En 50 años Alan Smithee ha dirigido más de 100 producciones, pero jamás asistió a una premiere, jamás ha dado una entrevista y nunca ha sido visto en público, pero a pesar de contar con una gran cantidad de producciones hechas, (muchas de ellas polémicas) nadie sabía nada sobre este director, quien había sido comenzado a ser nombrado a principio de los años 70’’. Si bien sus filmes son muy distintos, todos tienen algo en común, o son un fracaso o son controversiales. A lo que conlleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué alguien contrataría a un director con tantos fracasos audiovisuales?

Resulta que en el año 1968, el Sindicato de directores de Ámerica propuso crear un nombre falso para que aquellos directores que quedaran inconformes con el resultado de su proyecto, pudieran contar con la oportunidad de escoger un nombre alternativo en el cual ocultarse, esto con el fin de que el nombre real del mismo, no quedara pegado a una cinematografía con la cual no había quedado satisfecho. Pero, ¿Cómo se llegó a “Alan Smithee”? La idea era que la gente no supiera que era un nombre inventado, así que se propuso a “Alan Smith”, pero este era demasiado básico, por lo que se terminaron decidiendo por Alan Smithee que también es un anagrama para “The Alias Men”, es decir “el hombre del alias” o “los hombres del alias”.

Este nombre aparece por primera vez en la película: “Death of a gunfighter”, filmada en 1967 y estrenada en 1969, resulta que en este filme echaron al director con la película ya empezada y el nuevo que contrataron tenía que seguir trabajando en pos de lo que ya se había filmado, al no poder participar e intervenir en la película de la forma que a él le hubiese gustado ya que se encontraba filmada a la mitad, se negó rotundamente a aparecer en los créditos, ni el primer ni el segundo director querían hacerse cargo de la obra, por lo que terminaron poniendo en los créditos que la película había sido dirigida por un tal Alan Smithee.

Con el pasar de los años cada vez más directores recurrían a la utilización del alias, el cual justificaban con diversos motivos, como por ejemplo cuando el contenido era muy polémico y no querían que su nombre quedara ligado. De todas maneras los directores tenían que pedir permiso para usar el pseudónimo, y a veces incluso el pedido era rechazado, pero si este era aprobado, se debían de seguir ciertas reglas, como por ejemplo no hablar mal del filme.

Lo curioso es que los críticos de cine hablaban de Alan Smithee en los diarios como si fuera un director de verdad.

“Es un director que tiene una gran facilidad para seguir las caras con la cámara, al mismo tiempo que es capaz de mostrar el fondo con nitidez”. - The New York Times.

“El director Alan Smithee, nombre con el cual no estoy familiarizado, permite que sus historias se desarrollen de manera natural, nunca predica y nunca se detiene en lo obvio, sus personajes hacen lo que tienen que hacer”. - Chicago Sun Times.

La gente se había creído que Alan Smithee era una persona de carne y hueso a pesar de nunca haber sido visto, el plan iba a la perfección hasta que se estrenó una película sobre Alan Smithee… dirigida por Alan Smithee.

Esta película se trataba de “Burn Hollywood burn” (1997) cuya trama consistía sobre un director de cine cuyo nombre era Alan Smithee, el cual realiza un filme y al finalizarlo, termina quedando disconforme con el resultado pero no puede usar el pseudónimo de Alan Smithee porque él también se llama así.

Lo gracioso, es que en la vida real, el director de esta película, Artur Hiller termina quedando disconforme con el resultado de la película, recurriendo al pseudónimo del que él se burlaba en su propia cinta. De hecho BHB fue nominada a los premios Razzie como: “la peor película de la década”. Luego del estreno de la misma y con el secreto revelado, el director fantasma había muerto. Luego de los 2000’ el recurso de Alan Smithee se usó muy pocas veces debido a la mala reputación que el nombre se había ganado, ya que este terminó siendo sinónimo de fracaso o de problemas en el set, terminando así con la leyenda Hollywoodense.


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