Alberto “Ventajita” Massa es un tipo bastante particular, de esos a los que no les podés confiar la verdad. Uno de esos personajes que si te dicen que llueve tenés que salir a la ventana para ver que no esté fabulando.
Alberto “Ventajita” Massa es de esos que hoy son fundamentalistas del mate cocido y mañana te lo podés encontrar tomando café de cualquier cafetería berreta.
Alberto “Ventajita” Massa no tiene convicciones, ni ideas propias. Tampoco sabe qué le deparará el destino, porque sabe acomodarse a las circunstancias que le regala la vida.
“Tortita Marioneta” le dicen sus más cercanos, con algo de cariño –y otro poco de antipatía-. Mitad títere, mitad panqueque. Una mezcla digna de comedia contemporánea. Bizarra, por supuesto.
Alberto “Ventajita” Massa asegura, jura y asevera que jamás volverá con la ex, que no se tropezará con la misma piedra. Sólo dos semanas después se está sacando selfies con la misma dama.
Es un hombre afortunado, pues siempre logra caer bien parado. Una inesperada contradicción, ya que promete ser todo lo contrario al gato.
Famoso por incumplir sus promesas, deshonrado plato de pastas caseras, no teme el odio de la gente, solamente se inquieta ante el señalamiento de aquella, la diosa, la que le ofreció un lugar en esta tierra luego de haberla traicionado.
El tipo anda perdido en las encrucijadas que le ofrece la vida, avanza con la audacia de su propia lógica, aunque siempre ésta sea errada.
Quizá lleno de buenas intenciones garantizó lujos –que no debieran serlo-. Prometió asado, pero a la juntada llevó polenta. Prometió, nuevamente, que no volvería con la ex, que con ella no iba “ni a la esquina”, pero falló, también la llevó a la juntada.
El problema de Alberto “Ventajita” Massa es que hoy se tiene que esconder cada vez que come asado o mariscos, que no sabe cómo escaparse de la ex y que, para colmo, tiene sueños de monarca que nunca va a poder ejecutar.
En la desesperación tira manotazos de ahogado, es que aún quiere agradarle a la ex, tener una relación sana, pero ésta quiere destruirlo, desterrarlo, llevárselo puesto por deshonrarla.
Lo curioso es que la ex es la misma diosa a la que traicionó hace 10 años asegurando que había logrado frenar su irrefrenable avanzada en contra de él y su familia. Una locura astronómica, por no decir una idiotez alucinante.
Alberto “Ventajita” Massa, pobre tipo, tan pobre que hoy no lo quieren ni los propios ni los ajenos. Lo único que puede salir de esta situación es una comedia esquizofrénica y delirante. Deleite para los amantes del humor negro.
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