El 5 de agosto pasado, el intendente de la municipalidad mendocina de San Martín, Raúl Rufeil, inauguró una red de agua que no estaba lista para ser habilitada. Tribuna de Periodistas accedió a una serie de documentos que lo confirman.
El hecho en sí es escandaloso teniendo en cuenta que el jefe comunal insiste que el líquido es apto para consumo humano y, sin embargo, que provoca enfermedades.
La red de agua fue inaugurada en la zona del Carril San Pedro con el fin, entre otras cosas, de acondicionar la perforación existente en la escuela Nº 1-229 “España”. Sin embargo, desde la institución educativa les informaron a los padres que “no se utilizará el agua del pozo hasta que se realicen las pruebas pertinentes”.
Pero por empezar llama poderosamente la atención que el informe del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) indicando la potabilidad del agua llegó recién el 9 de septiembre, un mes después de la inauguración de la red de agua, es decir que al momento de habilitarse no contaba el municipio con la confirmación pertinente.
Vale destacar que lo que llevó a la presente investigación fue la queja de los propios vecinos, quienes señalaron que el agua tenía un olor y un sabor raro. Tras ello, la municipalidad cortó el agua y realizó una purga en la red.
Fue el secretario de obras del mencionado departamento, Jesús Da Pra, quien confirmó que se debió realizar la purga y reemplazar parte de las cañerías, por lo que los vecinos estuvieron, por lo menos, poco más de un mes consumiendo agua que no era apta para consumo humano.
“Gastaron $40 millones en algo que no funciona”, sostuvo entonces el dirigente del peronismo mendocino Rubén Cuello. Asimismo, el bloque de concejales del Frente de Todos- Partido Justicialista de la municipalidad de San Martín pidió el “esclarecimiento de la situación” y envió un pedido de informes que no fue respondido.
En diálogo con Tribuna de Periodistas, Cuello denunció que “mandaron a reemplazar el caño fisurado y a purgar de urgencia la red completa. Todo esto cercando el lugar para que nadie pudiera saber qué hacían”.
Si hay algo que queda claro de este hecho es el ocultismo con el que el municipio manejó el caso. Por ello, este medio envió un mail a la municipalidad de San Martín con el fin de adquirir información para avanzar en una investigación, pero como era de esperar el mismo no fue respondido.
El escrito, enviado por quien escribe solicitaba “documentación correspondiente a la recientemente inaugurada obra de red de agua del Carril San Pedro que fuera mencionada en testimonios vecinales como “que no se puede consumir”. Estos documentos que pido refieren a: llamado a licitación, pliegos (generales y particulares), y adjudicación. Estos resultan ser papeles que la mayoría de las municipalidades y el gobierno de la provincia poseen abiertos al público, es por ello que resultaría absurdo hacer un pedido de acceso a la información pública cuando debieran estar presentes en la página oficial del gobierno municipal. Se pide pronta respuesta”.
San Martín ostenta una insoportable falta de transparencia, evitando que los vecinos accedan a información de interés público y dejando el camino libre hacia la corrupción, incluso en casos como este en el cual, lo que se ve afectada, es la salud de los propios sanmartinianos.
Como si ello fuese poco, el pasado jueves 22 de septiembre, el EPAS labró un acta en el que se describe el ineficiente proceso de cloración y solicita que se regularice, y hace hincapié en los “reclamos de los usuarios por olor y sabor desagradable en el agua”.
Asimismo, en un informe técnico firmado por el vicepresidente del EPAS, Mario Draque, el pasado 9 de septiembre, asegura que “el resultado de análisis bacteriológico indica presencia de bacterias coliformes totales, lo que indica que la calidad no es buena”.
Las bacterias coliformes a menudo se denominan “organismos indicadores” porque indican la presencia potencial de bacterias que causan enfermedades en el agua. Es dable resaltar que el agua puede utilizarse para consumo humano “previa potabilización”, es decir que debe hacerse una desinfección, algo que no estaba sucediendo.
Durante la jornada del miércoles 28 de septiembre, el EPAS labró el acta de constatación Nº33972 en la que se describe que el clorado es “bajo”. Asimismo, en el acta de extracción de muestra Nº14700, realizada el mismo día, el EPAS asegura que “se debe regularizar la cloración de forma urgente”.
Los vecinos del lugar siguen protestando debido a que el agua es intomable, ya que, según la declaración de un operario del mencionado organismo, al cortarse la luz, la máquina de cloración continúa haciendo inyecciones, lo que provoca, esta vez, un exceso de cloro, provocando en muchos casos mal estar estomacal.
Por tanto, se volvió a cortar el agua para purgar al red nuevamente, lo curioso es que no solo el gobierno municipal del intendente Raúl Rufeil continúa con la publicidad a través de medios de comunicación, sino que en la página oficial del municipio se hizo un posteo en el que se indica que el agua puede utilizarse para consumo humano, lo que resulta, a la postre, algo gravísimo.
Lo antedicho no es una cuestión de opinión personal, sino que hay vecinos que fueron atendidos en el Hospital Perrupato y han sido diagnosticados con enterocolitis, llegando a ser en casos aguda. Se trata de una inflamación en el intestino delgado por consumo de líquidos o alimentos contaminados con bacterias coliformes.
Un operador del EPAS le pidió a los vecinos del lugar, no solo que no consuman el agua, sino incluso que no la echen a las plantas, y hasta les permitió regar la calle hasta que les avisen que se puede consumir, “de ahí ya a cuidar el agua”, advierte en un audio al que tuvo acceso Tribuna de Periodistas.
Lo dicho por este empleado se basa en una muestra sacada de la red el pasado sábado 1 de octubre en horas de la mañana, en la que se advierte que el líquido es turbio.
Es decir, casi dos meses desde que se inauguró la red aún no es apta para consumo humano, y como si ello fuese poco, el intendente Rufeil insiste en promocionar una obra mal hecha. Vale destacar que no puede desconocer jefe comunal lo que sucede, por ende, es cuanto menos corresponsable de la grave situación de los vecinos, incluyendo el riesgo de salud que corren al consumir un líquido que no es apto ni siquiera para regar las plantas.
Por último, cabe destacar que la municipalidad de San Martín jamás respondió al requerimiento realizado por este medio con el propósito de conocer los detalles de la licitación/contratación y posterior adjudicación de la mencionada obra. ¿Qué se quiere ocultar?
© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados