corrección: .....Si ya solamente a él no lo votan......

Si es que ha servido para algo Milei, es para ponerlos en evidencia a todos. Los que se hacían los macanudos ahora muestran os dientes. Los que se hacían los democráticos comparándose con los milicos ahora salieron a defender lo que creen su derecho de pernada sobre la gente. Se desesperan por afirmar que son ellos los que nos representan, no sea cosa que nos demos cuenta que para que sea democracia, ellos son simples mandatarios y el que elige qué hacer y qué no hacer es el que vota. Por eso hasta la gorda Carrió saltó, nada más que para desgraciarse un poco más, como cuando salió con un exabrupto visceral en contra de la foto de Macri con Trump; lo que demuestra sin vueltas que hasta las tripas las tiene en poder de los parásitos que manejan el discurso masivo para la gilada. Una vez más, pretenden subestimar a la gente. La pregunta es desde dónde. A esta altura no importa ni quién es Milei y menos cómo se identifique. Milei es la muestra de lo que sucede cuando alguien dice lo que la mayoría piensa pero no lo dice porque tiene miedo o no la dejan. A todos los que saltaron en esta, el consejo es que no se preocupen por Milei, sino por ustedes, porque no tienen vuelta atrás. LA gente no se anima, pero se la sabe lunga de qué la va el Estado de beneficencia, porque lo ve. Cualquiera que tiene un pibe en la escuela pública sabe que una vez por mes no hay clase porque hay movimiento de mercaderías. Cualquiera ve el movimiento y en algunos casos después ve que la mercadería desapareció y en otros el barrio entero ve la cola de gente "necesitada" llevando mercadería; y llegan en autos y camionetas, y van de Iphone, y van mejor vestidos que cualquier comerciante que atiende su negocio Esa es la gente que puntualmente se lleva mercadería de las escuelas. Una simple pregunta tiene una simple respuesta. El Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, compra en cantidades suponiendo que reparte a todos lo alumnos. Obviamente la mayor parte no recibe nada, de modo que la diferencia se la trafican. La mayoría ha dejado de recibir merienda o le tiran alguna porquería de vez en cuando, el resto se trafica. Todos lo saben pero hay miedo de reclamar. Y esto es sólo una muestra, de algo muy visible en un tema muy sensible, pero de lo que ningún medio habla. Esa es la medida del estado de bienestar y del robo que significa, y todos lo saben peo son cómplices de una u otra forma. Por eso esto no es un berrinche milenial como cree este viejo macaneador. Esto representa la decisión de la gente de dejar de apoyar lo que está demostrado que no funciona y que además es una estafa enorme y brutal. Ya lo vimos con el periodismo arrastrado y oportunista que ante el fracaso de las teorías y el fraude de los dirigentes, no atina a otra cosa que a pedir más de lo mismo. La propuesta Milei es tan simple como que no queremos más de lo mismo. No vamos a reformar a los ladrones de la política dándoles más dinero y más caprichos. La única manera de echar a una administración fraudulenta es cortarle los ingresos. Y que se vayan con la mitomanía política a otra parte. Esto no es márketing, ni la búsqueda de nada que necesitemos, es una decisión terminal y definitiva: que se vayan a la mierda y que no vuelvan. Como sea, en el mejor de los casos, en algún momento, con estos o sin estos, la propuesta de cortar con este modelo de asistencia socialista para la miseria generalizada, va a tener el apoyo suficiente en el Congreso. En el peor de los casos mejor no quieran saberlo.

La unica parte interesante de esta nota es donde dice: (en Argentina) hay tanto estiercol .....

Ya llevamos muchas décadas de no saber lo que es la política ni la democracia. Pero todo sigue igual por costumbre y porque la mayoría de la dirigencia política se conforma con las mentiras de siempre y la gente acepta con respeto y no más que alguna duda. La noción argentina de estado y sociedad, sin exagerar, es la que enseñan desde la escuela: Vivimos en un sistema capitalista con sociedad de consumo. Punto, no hay más. Como es un "sistema", alguien lo estará manejando y no podemos hacer nada contra el sistema. Es capitalista y de consumo, por lo tanto nuestro destino es consumir. Cualquier propuesta política "decente" será establecer un sistema de redistribución, un cierto grado de solidaridad social para compensar la frialdad y los excesos de esa máquina omnipresente que es el capitalismo. El socialismo es imprescindible para compensar los daños del capitalismo, esa es la religión política desde hace mucho tiempo. Pero el capitalismo no es un sistema ni tampoco existe realmente. El único sistema que tenemos es la Constitución y las leyes, y la medida de su cumplimiento. Las consecuencias de vivir en la locura y en la ficción no pueden ser muy alentadoras, son exactamente lo que tenemos. Hace décadas que nuestros dirigentes olvidaron que hay gasto y hay inversión, y que el gasto hay que minimizarlo y la inversión sólo existe cuando el resultado es más valioso que lo invertido. Pero eso se olvidó y hace mucho tiempo que los políticos celebran cualquier gasto público como si fuera un logro, y si es un gasto permanente con crecimiento de la planta o las estructuras, tanto mejor. Lo peor de todo es que se ha impuesto el mito de que todo gasto es bueno para la economía, para desarrollar el país. No hace falta hacer la lista, podemos empezar por el presupuesto nacional que es información pública, podemos seguir por los organigramas de los municipios, hasta terminar con metrobuses y bicisendas, o canteritos, postes y paredones, pintados de colores por miles de millones fugados a Miami. EL reultado es déficit, endeudamiento, default, rebeldía con los acreedores a un costo criminal, nacionalizaciones, más deudas, pedido de escupidera al FMI, echarle la culpa de todo al FMI, más pedido de escupidera y ahora echarle la culpa de todo a los que todavía no son mendigos del gobierno que son cada vez menos. Alguna vez hay que cortar con eso. No es tan difícil acordarse la definición elemental de la economía, que consiste en no despilfarrar lo que no sobra. Porque de un tiempo a esta parte, los ministros de economía han estado dedicados a disimular el despilfarro más que a economizar los recursos que no son de ellos, ni del presidente, ni de un gobierno, sino de todos los que producen. Mientras tanto los zurdos de mi3rda, se llenan el buche hablando de la distribución y la recontra distribución, eifemismos para robar. La única distribución que tiene un significado económico es la distribución de la producción de valor, que no es lo mismo que tipos que se enriquecen. Se hacen los sensibles ante la desigualdad y lo más elemental es que el hecho de subvencionar el consumo a los únicos que enriquece es a los que venden productos de consumo, y eso obviamente aumenta la desigualdad y mucho más si junto con eso se confiscan las ganancias de los productores y se les condena a no poder reinvertir sus ganancias ni crecer a menos que pidan un préstamo internacional. Si hasta parece hecho a propósito. Si hasta el corrector desconoce la palabra reinvertir. Bueno, Milei es economista, y por lo menos en ese aspecto hay mucho que proponer. En principio, el gasto público es causa de pobreza endeudamiento y déficit y por eso hay que minimizarlo. La inversión pública requiere justificación técnica de sus beneficios. No hay que poner un peso más en cosas que no funcionan, si las cosas se hacen mal, la solución nunca es poner más plata ni hacer más de lo mismo. La propuesta de Milei tiene un objetivo con una dirección y un sentido claro: bajar el gasto, reducir la estructura, un gobierno austero y eficiente, que no se crea el salvador de la patria ni el desarrollador de la economía, ni el educador supremo, ni el poronga supremo, ni el líder carismático de multitudes. No hablamos de votar un emperador, hablamos de que hace mucho tiempo acá no hay una propuesta política concreta, y hay que darse cuenta que si no podemos elegir una propuesta concreta, al menos una dirección, no puede haber democracia. Porque elegir gente para que siga haciendo lo mismo o lo que se le cante, es elegir tiranitos o rufianes, cualquier cosa menos mandatarios responsables. Ellos están cómodos con esos privilegios, y son capaces de envolverse con la bandera y decirnos que son la democracia y que nos representan a nosotros porque no son milicos. Mentira, si no tienen propuesta ni dirección ni sentido, no son la política ni son la democracia. .

Y ya que estamos cayó acá. De la secta de CFK no se puede esperar nada. Si los dejamos nos van a llevar a la miseria al mejor estilo Venezuela. Porque lo suyo es medrar y lucrar con el conflicto social y nada más. En los político y en la gestión son un ejército de ocupación, bastante bárbaro por cierto. El uso y abuso de la ideología de izquierda para alinear la tropa y conquistar todo el poder los hace irrecuperables. De modo que el único tema a considerar es si vamos a tener una verdadera oposición a eso o si vamos a seguir creyendo que con más de lo mismo y algún cambio cosmético o de personajes vamos a salir del fondo de la tabla, o del podio de la infamia mundial según como se lo vea. Lo mejor para el país sería que JxC se de por enterado de que Milei sólo es alguien que dice de frente algo que muchos vemos, y que los que votan por Milei en las encuestas no son gente engañada o confundida sino que son los que le están mostrando a JxC que si alguna vez propuso un cambio, la última vez que lo demostró fue en el discurso de inauguración de sesiones, donde se presentaron como servidores públicos.