“Son obligaciones del personal docente formar a los alumnos en las normas éticas y sociales con absoluta prescindencia partidaria y religiosa, en el amor y respeto a la patria y en el conocimiento y respeto de la Constitución Nacional y la Constitución Provincial”
El artículo 6 inciso C del Estatuto docente de la Provincia Buenos Aires, ley 10579, desaconseja explícitamente el adoctrinamiento político en los establecimientos educativos.
Sin embargo, en una de las instituciones más importantes de todo el territorio bonaerense parece no interesar demasiado cumplir con aquel precepto.
El Instituto Superior de Formación Docente nro. 19, ubicado en la calle Almafuerte 565 de la ciudad de Mar del Plata, está en el podio de los más grandes de toda la provincia de Buenos Aires, junto a sus pares de La Matanza y La Plata.
La matrícula 2021 fue de 2.169 alumnos y se dictan 8 profesorados: Educación Inicial, Educación Primaria, Educación Secundaria en Lengua y Literatura, en Matemática, Educación Especial, Educación Secundaria en Geografía, en Biología, y Profesorado de Inglés.
Es decir, su función se centra en formar a los docentes del futuro. Un Instituto que supo ser de excelencia. De hecho, en 2017, las autoridades de entonces fueron elegidas para concurri a Finlandia, a fin de observar el sistema educativo de aquel país, uno de los mejores del mundo.
Su actual directora es Analía Laxalde, quien no oculta su militancia política, concretamente dentro del kirchnerismo. Y más específicamente en “La Cámpora”. En verdad, fue designada vice directora en agosto de 2019, por concurso, pero asumió la dirección del Instituto cuando la titular designada se fue como Inspectora Escolar.
Laxalde es, a su vez, la máxima autoridad del colegio Arturo Illia, dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, desde el 1 de diciembre de 2021 y por el lapso de 4 años. El kirchnerismo tiene allí un fuerte arraigo.
Analía Laxalde está muy ligada a Fernanda Raverta, titular de la ANSES y ex candidata a Intendente de General Pueyrredon, pero en especial al marido de ésta, el senador provincial Pablo Obeid. De hecho, la directora del ISFD 19 no reportaría a sus superiores naturales, como la Dirección de Inspección Regional ni a las autoridades educativas locales, sino directamente al legislador.
De acuerdo a diversas fuentes, Obeid es quien manejaría en los hechos el gabinete educativo de toda la provincia, y es quien estaría detrás de las designaciones y los cargos en el área.
La directora, hay que decirlo, no oculta sus pasiones políticas. El 1 de marzo de 2022 publicó en sus redes sociales, junto a una foto de la vicepresidente Cristina Kirchner bailando, con lenguaje inclusivo: “A no olvidar querides cuándo volvieron los feriados de carnaval”.
Y pocos días después, el 9 de abril del mismo año, se la ve en una foto junto a los nombrados Raverta y Obeid, la afirmación “Del lado peronista de la vida. Amor, compromiso y militancia siempre”.
Según cuentan fuentes fidedignas, a Laxalde se la conoce como la “Comisario político Kuka”.
¿Pero qué le endilgan a la dirección del Instituto? Básicamente, adoctrinamiento político y hostigamiento.
En una “Carta abierta a la comunidad”, publicada el 28 de marzo de 2023, representantes de estudiantes y docentes de la institución, nucleados en distintas agrupaciones, luego de reprocharle ciertas conductas que entrarían en colisión con “el funcionamiento democrático” del Consejo Académico Institucional (CAI), afirman que “a esto hay que sumarle llegadas tarde, suspensión unilateral de reuniones del Consejo por fuera del reglamento, y citación a docentes que causan intimidación, amedrentamiento y zozobra”.
El CAI en toda institución educativa tiene por función “estudiar el currículo y propiciar ajustes para su continuo mejoramiento, así como organizar el plan de estudios y orientar su ejecución, y orientar la revisión continua del rendimiento de los estudiantes y el proceso de evaluación institucional”.
Es decir, cumple un rol fundamental.
Sin embargo, de acuerdo a distintos estudiantes y docentes consultados, que prefirieron no dar sus nombres por “miedo”, las autoridades del ISFD 19 de Mar del Plata, llevan adelante “una gestión autoritaria”, generando una política de “persecución y hostigamiento” a todo aquel que piense diferente. Además de ello, es muy explícito un marcado “incumplimiento de la normativa”.
Hace pocos días, el 12 de abril este año, un importante grupo de profesores y alumnos, hicieron circular en el Instituto una solicitada repudiando “enérgicamente todo acto de violencia, se manifieste ésta de cualquier modo a cualquier miembro de nuestra comunidad, así como a cualquier acción que llevemos a cabo en el marco de las leyes, resoluciones, disposiciones o cualquier otra norma vigente”.
Al parecer, por aquellos días se habría producido algún tipo de amedrentamiento concreto propios de otra época de la Argentina. De confirmarse la especie, resultaría un hecho de una gravedad inusitada.
Pero hay otro punto que merece destacarse, y que impacta de lleno en la acusación de adoctrinamiento dentro del ISFD 19.
Para el año en curso, la dirección del establecimiento propuso agregar distintas materias en los profesorados, muy controvertidas y de indisimulable contenido político, al menos desde sus enunciados.
Algunas de ellas son: Políticas de Genero en la educación; Perspectivas de género; Diseño de propuestas diversificadas de enseñanza e igualdad educativa; Derechos Humanos, memoria y soberanía; y Educación para todos, el juego como inclusor social
Si bien no llegaron a tener contenidos, no se comprendería su instrumentación en carreras de formación docente, donde más que en ningún otro centro formador, debe prescindirse de cualquier orientación política.
La Ley Nacional de Educación, 26.206, sancionada el 13 de diciembre de 2006, en el Capítulo II de su Título IV, dedicado exclusivamente a la formación docente, en el artículo 76 estableció «la creación del Instituto Nacional de Formación Docente, dependiente del Ministerio de Educación de La Nación».
Inaugurados en 2007, cumplen “la función primaria de direccionar, planificar, desarrollar e impulsar las políticas para el sistema superior de formación docente inicial y continua”.
De acuerdo a sus postulados, poseen “las responsabilidades de promover políticas nacionales y lineamientos básicos curriculares para la formación docente inicial y continua”. Y agrega: “Con la creación del INFD, el Estado Nacional, en acuerdo con los 24 Estados provinciales, establece criterios básicos de formación docente para todo el país a través de Planes Nacionales de Formación Docente”.
En la provincia de Buenos Aires existen 178 ISFD y de formación técnica públicos.
Otros asuntos que le cuestionan a la dirección del Instituto marplatense es la existencia de concursos a dedo para que ingresen docentes alineados políticamente, personal que no cumple las horas de trabajo convenidos, falta de registro de las órdenes de mérito en concursos, y una fuerte caída en la matrícula debido, al parecer, a todo aquello.
En relación a este último punto, aunque no hay números oficiales aún respecto a 2022 y mucho menos del año actual, se registraría una marcada disminución en la inscripción de estudiantes. De acuerdo a algunos datos preliminares, se habría pasado de los más de 2100 en 2021 a unos 1200 en 2023.
Habría que ver, en ese caso, qué sucederá con los cargos, que por lógica, debieran bajar. Pero, según afirman, esto no habría ocurrido.
Así mismo, pese a que el calendario escolar establecido por el Consejo General de Educación, presidido por el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, fijó el inicio de clases para el nivel superior el 13 de marzo, el ciclo lectivo en el ISFD 19 de Mar del Plata comenzó mucho más tarde, el 10 de abril.
Nadie se explica por qué.
En el plano estrictamente académico, también subrayan que hubo cátedras sin cubrir durante todo 2022. Algunas de ellas fueron “Didáctica y Curriculum” en Educación Inicial, y “Educación Plástica”.
Más allá de esto, lo más grave estaría ocurriendo en otros ámbitos. Un estudiante le cuenta a este medio que la dirección de Analía Laxalde organizó “grupos de apoyo como brazos políticos, y así los llamo ella, con agrupaciones estudiantiles afines”.
Esto se habría corroborado en los llamados CIPEs.
Los Coordinadores Institucionales de Políticas Estudiantiles (CIPEs) son parte de una estrategia del Instituto Nacional de Formación Docente del Ministerio de Educación de la Nación en acuerdo federal con las Jurisdicciones para «motorizar y llevar adelante el fortalecimiento de las trayectorias estudiantiles».
De acuerdo a la información oficial, “tienen un rol central en acompañar la generación de condiciones institucionales que alienten la participación de las distintas voces, el diálogo entre los estudiantes, entre estudiantes y profesores, entre estudiantes y directivos, y también en estrechar el vínculo entre el instituto y el resto de la comunidad”.
Pero al parecer, en el ISFD 19 estaría sucediendo todo lo contrario.
En el establecimiento en cuestión, “los cipes hacen publicaciones injuriosas sobre los profesores q pertenecen al CAI”, sostiene un docente, para destacar que “se alinean políticamente con la directora, cuando su función es llevar adelante las políticas estudiantiles emanadas de Provincia en relación a las becas o al plan Progresar”. Y asegura sin dudar: “Son utilizados por la directora para bajar línea partidaria”.
Como ejemplo de aquello, en una conversación de whatssapp, un miembro de CIPEs afirma que “conocemos las intenciones que hay detrás de los docentes que eligen confundir al estudiantado”.
Pero además, le habrían dado el manejo de la comunicación institucional en redes sociales a un dirigente llamado Alejandro Torres, perteneciente a La Cámpora, egresado del lugar pero ya nada tiene que ver con el, donde publica noticias del Instituto, y posteos varios. Al tratarse de una comunicación oficial, debería transitar por los canales oficiales pertinentes.
Torres es profesor de Lengua y Literatura en la Unidad Carcelaria de Batan, y estaría muy vinculado con Pablo Podestá, consejero escolar de General Pueyrredon por el Frente de Todos y fuertemente alineado con el matrimonio de Raverta y Obeid.
Uno de los posteos que hizo Alejandro Torres con el fin de justificar la bajada de línea política en el establecimiento es un increíble spot realizado por jóvenes que no son alumnos, donde afirman luchar contra “el discurso hegemónico” y el avance de “la derecha”.
Tan pintoresco como contrario a lo que dice el propio Estatuto Docente.
Si esto ocurre en Mar del Plata, donde gobierna la oposición, “no me imagino lo que debe pasar en otros Institutos del conurbano”, dice un docente.
La Dirección Provincial de Educación Superior está a cargo de la funcionaria bonaerense Marisa Gori, y de ella depende la Dirección de Formación Docente Inicial, cuya titular es Viviana Taylor. Ambas son muy amigas y militan juntas.
Taylor, en su perfil, se define como “Docente-Peronista-Feminista”, y afirma pertenecer con orgullo a La Cámpora, ilustrando su blog con una enorme foto del gobernador Axel Kicillof y Cristina Kirchner.
“Los Institutos de Formación Docente no están en el radar de la gente y es donde se siembran las semillas de adoctrinamiento”, aseguraba el año pasado la legisladora porteña de Republicanos Unidos Marina Kienast.
Tal vez sea hora de que empiecen a estarlo. Especialmente porque allí se forman los docentes del futuro. Un fututo que ya llegó.