Este jueves, la vicepresidenta Cristina Fernández se dirigió al sanatorio Otamendi con el fin de reaslizarse una intervención programada, ya que un cirujano especializado en Tocoginecología le realizará una histerectomía.
La operación, que consiste en una extirpación del útero, llevará a que a ex presidenta quede internada con una recuperación que puede extenderse de 48 horas a cinco días.
Luego podría comenzar a reincorporarse a sus actividades de manera gradual, hasta retomar plenamente su rutina en tres semanas, por lo que se perdería del cierre de campaña del Frente de Todos en el marco de las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 14 de noviembre.
Es dable destacar que la mencionada clínica, ubicada en el barrio Recoleta de la “opulenta” Ciudad de Buenos Aires –acaso una de las zonas más coquetas de la Capital- es de gestión privada.
Lo curioso es que hace unos 9 años atrás, mientras presidía el país, CFK aseguraba que “hay sistema de salud pública cuando los presidentes se atienden en los hospitales públicos. Lo demás es puro cuento”.
Nadie resiste el archivo.