro es que el fallo se dio sobre un planteo o decisión política —que no tiene por qué gustarnos— amparado por el carácter autónomo de la Ciudad de Buenos Aires. Este artículo es un muy interesante ejemplo de cómo, muchas veces, podemos extraer lecturas de un texto que son ajenas a su redactor.

Nota de Lorena Maciel del 04/05/21 titulada «Clases presenciales: un fallo con tres reyes y ninguna reina»

En contraste con la anterior nota, de carácter informativo, Maciel propone un artículo de interpretación —que de todas formas tampoco satisfizo a muchos lectores, a pesar de su esmerada redacción— donde, efectivamente, remarca el carácter humano de los mecanismos legislativos. La redactora utiliza metáforas del ajedrez para ilustrar cómo el fallo de la Corte y sus consecuencias pueden ser impredecibles, aunque los espectadores consideren que el resultado esté revelado de antemano.

Periodistas que se anticipan a los sucesos, jueces involucrados en política, tres argumentos diferentes para llegar a un mismo lugar y otros condimentos que exponen cómo el Poder Judicial está atravesado por muchas y muy complejas variables al margen de la propia jurisprudencia.

Nota de Diego Goldberg del 07/05/21 titulada «Piden que se investigue el vínculo entre el Grupo Macri y un banco acusado de lavado»

Esta breve nota informativa, publicada a la par de otros artículos que reflexionaban sobre las consecuencias del fallo de la Corte sobre las clases en CABA, indica cómo la fiscal Gabriela Boquin requirió una investigación del vínculo entre Meinl Bank, un banco austríaco acusado de lavado de dinero, y Correo Argentino S. A., del grupo Macri.

En este caso, es simplemente destacable la elección temática del artículo. En una coyuntura donde buena parte del periodismo —opositor u oficialista— seguía capitalizando el fallo de la Corte en artículos de ataque o de defensa contra el gobierno, Tribuna de Periodistas reafirma que su misión es informar a los lectores.

A lo largo de la semana hubo varias notas que ejemplificaron la sana dinámica del periódico que informa y que también interpreta, indistintamente de los protagonistas de la noticia.


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