Lo quieren echar y él se resiste, está parapetado. Es Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, el lugar donde todos los días ocurren hechos dramáticos de delincuencia y donde se mata gente.
El diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, quiere echarlo. Dice que no está de acuerdo con lo que hace, que no es efectivo y además genera mucho ruido, y porque además vienen con una disputa política.
Días atrás, Berni dijo que el Frente de Todos es un “cachivache”, en un mensaje dirigido al hijo de la Vicepresidenta.
Por su parte, el jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde también lo quiere echar, al igual que varios intendentes que tampoco están de acuerdo con la tarea que hace Berni con su exposición pública y presentarse como “El llanero solitario”.
Pero Berni no se piensa ir. No va a La Plata y se atrincheró de alguna manera en las oficinas que tiene en el Puente 12, maneja todo desde allí.
A todo esto, Cristina Kirchner lo respalda. Considera que por lo menos ocupa un espacio en un tema en el cual el oficialismo está haciendo agua que es la seguridad.
A su vez, el gobernador Axel Kiciloff, sabe toda la presión. Insaurralde le planteó la posibilidad de echarlo, pero no quiere cambios hasta después de las elecciones de noviembre.