En la Argentina parece haber violencias que valen más que otras, sólo porque existen voces más potentes para decirlo en cadenas nacionales, en redes o en los medios. Y mientras seguimos debatiendo sobre las visitas a Olivos que estaban prohibidas por DNU.
El vacunatorio VIP. La falta de vacunas por una mala gestión. La falta de justicia rápida y ejemplificadora. El Congreso que continua sesionando por zoom, cobrando sus dietas completas mientras miles de comercios cerraron y millones de personas están sin trabajo. La pobreza superó el 50 %, y el silencio de los sindicatos aturde…
Los estudiantes perdieron un año y medio de clases, con la complicidad del ministro de Educación y los sindicatos. Donde 7 de cada 10 chicos son pobres. Alumnos secundarios que no saben leer, interpretar un texto o realizar cálculos matemáticos simples como sumar y restar...
Mientras todo esto sucede en la Argentina, se registraron -hasta ahora- más de 107.000 muertes por Covid 19, y un grupo médicos realizó un documental sobre la inhumana soledad del paciente internado, donde la muerte transcurre con ausencia de afectos, “con hambre de piel”, sin que ningún familiar pueda sostener su mano, le diga las últimas palabras de consuelo o le pueda cerrar sus ojos….