"No dejen que nos dividan. Nunca más debemos dividirnos. El día que nos dividimos Macri fue Presidente", vociferó Alberto Fernández en el marco del primer congreso provincial del Frente de Todos en Chaco. El mandatario fue invitado por Jorge Capitanich, uno de los hombres de Cristina Kirchner, con la que aún mantiene una distancia gélida desde el 10 de marzo.
“Tenemos que construir una patria que nos una, dejar de lado las diferencias. Lo que nos une es el camino a través del cual llegar. Con Coqui pensamos lo mismo, y entre nosotros, las diferencias no vienen por el contenido, sino por las formas y los modos de alcanzar el bienestar del pueblo”, continuó, y lanzó: “El enemigo no está en el Frente de Todos sino en la derecha maldita que quiere someter al pueblo argentino".
A pesar de los constantes mensajes públicos de unidad unilaterales del Presidente, el pedido de los propios y de los sectores en tensión, para la conformación de una mesa de diálogo del Frente de Todos no tendrá lugar, en lo inmediato, por lo menos. Y es que desde el entorno de Alberto Fernández argumetan que ya son varios los espacios de intercambio existentes, al tiempo que aclaran que la conformación de uno nuevo no sumaría, sobre todo teniendo en cuenta "la inviabilidad" de una conducción colegiada.
"Escucha a todos, siempre, pero el que decide soy yo", no se cansa de repetir el mandatario. Desde Casa Rosada aseguran que los ministerios actúan de manera articulada con el Presidente ante temas "delicados".
A su parte, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti desestimó la presión de la puesta en pie de un espacio de diálogo entre las partas del Gobierno: "Los pedidos de funcionarios y dirigentes propios los leí -igual que usted- en algunas notas y corren por cuenta de las especulaciones que a ustedes les encanta hacer y, por supuesto, forman parte del trabajo periodistico", sostuvo en conferencia de prensa el jueves tras ser consultada por NA sobre el tema.
Y agregó: "El Presidente cree que la unidad en la diversidad es la manera de llevar adelante todo el trabajo del Gobierno de la mejor la manera posible, y que todos tenemos que hacer frente a esta difícil situación que nos toca atravesar como mundo, y que tienen que ver con la salida de la pandemia y con las consecuencias de una guerra que se está extendiendo en el tiempo y nos representa una situación en la que debemos estar más unidos que nunca".
Pero tal y como lo adelantó Agencia NA, la presión por una mesa de diálogo se amplía a todos los espacios. En más de una oportunidad, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa hizo mención del reclamo, así también varios hombres del entorno de la vicepresidenta, como el ministro de Gobierno, Eduardo de Pedro y sindicalistas de la talla de Pablo Moyano.
Lo más significativo del debate es que incluso nombres del circulo de Alberto Fernández dejaron trascender por lo bajo la necesidad de acercar posiciones con el kirchnerismo dado que consideran que, ante el panorama actual, es la única salida. No fue sino el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis quein rompió el off y declaró: "Tenemos que multiplicar todas las mesas de diálogo que hagan falta", al tiempo que confirmó haber protagonizado encuentros con Máximo Kirchner y Andrés "El Cuervo" Larroque.
A pesar de la coincidencia que trasciende las orientaciones, el mandatario se mantiene firme y no evalúa la puesta en pie de una instancia que implique una diálogo directo con Cristina Kirchner. ¿Habrá forma de reordenarse de cara a 2023 sin diálogo entre las partes?