El muro levantado por Israel en la frontera con Gaza para responder a las amenazas militares del grupo islámico Hamas, con el que los israelíes han librado cuatro guerras desde 2008, supone un nuevo aislamiento para alrededor de dos millones de palestinos que viven en esa zona costera.

La moderna barrera israelí se suma a otras dos vallas erigidas en Cisjordania, tras ser conquistada por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967, y a otra edificada en la frontera con Egipto.

El muro de Gaza, de 65 kilómetros, considerado el “más aclamado y complejo proyecto israelí que se haya edificado en tres años y medio”, según funcionarios israelíes citados por el diario Haaretz, incluye galerías subterráneas equipadas con sensores, una valla de seis metros de altura, y una barrera marina que puede detectar incursiones navales.

Según Israel, el objetivo es responder a la amenaza que representan los túneles excavados para infiltrarse en territorio israelí por el grupo islamista, que gobierna de facto dicho enclave palestino desde 2007, cuando fueron desalojados del poder las fuerzas leales a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Sin embargo, los israelíes ya se habían retirado unilateralmente de Gaza, sobre el mar Mediterráneo, bajo el Gobierno del fallecido primer ministro, Ariel Sharon, el 15 de agosto de 2005.

Para Arie Kacowicz, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el muro “es una formidable barrera para impedir la infiltración palestina a Israel”.

“En mi opinión, el significado político es obviamente que Israel no tiene interés en conquistar la Franja de Gaza ni de intervenir en una operación terrestre en una posible escalada bélica”, opinó Kacowicz en declaraciones a la agencia de noticias Télam.

Pero el analista advirtió que, “al mismo tiempo, la valla aísla aún más a los dos millones de palestinos que dependen completamente de Egipto para mantener abierto un corredor con el mundo exterior, y no resuelve el conflicto político a largo plazo entre Israel y Hamas”.

Israel y el Movimiento de la resistencia islámica Hamas han librado cuatro guerras desde 2007, la última en mayo de 2021 que dejó 290 muertos en Gaza, incluidos 66 niños, y un total de 1.900 heridos, a causa de bombardeos israelíes, según informes palestinos.

En tanto, por lo menos 12 personas, incluyendo tres trabajadores extranjeros y dos niños, murieron en Israel a raíz de los cohetes lanzados por Hamas y otros grupos armados.

Durante esos días, el Gobierno del exprimer ministro, Benjamin Netanyahu desplegó un escudo llamado “Cúpula de Hierro”, para interceptar misiles y realizó extensos ataques aéreos contra Gaza, mientras las milicias palestinas lanzaron alrededor de 4.300 cohetes contra el territorio israelí.

“El problema del Muro de Gaza es de carácter humanitario porque involucra a millones de personas que viven en condiciones muy complicadas, con pasos fronterizos muy controlados por los israelíes, y un Gobierno como el de Hamas al que muchas veces no les importan sus propios conciudadanos”, dijo a el analista Paulo Botta.

El director del Programa Ejecutivo de Medio Oriente contemporáneo de la Universidad Católica Argentina (UCA) aseguró que “todo tiende a empeorar en esa zona, porque a esas dos millones de personas se le suma también el crecimiento poblacional”.

“Y desde el punto de vista de la seguridad israelí, no es una solución definitiva porque el conflicto no se va a terminar por la existencia de un muro, ya que la valla es un caldo de cultivo para situaciones más extremistas”, afirmó Botta.

El analista explicó que “el muro es una solución a corto plazo; primero porque no va arreglar el conflicto; segundo porque provoca un problema humanitario”.

“Me parece que el dilema de fondo sigue siendo la falta de acuerdo entre Hamas, en Gaza, y la ANP en Cisjordania, porque su pelea ha hecho que no haya un Gobierno de unidad”, agravado por la falta de elecciones palestinas, suspendidas a fines de abril de 2021, opinó el analista.

En tanto, Abu Musab, comandante de las brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamas, citado por la publicación saudita Arab News, señaló que el grupo “está constantemente desarrollando sus capacidades, inspiradas en guerras y enfrentamientos anteriores con los israelíes”.

“Este muro de Gaza no detendrá el camino de la resistencia para responder a las agresiones ni a los crímenes de Israel”, advirtió Musab.

Por su parte, el mayor general retirado de Hamas, Rafiq Abu Hani, un especialista en asuntos militares, afirmó que con este nuevo muro Israel “reconoce su incapacidad para resolver militarmente el conflicto con Gaza”, y agregó que esto sugiere ahora que “una invasión israelí de dicho territorio parece poco factible”.

Después de más de 13 años de bloqueo israelí, la población de la Franja de Gaza se encuentra aislada, con escasez de alimentos y medicamentos, y decenas de edificios destruidos, según informes de prensa y de la Organización de las Naciones Unidas.