El presidente se trasladó esta semana al Chaco, la que él definió como la provincia modelo para la Argentina (la que reproducía en pequeño lo que el peronismo sueña para el país todo) para inaugurar el ciclo lectivo 2023.
Allí en lugar de hablar de la importancia de la educación para darle a los chicos las herramientas para incorporarse al mundo del mañana, dijo básicamente dos cosas.
En primer lugar, que ahora, con su gobierno, los maestros ya no se preocupaban porque ganaban poco sino porque ganaban mucho y su ingreso los hacía pasibles de pagar el impuesto a las ganancias.
Es difícil saber en qué mundo vive el presidente. Sin dudas, escucharlo afirmar cosas como estas lo hace a uno dudar si está completamente en sus cabales.
Un maestro fuera de la jurisdicción de CABA no llega a ganar $130000. El mínimo no imponible de ganancias está hoy en $404000. ¿De qué habla Fernández? ¿Acaso el tsunami de mentiras en que se convirtió su vida ya le arrasó completamente su cerebro y no distingue bien lo que dice, o cree que puede decir cualquier cosa porque sabe que su descrédito es de tal magnitud que una mancha más al tigre no se le notará?
Resulta francamente increíble que no haya nadie en el propio auditorio que no se levante y le diga ¿pero señor, de qué habla?
Un maestro hoy es pobre aunque trabaje, una realidad común a muchos argentinos que no logran superar sus carencias aunque tengan un ingreso.
A esta situación los ha llevado el peronismo que, gobernando directamente o impidiendo que gobiernen otros, lleva 20 años continuos de destrucción de nivel de vida y de empeoramiento de la condición social de todos.
La educación es quizás el emblema de toda esa destrucción. Lo que debió ser la bandera de la igualdad de oportunidades, del acceso a una vida mejor, del progreso social y de la movilidad social ascendente, fue un terreno copado por el ideologismo fascista para producir zombies en serie.
Esos zombies están siendo usados ahora no solo para sostener el régimen sino para mantener en el poder a una perfecta máquina de saqueo y robo que ha dado a luz a una casta desigual, multimillonaria y poderosa que, desde el Estado, reprodujo las inequidades que el mundo conocía de las épocas en que gobernaban monarcas absolutos.
El otro tema al que se refirió el presidente vino a confirmar, justamente, este plan maquiavélico en el que la educación ocupa poco menos que su centro.
En uno de los clásicos giros que Fernández usa cuando quiere halagar a quien lo escucha dijo que los maestros “penetraban la mente de los chicos con patrones de conducta”. ¡Una confesión a cielo abierto!
Nótese que el presidente eligió una palabra bien gráfica para transmitir lo que quería decir: utilizó el verbo “penetrar”. Quien penetra entra, en este caso, en la mente de los chicos. Quien penetra, de algún modo, también, somete al penetrado con el imperio de su penetración.
Pues, muy bien, eso es lo que ha hecho y sigue haciendo el peronismo desde que el mismísimo Perón dijo que los maestros en las escuelas debían ser una parte importante de la polea de trasmisión de la “doctrina nacional justicialista”.
Para ser coincidente con ello, ayer se conoció también el plan del gobierno marxista de Kicillof en la provincia de Buenos Aires para este año escolar. Con la excusa de conmemorar 40 años de democracia, el peronismo bonaerense se apresta a someter a los chicos a un profundo proceso de adoctrinamiento (en realidad a una profundización del lavado de cerebro al que ya vienen siendo sometidos hace décadas) que consistirá, básicamente, en llevar a la mente de los estudiantes (por la vía de “penetrarla”) la idea de que todo lo que no sea kirchnerismo debe ser automáticamente vinculado a la dictadura militar y que solo el kirchnerismo representa la democracia.
Algunas de las temáticas de “discusión” mes por mes que se propone llevar adelante Kicillof son las siguientes:
Marzo: Dictadura, terrorismo de Estado, centros clandestinos de detención y tortura, teoría de los dos demonios, Madres y Abuelas, Proyecto económico neoliberal.
Abril: Conflicto de Malvinas, acciones bélicas, operación Rosario, apoyos internacionales, los combatientes, servicio militar obligatorio, denuncias de soldados sobre torturas, las mujeres en la guerra de las Malvinas
Mayo: Triunfo de Alfonsín, juicio a las juntas, rebelión carapintada
Junio: Hiperinflación, saqueos, menemismo, privatizaciones, convertibilidad
Julio: Leyes de obediencia debida y punto final, indulto, fracaso del 1 a 1, Efecto Tequila
Agosto: La Alianza, crisis política social y económica, el corralito, 2001, caída de Fernando De la Rúa, 6 presidentes en una semana, Qué se vayan todos
Septiembre: El duhaldismo, masacre de Avellaneda, asesinato de Kosteki y Santillán, movimiento piquetero, adelanto de las elecciones
Octubre: Presidencia de Nestor Kirchner, la deuda con el FMI, política económica. Social, laboral, educativa, previsional, sanitaria, ambiental, cultural, reducción de los niveles de pobreza, indigencia y desempleo, renovación de la CSJ, juicios por delitos de lesa humanidad y política de derechos humanos, rechazo al ALCA, relación con los países latinoamericanos.
Noviembre: Los dos gobiernos de Cristina Kirchner, desendeudamiento, fondos buitres, Ley de Medios, Ley de Matrimonio igualitario, expropiación de YPF, ley de identidad de género, ley de protección integral de niños, niñas y adolescentes, nuevo Codigo Civil, régimen de empleadas domésticas, actualización de AUH por ley, creación del banco genético, derogación del código de justicia militar, ley de protección y prevención de la violencia contra las mujeres.
Diciembre: Gobierno de Macri, vuelta al FMI, gobierno de Alberto Fernández, pandemia.
Nótese por un lado el evidente y retorcido esfuerzo por vincular un determinado tipo de modelo económico y social con la dictadura y de otro modelo económico y social con la democracia, cuando, paradójicamente, el que se pretende vincular con la dictadura es el que tiende a la libertad (como el uso por ellos mismos de la palabra “liberal” lo demuestra sin mayores explicaciones) y el que se pretende vincular con la democracia ha generado una organización social en donde ellos son los millonarios y el pueblo es pobre, cuando no directamente miserable.
También la minuciosa y ridícula enumeración casuística de proyectos aprobados durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y que han llevado la estructura del gasto estatal a la estratosfera, gasto que está siendo pagado hoy con una formidable evasión que, traducida en inflación, está pulverizando el futuro de millones.
Fíjense como lo que se destaca de Macri es “la vuelta al FMI”, para, por un lado, seguir vinculando subliminalmente a un determinado tipo de gobierno con una especie de lo que ellos -desde su falso y demagógico chauvinismo nacionalista- describen como una “venta del país al extranjero”, y, por el otro, para tener siempre listo el “ah pero Macri”.
Mientras, del gobierno de Fernández se destaca solo la pandemia, como encontrando allí la excusa para todos sus fracasos: “ah pero la pandemia”.
Sin embargo, estos son los temas de “penetración” que les esperan a los chicos de la provincia de Buenos Aires, si es que la oposición no logra detener este disparate de alguna manera. Es más, este adoctrinamiento será financiado con el dinero de TODOS los bonaerenses, de los peronistas y de los no-peronistas.
A los estudiantes de la provincia de Buenos Aires los van a “penetrar”: es como si fuera una metáfora de la sodomización a la que el peronismo viene sometiendo a la Argentina desde hace casi 80 años.