La empresa norteamericana Livent, a través de su filial argentina Minera del Altiplano S.A., es investigada por Aduana y AFIP por la subfacturación en la exportación de litio, el mineral más preciado del momento.
Al litio se lo conoce como “el oro blanco” y sirve para baterías de dispositivos electrónicos o vehículos eléctricos. La alta demanda hizo que su valor internacional suba un 1000% en la última década.
La minera Livent, que explota el Salar del Hombre Muerto en el norte de la provincia Catamarca, fue multada con $7000 millones y US$8 millones por estas maniobras. Se la acusa de exportar el litio a un precio de unos US$6000 por tonelada, cuando el precio promedio es de unos US$33.000.
”Lo que gana está empresa vendiendo por debajo del valor del mercado, además de la evasión impositiva, es que se vende a sí misma. En realidad, a otras sedes de la misma empresa en el extranjero. O sea, termina pagando un precio irrisorio por los recursos”, explica Alfredo Marchioli, diputado provincial de la UCR, geólogo y denunciante.
Según las estimaciones de Marchioli, la empresa norteamericana exportó litio entre 2015 y 2022 por un valor de US$1200 millones, pero apenas cobró cerca de 700. El saldo es de US$520 millones.
Livent tiene un convenio con la gobernación de Catamarca, que arrastra de la gestión de Lucía Corpacci y se extendió con el actual gobernador, Raúl Jalil. Parte de ese acuerdo incluye la creación de un fideicomiso para financiar obras de infraestructura en la zona.
El Fideicomiso del Salar del Hombre Muerto encabezó obras por un total de $500 millones. Los vecinos de Antofagasta de la Sierra, a 70 kilómetros de la minera, aseguran que esas obras no se terminaron o no funcionan.