La última investigación de “Periodismo para Todos: Box” (PPT) tuvo como centro la negociación para la licitación del control a la Hidrovía. Esta ruta navegable que conecta al país con el océano se extiende por más de 1.653 kilómetros para que las embarcaciones de carga puedan salir y entrar al país.
Los ríos Paraná, Paraná de las Palmas y Río de la Plata son los principales canales que conectan con esta vía, lo cual representa casi el 70% del comercio exterior. A su vez, también se extiende más distancia para conectar la nación con Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Por otro lado, representa una de las rutas de mayor volumen de contrabando y narcotráfico.
Según explicó Jorge Lanata, en el oficialismo se desarrolla una disputa por el destino de la concesión. Mientras que el presidente Alberto Fernández quería extender la licitación a firmas internacionales, los sectores más kirchneristas de la gestión buscan apropiarse de la caja que representan el negocio detrás de esta ruta marítima.
La investigación detalla que la Hidrovía necesita de un mantenimiento a causa de la variación del cauce del río. Este servicio representa también una potencial inversión para multiplicar las exportaciones del país. El informe de “PPT” indicó que el principal nombre que se quedaría con esta responsabilidad es el de la firma china Shanghai Dredging Company. Se trata de una compañía ligada con el empresario Gerardo Ferreyra, dueño de Electroingeniería y socio de los chinos en la represa de la provincia de Santa Cruz.
La primera sospecha, según declara la diputada nacional Mariana Zuvic, es la estatización del control para luego “entregarle llave en mano” a la firma oriental. Se trata de un vínculo más con firmas de naciones como China, Rusia, Venezuela y Cuba.
Cristina Kirchner impulsa un proyecto para crear una comisión bicameral que controlará dicha licitación, su funcionamiento y el capital que involucra. La caja implica un negocio de casi 300 millones de dólares, sin contar las operaciones de contrabando.