El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció las primeras medidas de su gestión en una conferencia de prensa que brindó en la sede de la cartera, horas después de su asunción. A continuación, los primeros chequeos a sus dichos. El resto se publicarán en las próximas horas.
Massa: “Nuestro país tiene la segunda reserva global de shale gas y la cuarta de shale oil”.
VERDADERO, PERO
La Argentina cuenta con 802 billones de pies cúbicos de gas no convencional (shale gas, en inglés) y 27 mil millones de barriles de petróleo no convencional (shale oil) “técnicamente recuperables”, según los datos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) actualizados a septiembre de 2015, última información disponible.
Solo China posee mayores recursos de gas (con 1.115,2 billones de pies cúbicos), mientras que los Estados Unidos (78,2 mil millones de barriles), Rusia (74,5 mil millones) y China (32,2 mil millones) lideran el ranking de petróleo.
Los recursos señalados por Massa abarcan todas las formaciones del territorio nacional, que incluyen a la cuenca de Neuquén y a otras cuencas hidrocarburíferas ubicadas en el Golfo de San Jorge y en la Zona Austral-Magallanes.
De las formaciones, Vaca Muerta es la más importante, con casi 308 billones de pies cúbicos de gas (38% del total) y 16,22 mil millones de barriles de petróleo no convencional (un 60%), lo que la convierte además en una de las más importantes del mundo, en sintonía con lo expresado por el nuevo ministro.
Con los datos de la EIA, hay solo una formación en el mundo con mayores recursos de gas no convencional que en Vaca Muerta, que se ubica en México (Eagle Ford Shale), y 3 con mayor cantidad de barriles de petróleo, ubicadas en Rusia (Bazhenov Central), en los Emiratos Árabes Unidos (Shilaif) y en Libia (Sirte/Rachmat).
En diálogo con Chequeado, el consultor en energía Roberto Brandt precisó que existe una diferencia entre los recursos y las reservas de energía. “Los recursos refieren a las cantidades físicamente disponibles y que pueden ser extraídas con la tecnología existente. Las reservas, en cambio, remiten a los recursos que se pueden extraer de acuerdo también al precio vigente, ya que algunas zonas pueden dejar de ser rentables según el precio. Se trata de un concepto técnico-económico”, explicó.
Sobre las inversiones necesarias para desarrollar la producción de gas y petróleo en el país, un trabajo de Brandt junto a Ieda Gomes que publicó el Instituto de Estudios Energéticos de Oxford plantea que para el período 2016-2030 “se requerirían US$ 120 mil millones (u US$ 8 mil millones por año), de los que alrededor de US$ 73 mil millones serían destinados a las perforaciones no convencionales”.
La agencia de información financiera internacional IHS Markit, por su parte, realizó una estimación mayor, de US$ 8 mil millones por año necesarios sólo para Vaca Muerta.
Chequeado ya realizó 2 chequeos sobre el mismo asunto: al ex presidente de la Nación Mauricio Macri (Cambiemos) y al ex ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido (Frente para la Victoria).
Por lo tanto, lo expresado por Massa es verdadero, porque la Argentina efectivamente se ubica en el mundo segunda en cantidad de shale gas y cuarta en shale oil, pero se trata de recursos, no de reservas. La diferencia terminológica es la posibilidad de aprovechar económicamente los recursos geológicos.
De acuerdo con el método de verificación de Chequeado, una frase es calificada como “verdadero, pero” cuando es consistente con los datos disponibles, pero omite algún elemento del tema o su contexto.
Massa: “En el litio, nuestro país cuenta, junto a Bolivia, con una de las principales reservas mundiales”
VERDADERO
Según un informe sobre el litio publicado en octubre de 2021 por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, la Argentina posee casi el 25% de los recursos globales de litio y se ubica en el segundo lugar, detrás de Bolivia (27,1%). El litio se emplea, entre otros rubros, en la producción de baterías para teléfonos celulares, computadoras portátiles y, más incipientemente, en vehículos eléctricos e híbridos, como se informó en esta nota.
Los datos que ubican a nuestro país en dicho lugar provienen del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). “Los mejores datos globales disponibles, los más confiables, son efectivamente los del USGS”, ponderó en este chequeo Victoria Flexer, química del Conicet que trabaja con el litio en el Centro de Investigación y Desarrollo en Materiales Avanzados y Almacenamiento de Energía de Jujuy.
Sin embargo, como se dijo en el chequeo anterior, no es lo mismo hablar de reservas que de recursos, ya que existen diferencias importantes entre ambas definiciones y esto fue omitido por Massa. “Cuando se habla de reservas, se hace referencia a una porción de los recursos de litio existentes, que se conocen con un alto grado de certidumbre y a los que, luego de aplicarles los factores modificadores (incluyen minado, procesamiento, metalurgia, infraestructura, económicos, de marketing, legales, ambientales, sociales y gubernamentales), al momento de la evaluación resulta económicamente viable su explotación”, explica el informe del Ministerio de Desarrollo Productivo, que el miércoles último fue convertido en una secretaría dependiente del Ministerio de Economía.
Teniendo en cuenta esto, la Argentina igualmente sigue en el podio: no figura segunda sino que se ubica en tercer lugar en cuanto a las principales reservas de litio en el mundo, con una participación del 9%.
Antes de nuestro país están Chile, que explica el 43,8% de las reservas mundiales, y Australia, con el 22,4%. El estudio del Gobierno nacional señala: “Estos valores están fuertemente vinculados a la cantidad y calidad de los estudios realizados en la zona, que se traducen en grados de certidumbre sobre la explotación de los mismos”.
Por lo tanto, lo que dijo Massa es verdadero. Según las fuentes especializadas, la Argentina integra junto con Bolivia el podio global del litio, si se cuentan tanto los recursos como las reservas.