A diario se utiliza la Clave Bancaria Uniforme (CBU) o el Alias para transferir fondos entre cuentas, pero con la llegada de la pandemia adquirió relevancia otro código menos conocido instrumentado por el Banco Central, que se convirtió en esencial para quienes no están bancarizados, muchos de los cuales perciben subsidios como la AUH o, el año pasado, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Se trata de la Clave Virtual Uniforme (CVU), que permite a los usuarios, estén o no bancarizados, enviar y recibir dinero entre distintas aplicaciones de pago del mundo fintech y los bancos.
Los datos que maneja el BCRA indican que la mayoría de esas cuentas fueron abiertas para canalizar las ayudas oficiales a las personas afectadas por las restricciones (IFE, ampliación de la AUH, etcétera), con el fin de mitigar los efectos de la pandemia, y la necesidad de utilizar servicios financieros durante el distanciamiento social.
El Central instrumentó la creación de la CVU en mayo de 2018, como un equivalente al tradicional CBU, y su utilización está mostrando fuerte crecimiento, indicaron desde la autoridad monetaria.
Con esta implementación, la Argentina saltó a escena como el primer país del mundo con interoperabilidad entre una cuenta bancaria y una no bancaria.
"Las billeteras virtuales pueden desde ese momento entregar un alias a sus clientes para que envíen o reciban efectivo hacia o desde cualquier entidad financiera", destacó Francisco Chaves del Valle, gerente de Relaciones Institucionales de BKR, fintech especializada en inclusión financiera.
En el sector consideran que la evolución del fenómeno de las cuentas no bancarias en el país es imparable.
"A través de esa clave, toda persona asociada a un servicio Proveedores de Servicios de Pagos (PSP) -como billeteras virtuales- puede recibir o realizar pagos a otros usuarios que tengan una cuenta bancaria u otra aplicación", destacó Chaves del Valle.
En su informe de inclusión financiera del segundo semestre de 2020, el Banco Central subraya como "notable" el desempeño de la tenencia de cuentas CVU ofrecidas por los proveedores de servicios de pago (PSP), con cifras que pasaron "del 3% de la población adulta en marzo de 2019 al 24% en diciembre de 2020´".
"El Central le atribuye a la pandemia un papel preponderante en el crecimiento del CVU", explicó Chaves del Valle.
Sostuvo que "el crecimiento del CVU viene claramente de la mano de las billeteras virtuales, que son una solución financiera que permite a los usuarios realizar una variedad de operaciones distintas desde sus dispositivos sin la necesidad de estar bancarizados".
Existen diversos sistemas que ofrecen este servicio en el país y ya hay más de 8 millones de argentinos que lo eligen, según el último sondeo de la Cámara Argentina de Fintech.
La cantidad de personas que en los próximos años van a acceder a distintas formas de crédito, de inversión y de pagos digitales, será sorprendente. Estamos en un momento histórico de las finanzas personales a nivel mundial, enfatizó un reporte del sector.