La juventud actual ya es provecta a los veinte años. "Ancianos" con sus vidas
acabadas, sin sentido, ni esperanzas ni motivaciones. A los veinte o antes han
vivido "tanto", y es literal, sexo, con hombres y mujeres, jóvenes y mayores, y
cualquier droga, cocaína, etc. Todo basado en el "hay que probar", tal como si
el mundo fuera un Enorme Supermercado…Se trata de chicas "muertas"
espiritualmente, como a sí mismas se describen. Piden que las salven, necesitan
ilusiones... Entonces cuál es la responsabilidad del sistema y la sociedad; los
padres, acaso trabajando sin horizontes y fuera de alcance para dirigir o
aconsejar a sus vástagos. La mayoría lleva una existencia gris, con dobles o
triples vidas y relaciones clandestinas . Cómo ayudarles, si no permiten, si
apenas sienten algo distinto lo destruyen con su veleidad. Son "almas muertas",
cuerpos maltrechos por el mal vivir. Realmente penoso y que suceda en los Nuevos
Estados Unidos de Chile…Una decadencia tremenda.
Imagínese, sexo libre con el
Sida que es pandemia. El sistema chileno, heredado empero "perfeccionado", es "a
la romana", del mismo modo que sucedió en España a la muerte del dictador
Franco. Y en esto las democracias liberales tienen mucha responsabilidad. La
televisión, Internet, la publicidad, engarzadas para el hedonismo y esteticismo
y frivolidad. Me pregunto si las escuelas, colegios o liceos no enseñan valores,
porque no se ve, no se detecta. El consumo "made just now" sobrepasa todas las
cortezas sociales. En el capitalismo salvaje todo es mercancía, el cuerpo es una
forma de transacción y he ahí el peligro para la desintegración de la humanidad.
Niños que apenas comen y alimentos de pésima calidad, obesos mórbidos, papas
fritas y bebidas colas. Quién puede sostener el ritmo del 'deseo' permanente…A
dónde lleva esa tontería. A vidas perdidas, como escribió Ernesto Cardenal.
Muchachas y muchachos que nunca conocieron el amor auténtico, sino el sexo
fuerte y desaforado. Si el Amor no es el centro, si es un 'valor' transable,
entonces qué se puede esperar de estas niñitas y niñitos. Leía en La Nación y
también en El Mercurio, sobre el modo de 'vida' de los jóvenes, al punto que me
horroricé cuando un periodista investigó un caso, entre miles, de un muchacho de
unos quince años que le apostó que, en menos de cinco minutos, él salía de una
disco con una niña a la cual se la iba a c… ahí mismo. El periodista perdió la
apuesta, porque en efecto, el niño lo consiguió en menos tiempo.
El humanismo ha
muerto, he señalado en varias oportunidades, no es posible remplazarlo por el
mercado a secas, sino que se debe reingeniar una sociedad humanizada, con
sentimientos, con sueños, utopías, pues al parecer la batalla por la vida está
de antemano perdida…pero hay que ganarla. Y la edad de la razón, como escribió
Sartre tomado de Rimbaud, es un llamado de auxilio desesperado. La literatura y
el arte son las herramientas para ello. Y la filosofía.
Mauricio Otero