Dentro del Frente de Todos se evidencia la preocupación. La retahíla de medidas que se vienen anunciando es una muestra cabal de ello. Lo propio pasa con las caminatas en los barrios que vienen realizando los candidatos.

En tal sentido, el candidato a diputado nacional bonaernse, Daniel Gollán, expresó esta mañana en declaraciones a Radio 10 que “estamos visitando barrios todos los días y en las charlas con vecinos, jóvenes y jubilados notamos que esta será una elección con mucha más participación”.

Allí fue que remarcó que la general será “una elección radicalmente diferente a las PASO”, ya que, según estimó, “el 70 u 80% de las personas que no fueron a votar en las primarias del 12 de septiembre pasado” son del Frente de Todos.

“Los trabajadores están muy preocupados porque Juntos propone sacar las indemnizaciones por despidos”, mencionó, y es aquí donde se puede hallar una declaración por demás penosa.

Por empezar, el ciudadano no pertenece a un partido político. Apoya, adhiere; pero no es rehén de nadie, por otro lado, las preocupaciones de los empleados, y de los que emplean, son diversas.

La eliminación de la indemnización por despido es, sin lugar a dudas, una preocupación, pero, ¿y la inseguridad, la inflación, la pérdida de puestos de trabajo, el cierre de empresas? Eso también es preocupante.

Ni hablar del hambre, en una provincia, como es Buenos Aires, donde 7 de cada 10 chicos es pobre. Las soluciones que se plantean son absurdas: congelamiento de precios, mayor asistencia estatal y un decreto que promete cambiar planes sociales por empleo genuino. Si fuese así de fácil pudieron haber sacado una resolución similar hace dos años.

Otro punto débil, y que involucra a todo el frente oficialista, es la “militancia”. Ese es el mayor mérito, como si fuese la respuesta a todos los problemas de la sociedad.

Y luego se viene, quizá, la “mejor parte”: la culpa es de los medios. Este mismo lunes, la vicepresidenta Cristina Fernández aseguró que los argentinos “se amargan” por los medios de comunicación. Fue una manera de echarle la culpa al periodismo de los desaguisados y las erradas decisiones que se resuelven puertas adentro del oficialismo.

En ese mismo sentido se expresó el ex ministro de Salud bonaerense, quien aseguró que gracias a la merma de contagios de coronavirus existe la “posibilidad de juntarnos, que es la posibilidad de poder contrarrestar la avalancha mediática mafiosa”.

Y apuntando a la oposición y a la prensa señaló que “los que estamos en el campo popular tenemos la enorme militancia para poder transmitir la información correcta. Ese es un valor agregado que tenemos nosotros y ellos no: recorremos los barrios y estamos con la gente, mientras ellos solo tienen los medios mentirosos”.

¿No era Gollán el que auguraba una catástrofe? ¿No fue el hoy candidato a diputado nacional quien, con tono exagerado, aseveraba que íbamos a morir todos si no hacíamos caso al Gobierno?

Peor aún, lo hacía mientras el presidente de su espacio, Alberto Fernández, se reunía en la Quinta de Olivos incumpliendo las reglas que ellos mismos habían impuesto.

En definitiva la culpa es del otro: la economía está mal por la pandemia macrista y la del coronavirus, las elecciones se perdieron por los que no fueron a votar, y el descontento de la gente tiene que ver con los medios de comunicación.

Ni hablar del “ah, pero Macri”, que tras dos años de Gobierno aún se sostiene. No, Gollán, la culpa es de ustedes que no tienen la mínima capacidad crítica y reflexiva para lograr dar respuestas a los únicos que importan acá, los ciudadanos.


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