En
estos últimos días se dieron a conocer imágenes de la ex candidata presidencial
colombiana secuestrada por las FARC —Fuerzas Armadas Revolucionarias
Colombianas—, Ingrid Betancourt, en su cautiverio.
Las
imágenes, más allá de ser conmovedoras, demuestran cómo los terroristas torturan a
sus rehenes y cuáles son sus condiciones de vida.
Los
secuestrados por las FARC son alrededor de tres mil, entre los que se
encuentran, incluso, muchísimos niños, los que son utilizados para obtener
rescate o, en algunos casos, para negociar intercambios de prisioneros.
Esta
organización terrorista de ideología marxista, que nació a fines de la década
del 50 hoy se dedica al narcotráfico, convirtiéndose en el mas importante
cartel del mundo, desvirtuando por completo el origen ideológico de su creación,
ya que fue fundada por una comunidad autónoma creada por grupos
armados comunistas y liberales radicales a finales de la época de la violencia
que siguió al "Bogotazo" en 1948.
Breve reseña de las FARC
En
1953 el General Gustavo Rojas Pinilla llegó al poder luego de un golpe de estado
y buscó llevar a su fin la época de La Violencia bipartidista. Por medio de las
amnistías, cerca de 5.000 guerrilleros liberales dejaron las armas.
El
Partido Comunista Colombiano (PCC) desconfió de la amnistía de Rojas Pinilla y
se negó a entregar las armas, si bien hubo grupos que se declararon conformes
con la amnistía. Durante las negociaciones varios de los grupos comunistas que
seguían en armas se concentraron en Sumapaz donde, según su versión de los
hechos, fueron atacados por fuerzas militares que usaron helicópteros y Napalm
provisto por el gobierno de los Estados Unidos a través de la CIA.
En comunicados a la opinión publica las FARC-EP afirman que
su objetivo es acabar con las desigualdades sociales, políticas y económicas, la
intervención militar y de capitales estadounidenses en Colombia, mediante el
establecimiento de un Estado marxista-leninista y bolivariano,[38] lo que es
desestimado por el gobierno y también por gran parte del pueblo colombiano, ya
que muchos sectores populares han sufrido del accionar violento de esta
agrupación armada. Además de que el grupo esta involucrado en negocios
considerados ilegales como el robo, la extorsión, el secuestro y trafico de
armas y droga.
La Unión Europea y el gobierno de Estados Unidos de América
incluyeron en 2001 a las FARC-EP en la lista de organizaciones terroristas, al
igual que a la guerrilla del ELN y las AUC. Organizaciones de Derechos Humanos
como Human Rights Watch y Amnistía Internacional los consideran, al igual que a
otros grupos ilegales, culpables de violar los derechos humanos, de atacar y
perjudicar indiscriminadamente a civiles.
Según Human Rights Watch, las FARC han reclutado a niños,
incluyendo a menores de 18 y 15 años
Originalmente, los guerrilleros de las FARC se oponían al
cultivo de la coca. Durante los años 80 lo aceptaron, participando en el
narcotráfico a través de la creación de un «impuesto» (el llamado gramaje) sobre
los cultivos ilícitos, aplicable a los campesinos cultivadores. Al mismo tiempo,
presentaron propuestas para una posible sustitución de cultivos. Posteriormente
las FARC diversificarían su activad más allá de la regulación de los cultivos,
cobrando «impuestos» a las actividades de los cárteles de la droga, incluyendo a
los laboratorios y las pistas de aterrizaje clandestinas.
Las
Naciones Unidas, y Amnistía Internacional han reclamado a las FARC por
violaciones al derecho internacional humanitario y al Protocolo II adicional a
los Convenios de Ginebra. Se incluye:
-
Reclutamiento de menores.
-
Secuestro de civiles.
-
Toma de rehenes.
-
Desapariciones forzadas.
-
Actos de violencia sexual contra mujeres y niñas, como violaciones y torturas.
-
Trato inhumano a rehenes.
Como
testimonio de las aberraciones de estos delincuentes, adjuntamos sólo un párrafo
de una carta escrita a sus familiares por Ingrid Betancourt: “Antes disfrutaba cada baño en el río. Como soy la única
mujer del grupo, me toca prácticamente vestida: shorts, brasier, camiseta,
botas. Antes me gustaba nadar en el río hoy ni siquiera tengo alientos para eso.
Estoy débil, friolenta, parezco un gato acercándose al agua. Yo que tanto he
adorado el agua, ni me reconozco. (...) Pero desde que separaron los grupos no
he tenido ni el interés ni la energía para hacer nada. Hago algo de estiramiento
porque el estrés me bloquea el cuello y duele mucho”.
No cabe dudas de que estamos hablando de delincuentes y
asesinos, con el agravante de ser narco traficantes.
Lo inentendible es cómo, en nuestro país, ciertos
sectores como absolutamente todos los partidos políticos y agrupaciones de
izquierda, incluso Madres de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S. y pseudos dirigentes
sociales como Luis D’Elía, Néstor Pitrola, o el “huevo” Cevallos, quienes dicen
defender la libertad y los derechos humanos simpatizan y promueven a las FARC.
Esto demuestra que, indudablemente, la izquierda argentina
no es sólo incoherente, sino que además apoya lo que ellos supuestamente
combaten, la tortura, secuestros y extorsiones.
Pablo Dócimo
Fuentes:
Matta Aldana, Luis Alberto (2002), Colombia y las FARC-EP. Origen de la lucha guerrillera. Testimonio del comandante Jaime Guaraca, Tafalla: Txalaparta argitaletxea. ISBN 84-8136-118-6.