Las expresiones del presidente Fernández en ocasión de la reunión de presidentes del Mercosur en referencia a la situación de Venezuela llenan de vergüenza a la república.
Obvio que no es más que una repetición de las reiteradas manifestaciones de este impresentable que la Argentina se dio el lujo de tener ocupando por cuatro años el lugar de los presidentes, pero no por repetidas dejan de causar asco y zozobra entre los reales demócratas del país y de la región.
Fernández, no conforme con no condenar la vil proscripción y persecución de María Corina Machado (“El problema de Venezuela lo deben resolver los venezolanos y no otros países metiéndonos en sus problemas internos. La mejor forma de hacerlo es recuperando el diálogo entre los venezolanos que hoy padecen una situación muy difícil producto de esa sanción que han recibido y lastima al pueblo de Venezuela”, dijo el impresentable presidente argentino) como candidata de la oposición en Venezuela (la Contraloría General de Venezuela -una especie de policía política electoral de la dictadura- inhabilitó a la exdiputada opositora María Corina Machado para postularse a cargos de elección popular durante un plazo de 15 años) escaló su repugnante declaración diciendo que el éxodo venezolano -el más grande de Occidente en los últimos 80 años- no se debía al comunismo castrista que redujo lo que era un país pujante a una gigantesca villa miseria (algo parecido a lo que ocurrió en Argentina pero un grado mucho mayor y más profundo porque la destrucción allí se llevó adelante por profesionales marxistas y no por chantas peronistas [en eso la Argentina no dejó de tener “suerte”]) sino al “bloqueo” norteamericano.
¿¡Cuántas veces más vamos a tener que escuchar esta misma cháchara que nuestros oídos vienen escuchando desde hace sesenta años con el caso cubano!?
¡Basta ya de esta mentira, vieja, antigua, anacrónica! Tanto Cuba como Venezuela pueden comerciar -como de hecho lo hacen- con cientos de países en el mundo, la Argentina incluida. Ni Cuba ni Venezuela están sometidas a ningún bloqueo. Esa es una más de las mentiras comunistas que usted, como buen zángano al servicio del mejor pagador, repite. Pero es un atroz embuste.
Además, si el comunismo vino a crear un sistema tan moralmente superior y económicamente eficiente e insuperable ¿por qué necesita del comercio yankee para sobrevivir? ¿Acaso no era la oportunidad de demostrarle al mundo que ese sistema era tan bueno que aun prescindiendo de los Estados Unidos podía producir resultados relucientes en términos de darle un nivel de vida saludable a la gente? ¿Por qué el comunismo se queja del “bloqueo” (que además no es bloqueo sino un simple embargo comercial) de su enemigo si su enemigo practica un sistema tan ineficiente que no sirve para nada’ ¿En qué quedamos, maestro? ¿Denigramos a Estados Unidos pero no servimos ni para producir una docena de huevos en tiempo y forma sin la ayuda norteamericana?
Además es otra mentira descarada que tanto Cuba como Venezuela sean víctimas de un aislamiento norteamericano completo. Estados Unidos es para Cuba, por ejemplo, su quinto “socio” comercial en el mundo. Cientos de miles de dólares de venezolanos que viven en EEUU van rumbo a Caracas todos los meses. Comida y medicinas norteamericanas llegan a las costas venezolanas todos los días. ¿De qué “bloqueo” habla, Fernández? Los venezolanos se van de Venezuela (como los cubanos de Cuba) porque a nadie le gusta estar preso en una villa miseria donde no hay nada, idiota. Por eso se van: porque el régimen que usted y los suyos defienden no es culo de producir lo mínimo indispensable para el pueblo de cuya esclavitud depende y con cuya demagogia se llena la boca.
De nuevo el país pasó vergüenza frente a lo que fueron las declaraciones sobre el caso Machado de los presidentes de Uruguay y de Paraguay.
“Todos tenemos una opinión clara sobre el régimen venezolano. Hay que tratar de ser objetivos, esto se discutió en una reunión en Brasilia. Está claro que Venezuela no va a salir a una democracia sana, si cuando hay un viso de posibilidad en una elección, una candidata como María Corina Machado, que tiene enorme potencial, se la descalifica por motivos políticos y no jurídicos”. “Los distintos bloques han alzado su voz, y un flaco favor le hacemos a la democracia venezolana y a su pueblo si no alzamos la voz. El Mercosur debe dar una señal clara”, agregó Lacalle Pou. Lamentablemente, presidente Lacalle, no “todos” parecen tener una “opinión clara” sobre el régimen venezolano. O quizás sí, solo que esa opinión difiere diametralmente, según sea la suya o la de Fernández o Lula.
En la misma línea, Abdo aseguró que “el único límite razonable debe ser el respeto a la democracia y a los derechos humanos”. Con mucha preocupación estoy siguiendo los eventos de los últimos sucesos en Venezuela”, señaló el presidente paraguayo (que aparecía al lado de su sucesor, el presidente electo Santiago Peña) que enfatizó: “Siempre he buscado darle voz al sufrido pueblo venezolano, y esta vez no puede ser la excepción. Cuando asoma un camino de salida, por la realización de una elección, vimos rápidamente apagada esa ilusión con la inhabilitación de María Corina Machado. Este es un hecho que choca, clara y escandalosamente, con la letra de los derechos humanos. Hoy vemos una violación a los derechos del pueblo venezolano y de Machado, que atacan el nervio de la democracia venezolana”, expresó Abdo.
Que la Argentina ande por el mundo dando estos espectáculos -como lastimosamente los dio en todo el planeta de modo sistemático en cuanto foro internacional le tocó aparecer en estos últimos cuatro años, protagonizando verdaderos papelones vergonzantes- es penoso y no causa otra cosa que un gran dolor para quienes pensamos que el país tenía todo para confirmar en los hechos lo que Alberdi y Sarmiento soñaron en sus obras.
La irrupción de la miseria peronista no solo hundió el nivel de vida argentino sino que vilipendió la honra internacional del país atando su reputación a las peores lacras del orbe.