Aquel día, Rodrigo aceptó traer equipaje extra para pagar sus deudas, pero al final pasó su cumpleaños 36 tras las rejas: los aduaneros de la terminal A del aeropuerto internacional de Ezeiza descubrieron que las tres botellas de vidrio que llevaba en bolsas de regalo tenían los corchos cambiados. Dentro había 3.998,5 gramos de MDMA, casi cuatro kilos en estado líquido, suficientes para preparar 26.539 dosis de éxtasis.
Eso fue el 20 de agosto. Un viaje desde Barcelona, España, sin escalas hacia Ezeiza, la cárcel de Ezeiza. Después de pasar cuatro meses en una celda, llegó a un acuerdo con el fiscal Marcelo Agüero Vera para firmar un juicio abreviado: una pena de 3 años de prisión en suspenso a cambio de aceptar su responsabilidad en el hecho, según el fallo al que accedió el portal Encripdata, típica «mula» que lleva y trae para el negocio de otro.
El 29 de diciembre, finalmente, el acusado recuperó la libertad: el juez Jorge Alejandro Zabala, del Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) 1 porteño homologó el juicio abreviado por el delito de «contrabando agravado por tratarse de estupefacientes que por su cantidad se encontraban inequívocamente destinados a ser comercializados, en grado de tentativa».
Pero Rodrigo es solo uno de los tantos que forman parte de la ruta del éxtasis, que es de ida y vuelta: algunos llevan cocaína hacia Europa y otros regresan con este tipo de drogas de diseño a la Argentina, ya sea ingresando por Ezeiza, el principal aeropuerto del país, o por Iguazú, Misiones, como Adriana Lopes Rodrígues, condenada a 4 años y 8 meses de prisión por una valija explotada con 18 mil pastillas de éxtasis.
La joven Adriana era novia del brasileño Marcelo Pinheiro Veiga. Alias «Piloto» fue uno de los capos del Comando Vermelho (CV) mientras operó desde Brasil, pero cuando se instaló en Paraguay también prestó colaboración a sus rivales del Primeiro Comando da Capital (PCC). Ahora está preso en Catanduvas.
Hay alguien más que puede confirmar ese ida y vuelta en la ruta del éxtasis: como publicó Encripdata, Ezequiel Zabalua llegó en velero con 1460 kilos de cocaína a la playa de la Bajadilla, Marbella, España, y quiso pegar la vuelta por el océano Atlántico con 56 kilos de MDMA. No pudo: los investigadores del Servicio de Vigilancia Aduanera lo estaban esperando en Tarifa, en el mar Mediterráneo.
El negocio no se detiene: esta semana cayó otra «mula» en Ezeiza con 7,76 kilos de éxtasis en una valija con doble fondo. Quedó detenido a disposición del juez federal Marcelo Aguinsky.
Para las autoridades, su perfil era un «caso de riesgo»: este austríaco, dueño de un sello musical, iba a participar de fiestas electrónicas, donde las pastillas de éxtasis son las reinas de la noche.
No hace mucho un narco del conurbano «coronó» 400 kilos de cristal sin problemas.
Con esa operación de 18 millones de dólares se ganó el respeto de varios.
Para comprender TODO EL ANTRO DE CORRUPCIPON que es la ADUANA, hay que remontarse a muchísimos años de Historia. " Como una de las Instituciones Fiscales más antiguas de la Argentina, desaparece derrotada por el indomable contrabando. Según HISTORIADORES SOBRE LA ADUANA ARGENTINA, , aquel antiguo delito puesto en práctica por los fenicios, llega hasta nosotros entre arbustos costeros y arribadas forzosas, para culminar con la grandilocuente ADUANA PARALELA. 219 años de Historia muy interesante para comprender lo que ocurre." CARLOS HORACIO BRUZERA Historiador.