Héctor Carvallo se graduó en medicina en 1981, el mismo año que el SIDA surgió como pandemia mundial. En los dos primeros períodos el virus de inmunodeficiencia humana mató a 2.000.000 de personas, y desde 1981 hasta la fecha se cobró la vida de 35.000.000. Mucho tiempo después una nueva pandemia, la de COVID-19, suspendería el merecido descanso del médico que se hallaba retirado.
“Mi primer bautismo de fuego fue con el SIDA”, inicia Carvallo. “He dedicado mi tiempo como profesional para enseñar, asistir y curar. Concluí la carrera docente en 1996 y ejercí en la Facultad de Medicina de Buenos Aires. Tiempo después me dediqué a la docencia asociada con la medicina interna en dos facultades privadas, hasta que me jubilé hace un par de años”.
La ivermectina es un potente antiviral
Casualmente, Carvallo tenía conocimiento de los efectos antivirales de la ivermectina antes del brote de COVID, ya que había estudios de su utilización contra el dengue que es endémico en Argentina. Entonces cuando surgió el SARS-CoV-2, por iniciativa propia decidieron echar otro vistazo al medicamento para verificar si podía ser útil.
“Nos encontramos con algunos estudios que se estaban realizando en la universidad pública de Monash, Australia, por profesionales como la Dra. Kylie Wagstaff quien se encuentra al frente del Laboratorio de Terapéutica Nuclear y Orientación al Cáncer”, esboza Carvallo. “Supusimos que estos avances serían muy útiles porque la virología demostró su eficacia, y decidimos incluso antes de que publicaran sus primeros hallazgos replicar las investigaciones que hicieron “in vitro”, pero en cambio nosotros lo haríamos “in vivo”, es decir, no en laboratorios y tubos de ensayo sino en seres humanos”.
A principios de abril de 2020 Carvallo y su equipo desarrollaron dos ensayos que fueron enviados a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Uno fue para la pre-exposición (prevención), y el otro para el tratamiento del coronavirus. En ambos casos la ivermectina se utilizó como complemento de otros compuestos ya que no creían que fuera una solución milagrosa en sí misma.
Con fines preventivos utilizaron ivermectina y carragenina. La carragenina es un emulsionante y espesante que tiene una larga historia de uso tanto en alimentos como en medicamentos. Según Carvallo esta droga inocua también tiene efectos antivirales, y es por eso que se prescribió ivermectina combinada con carragenina tópica, que se aplica en fosas nasales, boca y garganta, para proteger las membranas mucosas.
En el ensayo de tratamiento la ivermectina se combinó con aspirina para los casos leves, aspirina y corticosteroides para los casos moderadamente graves, y enoxaparina (un fármaco anticoagulante) para los casos graves.
Estas combinaciones de medicamentos, se seleccionaron en base a lo que se sabía sobre otros virus que causan efectos en la salud de manera similar al SARS-CoV-2, como el rabdovirus en la neurología, el paramixovirus que provoca hiperinflamación en los pulmones, y el dengue que sobreamplifica el sistema inmunológico.
El tratamiento temprano es crucial
Como tantos otros médicos Carvallo sabía desde el principio que el tratamiento temprano sería crucial, por lo tanto decirle a los pacientes que esperen en sus casas hasta que no puedan respirar, “era prácticamente una sentencia de muerte”.
“Desde el primer día que ingresamos a la facultad de medicina, tuvimos siempre claro que cuanto antes se trate una enfermedad, existirán más posibilidades de éxito”, afirma. “Hay que tratar con rapidez y fuerza y este es un razonamiento natural. No es necesario ser un genio para saber esto. Pero desde el inicio de la pandemia de COVID-19 inexplicablemente a muchos médicos se les ha ordenado que no hagan nada.
Mantener a los pacientes aislados, solos en sus hogares suministrándoles unas pocas píldoras de Paracetamol, -que sabemos no sirve para nada-, hasta que no puedan respirar adecuadamente y requieran internación en un hospital, es lisa y llanamente en cualquier país abandono de paciente. Si caminamos por la calle y vemos la casa de un vecino arder en llamas podemos llamar al 911, también podemos intentar hacer el papel de héroe e ingresar al domicilio para intentar rescatar a los ocupantes, e incluso podemos pedir ayuda a gritos lo cual sería muy válido, pero lo único que no podemos es hacer nada.
Creo en cualquier intento de mantener a un paciente apacible pero no puedo aceptar como médico, -porque va en contra de mi juramento-, quedarme con los brazos cruzados hasta que la persona empeore o muera. Eso es criminal, y hay sólo dos palabras que resumen la situación; Codicia para quien lo sugiere, y Cobardía para quien acepta”.
Actualización situacional de Argentina
Hasta ahora solo 5 de las 24 provincias de Argentina y un Municipio de la provincia de Buenos Aires (San Antonio de Areco), han autorizado la implementación de protocolos con ivermectina para prevenir y tratar de manera temprana la enfermedad. Desde la perspectiva estadounidense seguramente eso es mucho mejor que nada, ya que la ivermectina allí es rechazada por completo en tanto en los hospitales, los médicos que se atreven a recetarla se enfrentan a tribunales de ética, demandas y despidos.
Como era de esperar con algo que realmente funciona, a los cinco estados provinciales les está yendo mejor en términos de tasas de infecciones, hospitalizaciones y muertes. Incluso en una de las regiones los índices de mortalidad se redujeron en un tercio menos (-1/3) en un mes, y atravesando un brote, e incluso cuando no había vacunas disponibles. En cuanto al Municipio de San Antonio de Areco los resultados del programa implementado son un enigma, ya que los intentos de comunicación con el jefe de comuna y las autoridades de su gabinete fueron imposibles.
Argentina no comenzó la campaña de vacunación sino hasta marzo de 2021, y la misma ha sido muy lenta. Carvallo estima que a la fecha no más del 40% de la población ha recibido las dos dosis. También cree que la lenta aceptación de las inoculaciones se debe en parte a desafíos logísticos, pero principalmente a la incertidumbre que las drogas suscitan en cuanto a su seguridad y eficacia, ya que casi todas transitan la fase experimental 2 o 3. “Mucha gente ha preferido utilizar métodos alternativos en lugar de vacunas” expone, “Sin embargo Argentina aún podría tomar medidas para hacer ineludible la vacunación para la población.”
“¿Sabías qué hacer un experimento obligatorio, y utilizar a los medios de comunicación para convencer a la audiencia, de que deben utilizar una droga o medicamento no es nuevo?”, interroga Carvallo. “Esto ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial y Josef Mengele y Joseph Goebbels son el fiel ejemplo. Uno experimentó con personas desamparadas detenidas en los campos de concentración, y el otro como ministro de propaganda actuó convenciendo a la población de que todo estaba bien. Eso es lo que estamos viviendo, así que olvidémonos de la ciencia: se ha ignorado el sentido común”.
El propio Carvallo terminó recibiendo la vacuna china contra el COVID ya que se requería prueba de vacunación para viajar a Europa, y en un esfuerzo por evitar los posibles efectos adversos continuó tomando aspirina para prevenir los famosos coágulos de sangre, e ivermectina para evitar contagiarse de covid. “Sigo usando ivermectina y la he usado durante más de un año”, manifiesta.
Programa de dosificación recomendado
En los Estados Unidos la ivermectina ha sido objeto de burlas y tergiversaciones, aunque en realidad la droga fue aprobada hace 30 años con fines veterinarios y hace más de 20 para uso humano. Incluso en 1995 se hizo acreedora del Premio Nobel de Medicina considerándosela una “Droga Milagrosa”.
No obstante, a pesar de los estudios de investigadores encumbrados y antecedentes positivos, los miembros de los Centros para Control de Enfermedades (CDC) han dicho; “No eres un caballo, no eres una vaca, ¿Por qué deberías usar ivermectina?”, y Carvallo responde; “Si consideran que la ivermectina es solo para uso veterinario no son caballos ni vacas, sino burros”.
El hecho es que usamos ivermectina semanalmente para la preexposición, es decir para prevenir la enfermedad. La dosis es de 0,2 mg. por kilo (de peso corporal), y ajustamos la dosis al peso del paciente ya que una de las peores comorbilidades para quien contrae el virus es la obesidad. No se puede administrar la misma dosis a una persona delgada que a una obesa, o que presenta obesidad mórbida.
La usamos una vez a la semana pero ahora que DELTA está apareciendo en Sudamérica, estamos evaluando aumentar la frecuencia de las tomas (con descansos que no superen los 3 o 4 días). ¿Sabes por qué utilizamos la droga semanalmente?, Porque la ivermectina tendrá mucha eficacia hasta incluso el 5º día de la toma, pero durante los otros 3 días de la semana el individuo estará nuevamente expuesto, y puede contraer el virus. Pero incluso antes de que el virus pueda replicarse lo suficiente como para pasar del período de incubación al período de invasión, el paciente volverá a tomar ivermectina por lo cual no se enterará que la infección estuvo en su organismo, debido a que el sistema inmunológico habrá encontrado a la enfermedad rápidamente generando inmunidad.
El procedimiento mencionado los repetiremos a lo largo de 4 meses, luego pararemos por 2 porque la ivermectina se acumulará en el tejido graso. Después de descansar 2 meses comenzaremos el tratamiento preventivo nuevamente”.
Carvallo también señala que la inmunidad natural es mucho más fuerte que la inmunidad artificial, que es la creada por las inyecciones de COVID. “Esto no es ninguna sorpresa, porque siempre así ha sido con todos los demás virus. La clave es evitar que la infección se afiance con fuerza. Con un tratamiento temprano se superará la infección sin problemas y se logrará inmunidad sólida y probable de por vida.”
Abordar los problemas de toxicidad
En cuanto a la seguridad de la ivermectina, para los estudios efectuados en África se han utilizado dosis “10 veces superiores” a los 0,2 mg./kg., que las recomendadas para COVID sin registrarse efectos tóxicos. La hidroxicloroquina por otro lado tiene un margen de seguridad mucho más estrecho. Esto es bien conocido y claramente fue utilizado para desacreditar a la droga.
Como explica Carvallo; “Lo que hicieron para desacreditar la hidroxicloroquina fue fácil. Este fármaco también es muy útil contra el COVID pero el margen de seguridad mucho mas estrecho. La estratagema consistió en multiplicar por tres la dosis recomendada con lo cual claramente el suministro de la medicación causaría toxicidad. Por otra parte existieron 200 estudios a favor de la hidroxicloroquina pero solo 1 que habló de su toxicidad, y es justamente a este último al cual la comunidad científica internacional se aferró. Eso fue una locura. En el caso de la ivermectina había una brecha demasiado grande entre la seguridad y la toxicidad, por lo cual no pudieron desplegar la misma maniobra, entonces simplemente la ignoraron”.
Ahora bien, existen formulaciones veterinarias de ivermectina que no deben utilizarse ya que generalmente contienen polietilenglicol (PEG), sustancia tóxica para los humanos. Irónicamente muchas vacunas experimentales y obligatorias contra COVID contienen PEG.
¿Por qué se insiste con la vacunación contra el COVID?
Hasta el 24 de septiembre de 2021 el Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunas (VAERS), recibió 15.937 informes de muertes por la aplicación de vacunas contra el COVID-19, 71.036 hospitalizaciones, y más de 752.800 eventos adversos.
Los cálculos de Steve Kirsch, -director ejecutivo del Fondo de Tratamiento Temprano COVID-19-, basados en datos del VAERS, sugieren que la cifra real de muertes puede ser de alrededor de 212.000, e incluso estima que los efectos secundarios y las muertes no se notifican en un factor de “41 o más”, por lo cual el total de lesionados probablemente oscile entre los 2.000.000 y 5.000.000.
Incluso si tuviéramos que aceptar los números oficiales de VAERS la cantidad de muertes es astronómica. En circunstancias normales una droga o vacuna se retiraría del mercado con la certificación de 50 muertes, pero a pesar de los datos alarmantes que salieron a la luz esto no sucedió. Por otra parte, tampoco se ha brindado una explicación con rigor científico, de los motivos por los cuales las inoculaciones contra el SARS-CoV-2 todavía se recomiendan universalmente luego de que se superaron, -según reportes oficiales-, los 16.000 decesos.
Lo que estamos viviendo es en realidad, una imitación clásica del libro “1984” de George Orwell. Casi todo lo que expresan los funcionarios de gobierno y de la salud, es exactamente contrario a la verdad. Derecha es izquierda, arriba es abajo, y negro es blanco. Para aquellos que conocen los hechos es una experiencia surrealista, donde los dobles estándares se han convertido en norma.
Carvallo Sentenció: “La vacuna es casi sagrada, es como una Biblia, y todo lo que digamos a favor de otros tratamientos constituye pecado. Los premios Nobel de Medicina como Luc Montagnier y Satoshi Omura han sido censurados alevosamente en muchísimos medios; vivimos una locura.”
Además, tenemos pruebas que demuestran que las inyecciones no funcionan como se anuncia ya que pierden efectividad muy rápidamente, y como contrapartida las autoridades sanitarias contraatacan con las “dosis de refuerzo”. El claro ejemplo de esto es Israel en donde ya se está hablando de una 4º dosis, y los contagios y casos graves se visibilizaron aún más, en sujetos vacunados que en los no vacunados.
“Si se administra un medicamento y no se obtiene un resultado positivo en unos días, se debe reconsiderar el diagnóstico o el tratamiento”, asegura Carvallo. “No se insiste con un procedimiento, porque es una locura obstinarse con un mismo tratamiento para tratar de obtener resultados diferentes”.
La razón por la que siguen surgiendo más variantes es porque la “vacuna tiene fugas”, es decir, las drogas no evitan que las personas se infecten por lo cual el virus comienza a mutar para evadir el anticuerpo que genera la inyección. Carvallo está de acuerdo y agrega; “Es un sinsentido que las vacunas estén diseñadas para producir anticuerpos contra solo una parte del virus, -la proteína de pico-, en vez de lograr que actúen contra la patogénesis del virus”.
Según las proyecciones, podríamos ver miles de millones de personas morir o quedar permanentemente discapacitadas a causa de las vacunas experimentales. ¿Cómo vamos a cuidarlos a todos?, ¿Quiénes pagaran por sus cuidados?
“Cuando un ser humano se recupera de una infección natural generará inmunidad humoral y celular, y aunque la inmunidad humoral (anticuerpos) disminuirá en pocos meses, todavía tendrá inmunidad celular latente que entrará en acción cuando sea necesario. Las inyecciones de COVID-19 no proporcionan inmunidad celular, por lo cual no pueden lograr la inmunidad colectiva incluso si se inyectara al 100% de la población”. Carvallo también señala que el virus SARS-CoV-2 es ahora el más débil de todos los tiempos, y que el verdadero enemigo en este punto no es el virus sino la “propaganda que mantiene vivo el miedo”.
Resumen
Carvallo es una de esas raras personas que a pesar de las contingencias, ha podido llevar adelante investigaciones que por la censura y las campañas propagandísticas otros no han podido. El médico se encuentra jubilado por lo cual no teme que el Estado o las farmacéuticas afecten su carrera o reputación, y para más tampoco recibe financiamiento público o privado. Solamente aspira a que eventualmente más médicos como él comiencen a pensar por sí mismos abrazando el juramento de no hacer daño, para mejorar la atención de los pacientes y la calidad de vida de los afectados por el COVID-19.
Para obtener más información sobre la ivermectina puede descargar un libro electrónico gratuito creado por el Dr. Carvallo y su equipo, que contiene los estudios desarrollados en Argentina y muchos otros artículos revisados por pares que exponen los beneficios de la ivermectina en la lucha contra el COVID-19. Puede encontrar el libro bilingüe (en inglés y español), “Ivermectina en COVID-19: Profilaxis y tratamiento”, en iniciatherapeutics.com.
Nota: el presente artículo se basó parcialmente en el trabajo realizado por el Dr. Joseph Michael Mercola, promotor de la medicina alternativa estadounidense.
Para obtener más información sobre la ivermectina puede descargar un libro electrónico gratuito creado por los Dr. Roberto Hirsch y Héctor Carvallo que contiene los estudios desarrollados en Argentina y muchos otros artículos revisados por pares que exponen los beneficios de la ivermectina en la lucha contra el COVID-19. Puede encontrar el libro bilingüe (en inglés y español), “Ivermectina en COVID-19: Profilaxis y tratamiento”, en iniciatherapeutics.com.
Faltó el Dióxido de Cloro, tan efectivo y menos peligroso que la Ivermectina.
La OMS, O SEA LA WORLD HEALTH ORGANIZATION DICE; SE BASA EN DATOS QUE INFORMAN A MAS DE DOS MILLONES DE LESIONES TRAS VACUNACION DE COVID EN 2021. lA GRAN MAYORIA SE DA EN MUJERES. Y MAS DE 50 MILLONES DE PERSONAS SUFREN TRASTORNOS DEPRESIVOS, QUE PUEDEN SER GRAVES, DESDE 2020. SEGUN UN NUEVO ESTUDIO GLOBAL PUBLICADO POR LANCET. DEJEN DE DECIR EN TODA PROPAGANDA QUE LAS VACUNAS NO DEJAN SECUELAS.....
Felicitaciones al Dr. por ser DOCTOR y aplicar el mas escaso de los sentidos, "el sentido comùn". Tengo personas cercanas de los dos lados, pero los que estàn del lado del miedo son como el padre de 1984, que esta orgulloso de que su hija lo denuncie ante el gran hermano. Estamos en el horno y lo que viene va a ser peor. La mujer no sera mujer, el hombre no sera hombre y el abuso de los menores sera moneda corriente, mientras la elite financiera que nos sumergio en la mediocridad (y bajo ella todo lo puede), seguira k gandose de risa de los go yim. Gracias tambien a Cristian por permitir publicarlo, a los menos o "conspiranoicos" nos sirve.