El 24 de febrero Vladimir Putin invadió Ucrania. Los medios de todo el mundo tuvieron que adaptarse rápidamente a la nueva demanda informativa. En Argentina, la combinación de precarización y polarización terminó haciendo desastres en la cobertura.
Cuanto más embanderado estaba un medio, más tendía a hacerse paralelismos con la realidad local. Un despropósito casi siempre. Y a menores recursos y peor formación, más errores. O sea, mala información. Esta combinación pudo verse en su mayoría en los canales de cable y sobre todo en LaNación+, que batió records de barrabasadas en pocas horas. Videojuegos como imágenes de guerra reales, mapas desactualizados y corresponsales ad-honorem fueron algunas de las perlitas.
Por el lado de los medios digitales, como siempre abundaron los opineitors, el copy paste a mansalva y la información «de color» que poco suma al conflicto pero entretiene en oficinas y colectivos. Nada fuera de lo común, pero ahora hablamos de una guerra.
Hubo también buenos corresponsales, análisis de especialistas, contexto para todos los gustos y periodismo ciudadano en tiempo real desde el lugar en TikTok.
Twitter también hizo su papel habitual: un vómito constante de fake news mechado con los mejores fact checkers del mundo. El remedio y la enfermedad a la vez.
De esta red y de estos vigías, rescatamos una selección de las principales metidas de pata en lo que va de esta semana agitada:
Esta warsplaining abrió la guerra y ya se convirtió en un clásico, con casi 4,5 millones de reproducciones. Parece que fue hace dos años
Contra Cristina estábamos mejor
Condenemos la invasión de Misiones a Ucrania
Imágenes de archivo
Game Over al chequeo periodístico
Te dan la oportunidad de ser corresponsal gratis y te negás
No dejes que una tapa falsa te arruine tu discurso
«Que los argentinos se identifiquen con el conflicto»
Cadena nacional
«Explicalo para que lo entienda un boludo»
No está en la sección «Humor». Lo pusieron en «Economía» (?)
Chiche será un meme ambulante durante estos días
Irrelevante que sea ucraniano, pero bien actual, eso sí
La guerra de Chernobyl
Para cerrar, un recuerdo inoxidable de Quino que puede aplicar perfectamente a estos días