Argentina ha sido una de las grandes economías que más han sufrido durante la pandemia y, al contrario de lo que ocurre con la vecina Chile, todavía no está claro siquiera que haya logrado recuperar el PIB perdido durante el 2020 a falta de la publicación de los datos definitivos y a pesar de que el Ministro Martín Guzmán asegurase en diciembre del año pasado que el crecimiento del PIB durante el 2021 sería del diez por ciento, y ello se ha notado tanto a nivel económico como a nivel político.

A nivel político han aparecido o han cobrado fuerza opciones liberales como las representadas por Milei o Espert, y lógicamente el desgaste de gestionar una pandemia y su crisis económica asociada han fortalecido el respaldo electoral de la alternativa que representa la oposición, y a nivel económico ha supuesto el aumento de la inflación, el aumento del precio del dólar y la dificultad del Estado de afrontar sus pagos con el FMI, organismo con el cual Argentina mantiene una deuda de cerca de 43.000 millones de dólares.

Una inflación de más del cincuenta por ciento

La variación interanual de la inflación para Argentina en diciembre del 2021 fue de casi el cincuenta y uno por ciento, subida liderada por hostelería, hoteles y textil, sectores donde la inflación se situó muy cerca del sesenta y cinco por ciento, aunque en la vivienda el incremento fue el más bajo, con una subida de poco más del veintiocho por ciento.

Este gran incremento de la inflación parece haber despertado fantasmas del pasado, con los precios del mercado subiendo semana a semana y un éxodo de jóvenes argentinos que algunos analistas ya cifran como mayor que el experimentado durante la crisis del 2001.

El dólar blue por encima del precio oficial

El precio del dólar blue alcanzó a principios de febrero la cifra de doscientos doce pesos, lo que lo sitúa a casi el doble del precio oficial, que era de entre ciento cinco y ciento once pesos, lo cual da fé de que la oferta de dólares oficiales no es capaz de cubrir la alta demanda de la divisa estadounidense de la cual hacen gala los ciudadanos argentinos como una forma de mantener su nivel adquisitivo en el medio y largo plazo, e incluso como inversión si se considera que la distancia entre el dólar y el peso probablemente va a aumentar en favor del primero.

Aunque es muy difícil predecir no ya el comportamiento de una economía tan compleja como la argentina, sino incluso el de un activo financiero como puede ser el peso argentino o el dólar estadounidense, es de esperar que al menos durante el 2022 el precio del dólar continúe aumentando si también lo hace la inflación, algo en lo cual coinciden varios analistas que consideran que de mantenerse la situación actual esto es lo que ocurrirá.

Además del mercado oficial y del extraoficial, también se puede negociar con la divisa estadounidense en plataformas de trading online como Plus500, en las cuales no se pueden comprar dólares ni ninguna otra moneda pero se puede especular con el movimiento de su cotización en el mercado del forex, siempre que se tengan claro los riesgos que implica operar con apalancamiento.

Hacia la recuperación

A pesar de que Argentina todavía tiene serias dificultades que afrontar, el país ya se encuentra en la senda correcta, así lo ve al menos Joseph Stiglitz al afirmar que el acuerdo alcanzado entre el Estado argentino y el FMI deja espacio para la recuperación además de sentar un precedente en el ámbito de la reestructuración de las deudas al, según el profesor de economía, abrir la puerta a acudir de nuevo al Fondo sin necesidad de tener que aplicar medidas excesivamente austeras para poder hacer frente a los pagos de la deuda adquirida.

Por otro lado, el Banco Mundial no ha dudado en enfriar los ánimos de la recuperación al reducir la expectativa de crecimiento del PIB argentino desde el cuatro por ciento del Ministro Guzmán hasta el dos coma seis por ciento, aunque considera que los cálculos estatales de una recuperación del PIB del diez por ciento durante el 2021 probablemente sean correctos, con lo cual ya se habría recuperado el terreno perdido durante el 2020 y se estaría en disposición de crecer.