Un nuevo gobierno ha visto la luz el 10 de
diciembre, asegurando una continuidad democrática de 24 años. Sin embargo, esta
aparente coherencia no se ha visto reflejada ni por asomo en el panorama de los
medios y la relación de la prensa con el poder constituido, así como la de estos
con la sociedad en su conjunto. Pues desde la década de los 90, no ha existido
una coherente política luego de la privatización de los mismos, así que su
visión de la realidad muchas veces no coincide con el punto de vista del resto
de la comunidad.
La reciente aprobación por parte del saliente kirchnerismo,
ahora en continuado con la administración de Cristina Fernández de Kirchner, de
la fusión entre Multicanal y Cablevisión vislumbra un porvenir
nefasto en el que la información se concentrará en una sola mano y por una sola
cabeza. Los panoramas "demoniales" expresados profusamente en Un mundo feliz
de Aldous Huxley y en 1984 de George Orwell, adquiere en la Argentina de hoy
tremenda actualidad. Pues no sólo una administración estatal pretende detentar
el uso y abuso de la realidad, sino que también un monopolio aliado con ella,
busca manipular las conciencias y las voluntades.
Frente a esto, lo único viable y posible es la "mancomunidad"
entre los medios alternativos que se han constituido, en respuesta a esto, en
los ojos y oídos de la gente. Pues en este siglo XXI en Argentina, hay un
periodismo dependiente de lo que propaga el Gobierno, y el resto de la y gente
con nuevas herramientas para defender su derecho a conocer la verdad. Por eso
Thomas Jefferson decía con razón que “la prensa tiene que ser el perro guardián de
la ciudadanía”. Y mientras la corporación mediática no cumpla con esta
premisa, los que debemos hacerlo somos nosotros. Porque la información oficial es
muchas veces distinta de la realidad, craso ejemplo la burla sardónica de los
índices inflacionarios del INDEC y ahí es donde entra a jugar el sentido común,
muy similar a Malvinas, “estamos ganando”.
El Gobierno es básicamente de doble discurso, pues dice una
cosa y hace otra. Si habla, queda expuesto. Por eso nunca los medios utilizan
la repregunta y para colmo, el 90% de los mismos son oficialistas. Nuestra razón
de ser es la independencia, de lo
contrario el periodismo troca en publicidad. Dentro del escaso margen entre el poder y el
Estado, debemos circular y para narrar los hechos hay que poseer sentido común.
Sencillo como paloma pero astuto como serpiente, bien plantado en el lugar y el
tiempo determinado pues eso constituye el contexto desde donde escribe y relata.
Tampoco vale eso de “todo tiempo pasado fue mejor”, porque el presente también
puede ser espantoso. El periodista alternativo es el intermediario que cuenta a
los que habitan fuera de Balcarce 50 y la Quinta de Olivos lo que acontece ahí
dentro. No se es protagonista, los que generan la noticia son otros. Y es aquí
donde entra nuestra misión, de ser intermediarios entre los acontecimientos y la
gente que ansiosa espera respuestas.
Periodismo perseguirás
Parece sencilla la premisa del hombre de prensa, proveer de
información "honesta" a la sociedad y analizar los hechos que conforman lo que
es "noticiable". Esto que parece tan simple, no lo es en absoluto: baste ver
cómo manejan la información los grandes medios y cómo se calla lo que es
trascendente. Es obvio que el servilismo y la obsecuencia han reemplazado al
periodismo honesto, provocando un grave daño al ciudadano común, que termina
desinformándose acerca de la realidad y no puede elegir libremente.
Hay tópicos que nunca serán investigados por los grandes
medios, receptores estos de millonaria publicidad oficial. Por caso, podemos
mencionar los fondos de Santa Cruz, la desaparición de Julio López, las valijas
blancas de Southern Winds o la falsa titulación de Cristina Fernández de
Kirchner. Todos estos tópicos generan gran incomodidad al oficialismo y por ello son
callados gracias a la obsecuencia de los grandes medios. ¿La sociedad? Bien,
gracias, desinformada como siempre.
Por lo antedicho, hemos decidido organizar un encuentro de
medios independientes a través del cual esperamos unir a todas las voces
disidentes del discurso interesado de los grandes monopolios, el cual se hará
efectivo en los primeros días del mes de enero del año 2008. Aquellos
interesados en ser parte de esta "epopeya" pueden escribirnos a
elperiodista@gmail.com o
ferarpa2001@gmail.com.
No tenemos duda alguna de que, a través del esfuerzo común,
podremos "romper" la barrera de la desinformación. Depende de todos nosotros y
la mera voluntad de trabajar en conjunto.
Vuestra respuesta a esta convocatoria será el puntapié
inicial para empezar a cambiar la vergonzosa realidad periodística que nos toca
en suerte.
Christian Sanz y Fernando Paolella
Desde la redacción de Tribuna de periodistas