Hay una frase muy antigua que es “le vendieron un buzón”. Una frase que viene de una historia. Dicen que es un tipo que se paraba al lado del buzón y le cobraba a la gente por las cartas que llegaban y un día le vendió el buzón a alguien y alguien se lo compró. Lo interesante de este buzón que nos quieren vender es que el que lo vende lo compra también.
¿Por qué festejan? Creo que hay un festejo honesto, que es el que festeja porque esperaba algo malo finalmente y la mala noticia fue mejor que la que él esperaba.
Así como tenía la ilusión en las primarias -y esto lo decía todo su entorno el día antes- de que ganaba la provincia de Buenos Aires por 10 puntos y surgía el verdadero Alberto Fernández, que iba a enrostrarle ese triunfo a Cristina y se iba a terminar toda la tensión y la disputa de estos dos años, ahora esperaba una catástrofe. Es decir, esperaba una derrota tal que pusiera en peligro el fin de su mandato.
Un peronista que no termina un mandato no es como un radical que no termina el mandato. No está en la genética del grupo, no está diseñado para eso.
Cuando vio que la diferencia fue de solo nueve puntos y en la provincia de Buenos Aires una diferencia que se acerca al empate, dijo: “Acá hay que festejar. Tengo un tumor pero benigno”. Esa sería la comparación.
Ahora creo que hay una segunda razón, que hay algo infantil en la política, que es una actividad con componentes infantiles increíbles: quién es el guapo de la cuadra, quién es el más poderoso, y en esa infantilidad esta también el gesto infantil de ocultar la derrota.
En el año 1997 a Carlos Menem lo barrieron y él festejó Perico, que era un pueblito de Jujuy donde había ganado. En el 2003 Adolfo Rodríguez Saá, que sale muy mal, dice: “En la mesa 186 de Necochea, ahí ganamos”. En el 2013 Cristina Kirchner festejó el triunfo en la Antártida, cuando pierde la provincia de Buenos Aires con Sergio Massa.
Entonces, esto que a nosotros nos parece en general, visto desde lejos, una ridiculez, parece que en este juego infantil la dificultad para reconocer la derrota es tan grande que se convencen de que “gané en Perico”.
Hay una tercera razón y es bloquear cualquier discusión sobre el liderazgo de Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Acá hay una masa de accionistas que son los gobernadores, los intendentes, los sindicalistas, que dicen: esta gente... ¿A dónde nos está llevando que perdimos dos millones de votos sólo en la provincia de Buenos Aires y cinco millones dos años en todo el país?
Festejemos rápido antes de que se arme esta discusión, pero esta discusión, después del festejo, va a venir.
Los llamados analistas políticos , para mí un título que les queda bastante grande , pueden dejar de mirar el pasado, al Peronismo y sus catastróficas fracesitas. TODOS DINOSARIOS.
corrección; .......DINOSAURIOS
Sr. Pagni, encuentro la nota muy explicativa, sí, creo que los planteos que hace son muy acertados. Pero creo que él no compra el buzón, él escuchó a la yarará decir " hay que tenerle miedo a Dios y un poquito a mí" Y la bravuconada de este festejo también muestra su miedo. Se escuda en ese apoyo de los gremios como para neutralizarla a ella. Hablando de infantilismo sería algo así como decirle no me pegues que mi papá es policía. Por otra parte, lo más importante es que tanto oficialismo como oposición no pueden estar hablando de ganamos o perdimos. déjense de joder. Estamos pasando por una situación muy crítica, no es momento. Esta no es una competencia, debería ser una búsqueda de soluciones. Ahora si no proponen boleta única y ficha limpia, va a ser como para ponerles una bomba.
Acá Cambiemos creía que ganaba por mucho más margen y no fue así . Se quedaron con las ganas de pedir la presidencia de la Camara de Diputados, o de la Asamblea posterior a las pasos como escribía un periodista del destituyente diario Clarín. No se crean sus propias mentiras.-