La ceremonia de jura de los nuevos senadores fue breve, duró menos de una hora, y se limitó simplemente a eso: el juramento de los legisladores. Tal cual habíamos adelantado, no se procedió a la elección de autoridades, cosa que por reglamento se realiza en febrero del año siguiente, fecha reservada para la sesión preparatoria del Cuerpo.
Todos los senadores juraron acompañados, salvo el presidente del radicalismo y flamante titular del interbloque Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, quien sin embargo se quedó luego en el estrado para acompañar a continuación el juramento de su comprovinciana y correligionaria Mariana Juri, quien tras cumplir con el juramento lo saludó efusivamente.
El que apareció solo a la hora de jurar fue el chubutense Carlos Alberto Linares. Cristina Kirchner estaba por tomarle el juramento pero reparó en el detalle y preguntó: “¿Falta la familia? Ah, perdón…”. Pero como nadie aparecía acotó con humor. “Se fueron che, me parece que te dejaron solo”. Pero no, instantes después apareció un numeroso grupo que acompañó al flamante senador patagónico.
Otra chubutense, Edith Terenzi, llegó acompañada, pero alguien parece que faltaba. “¿Va a bajar la señora?”, le preguntó muy atenta la presidenta del Cuerpo, dispuesta a esperar por si faltaba alguien. La legisladora contestó que no, pero ante los movimientos que observaba Cristina concedió: “Y quiere ir, dejala, dale”.
El senador cordobés Luis Juez juró acompañado por su familia, y en primera línea puso a su hija con discapacidad, a la que dio dos besos al concluir con el juramento.
La jura fue por riguroso orden alfabético, provincia por provincia. Cuando concluyó la “ch” y pasaron a la “L”, Cristina reparó en que ese orden no estaba acotado a las provincias, sino también a los que juraban. “Ah, todos por orden alfabético”, observó. “Me parece muy bien, hay mucha pelea por cartel, mucho estrellato”, acotó divertida.
El adelantado
Al correntino Eduardo Alejandro Vischi la ansiedad le jugó una mala pasada y se apresuró a jurar antes de que hubiera terminado Cristina la lectura del juramento elegido. Y terminó jurando dos veces.
La preferida
Es por todos conocida la gran cercanía que la vicepresidenta de la Nación tiene con la senadora Anabel Fernández Sagasti. Algo que lleva a muchos a pensar -seguramente con certeza- que la mendocina es su senadora predilecta. Y conforme la gran cercanía que tienen, el momento de la jura tuvo un instante coloquial.
“Señora senadora electa por la provincia de Mendoza…”, arrancó Cristina, y se interrumpió para acotar: “¿No te gustó lo de senadora?”, y encogiéndose de hombros concluyó sonriente: “¡Bueno!”.
Las dedicatorias
A diferencia de los diputados, los senadores son muy circunspectos a la hora del juramento y raramente se salen del reglamento para acotar cosas al juramento.
Uno de esos casos fue Ignacio “Nacho” Torres, quien juró “por el pueblo chubutense y por un país verdaderamente federal”.
También lo hizo Mercedes Gabriela Valenzuela, que juró “por los pueblos de Corrientes y en memoria de mi querido padre”.
Por el oficialismo lo hizo Marcelo Lewandowski, que tras prestar juramento “por Dios y estos santos evagelios”, sumó: “y por la memoria de mi viejo, sí juro”.
La tucumana Sandra Mendoza cambió el “sí juro”, por un “sí prometo”. Según pudo saberse, lo hizo así porque es evangélica y la Biblia dice que “no se jura”.