Sobre tres pilares que considera fundamentales el oficialismo busca construir su campaña electoral con vistas a las PASO de agosto próximo: unidad del espacio, gestión y dólar estable. Sabiendo incluso que la votación prevista para el domingo 13 del mes que viene será clave para medir en las urnas la competitividad de la fórmula presidencial que integran Sergio Massa y Agustín Rossi.
Restan apenas cinco semanas para las primarias y el Gobierno se esfuerza para mantener planchada a la divisa estadounidense en la plaza doméstica, en medio de advertencias de economistas vinculados a la oposición sobre los peligros que suponen algunas decisiones del Banco Central y del Ministerio de Economía, encabezado por Massa, en procura de mantener esa estabilidad cambiaria, en especial en el mercado paralelo.
En el Palacio de Hacienda, por otra parte, aguardan con expectativas renovadas el dato de la inflación de junio pasado que se conocerá el jueves próximo y se espera que se ubique por debajo del 7,8 por ciento registrado en mayo. Como antecedente alentador (para Massa y compañía), en la ciudad de Buenos Aires el costo de vida experimentó una suba del 7,1% durante el sexto mes del año, con relación al 7,5% del período anterior.
Cualquier disminución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) claramente significaría un impulso adicional para la dupla Massa-Rossi de cara a las PASO de agosto. Y a propósito del ministro de Economía, se mantuvo con un perfil alto en los últimos días, sobre todo este viernes, cuando se involucró en el conflicto con las empresas de transporte de pasajeros de corta y media distancia y se colgó la cucarda de haber anunciado el levantamiento del paro.
También cargó contra los dueños de las compañías que presionan al Estado para que agrande la millonaria bolsa de subsidios que reparte para financiar precios baratos de los boletos de colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en medio de un contexto inflacionario prolongado y complejo. Massa tildó a esos empresarios de “parásitos” del sector público, aunque en definitiva, no son más que una invención del propio gobierno kirchnerista: una suerte de Frankenstein sobre ruedas (o rieles) cuyo desarticulado supondría un impacto considerable en los bolsillos de los usuarios.
En especial de aquellos que residen en el populoso Gran Buenos Aires: claro está, terruño electoral por excelencia del peronismo. En el conurbano justamente el kirchnerismo atesora su mayor caudal de voto cautivo, motivo por el cual el precandidato a diputado nacional y líder de la agrupación ultra-K La Cámpora, Máximo Kirchner, viene concentrando sus energías en esa región de la Provincia para encabezar actos de campaña.
Sabido es que el objetivo de mínima de Unión por la Patria (UxP) con miras a los comicios generales que se avecinan es tratar de retener el poder en el distrito que gobierna Axel Kicillof, que buscará renovar su mandato en la votación del 22 de octubre próximo. Se espera que este domingo tanto Kicillof como Massa se muestren juntos en el partido bonaerense de Salliqueló y también se anuncian las presencias del mandatario Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner en ese acto.
El rol de Cristina en la campaña
Allí, en el oeste de la provincia de Buenos Aires y en pleno Día de la Independencia nacional, el peronismo buscará mostrar la tan mentada “foto de unidad” en lo que será la inauguración formal del Gasoducto Néstor Kirchner. Se espera que en esa ocasión tan particular vuelva a hablar Cristina, después de que Massa levantara la voz en los últimos días tratando de ponerse, al menos por un rato, al frente de la campaña electoral de UxP.
En este sentido, recientemente algunos dirigentes del justicialismo salieron a pedirle a Cristina que ejerza un rol más estelar en las distintas actividades proselitistas del oficialismo. Uno de ellos fue su hijo, Máximo Kirchner. Sin embargo, en filas del propio camporismo consideran que es poco probable que la “Jefa” se involucre más: “Estamos todos esperando que salga a la cancha, pero realmente no la veo a ella subida a ese tren”, dijo a Noticias Argentinas una fuente del kirchnerismo bonaerense.
“Máximo le pidió más actividad, es cierto, pero salvo que surja algún elemento sorpresivo, seguramente ella se va a manejar en los mismos rangos de campañas anteriores, es decir, con apariciones públicas o actos solo en momentos determinados“, agregó. “Al correrse entonces Cristina del centro de la escena, los demás quedan sentados en una mesa de iguales”, acotó.
“No tenemos hoy un comando centralizado ordenando la campaña. Están Massa, Máximo y Axel por su lado. Massa está abducido por la economía; no está imponiendo la estrategia de campaña. Estamos parece en una instancia de precalentamiento, como que la campaña aún no arrancó”, dijo la fuente consultada por NA. UxP designó justamente al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, para que intente articular ese cúmulo de voluntades dispersas en el oficialismo con vistas a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del mes que viene.
Esa convocatoria a las urnas, a la que Juntos por el Cambio (JxC) llegará dividido, será clave para el oficialismo para obtener un indicio concreto e insoslayable sobre la competitividad de la fórmula presidencial que integra Massa junto al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, más allá de la rivalidad que pueda oponer el dirigente social Juan Grabois en el cuarto oscuro el 13 de agosto próximo.
“Nosotros hemos tenido y tenemos enormes problemas de gestión que la oposición no ha logrado capitalizar. Hoy mirando encuestas podemos decir que estamos en un escenario de empate técnico con ellos (con JxC)”, dijo la fuente camporista consultada por esta agencia. “En el mejor de los casos, ha sido una gestión mediocre la nuestra. Entonces, los números finitos de agosto nos van a permitir comprobar cuánta bronca acumuló la gente con nosotros y qué probabilidades efectivamente tendremos para octubre“, subrayó, en referencia a las elecciones generales.
De cara a esos comicios y a las PASO de agosto, una incógnita que permanece latente y que posiblemente recién quede dilucidada cuando se abran las urnas es el nivel de participación que se registrará este año: “Mucha gente nos dice que no tiene ganas de ir a votar”, indicó la fuente kirchnerista. Esta coyuntura se produce en un escenario que muestra cómo se desinfla la alternativa “outsider” que encarna el economista libertario Javier Milei, con su discurso “anti política tradicional”.
El contrincante presidencial de La Libertad Avanza recibió en los últimos días golpes por izquierda y por derecha en medio de denuncias mediáticas en su contra por supuestamente “vender” candidaturas. Milei salió a defenderse y planteó que existe en la Argentina una campaña de difamación en su contra: “Estamos siendo blanco de operaciones que solo intentan desprestigiarnos y parar nuestro crecimiento”, enfatizó durante una visita exprés a Santiago de Chile. Ese supuesto “ataque coordinado”, según el diputado nacional, es llevado adelante por “todos los medios de comunicación y todos los actores de poder” del país.
Patricia Bullrich toma impulso
Con sus palabras y su descargo, Milei busca retener al menos a su núcleo duro de votantes, aunque está por verse qué sucederá con aquellos que lo miraban como una opción “por fuera del sistema” y que ahora, a partir de esta serie de acusaciones sobre que, presuntamente, “franquicia” lugares en sus listas, podrían inclinarse por otras ofertas electorales. El universo de indecisos se mantiene hoy en niveles considerables, por cierto.
En medio de esta coyuntura, quien parece haberse beneficiado con los contratiempos que hoy debe afrontar Milei es la precandidata presidencial de JxC Patricia Bullrich, que en algunas encuestas sobre intención de voto navega en la cresta de la ola. Por ejemplo, un trabajo de la consultora Analogías la ubica con 9,5 puntos porcentuales de ventaja sobre su rival en la interna de la coalición opositora, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: 21,1% contra 11,6%.
Milei asciende hasta el 17,8% y Massa, con casi todo el oficialismo encolumnado por detrás de su postulación y enarbolando los “logros” de su gestión, incluyendo al propio presidente Fernández, se consolida como el precandidato presidencial más votado eventualmente en las PASO, con 28,3%. Grabois, por su parte, absorbería un respaldo del 4% en las urnas ahora en agosto. Habrá que ver luego qué resuelven sus seguidores.
En filas bullrichistas manejan encuestas que arrojan números similares a los publicados por Analogías. “Milei está cayendo y esos votos van para Patricia. El otro día lo escuchaba a (el jefe de Gabinete porteño) Felipe Miguel diciendo que ellos lo tenían a Horacio empatado con Patricia, eso quiere decir que efectivamente están perdiendo“, dijo a Noticias Argentinas una fuente cercana al espacio que lidera la ex ministra de Seguridad de la Nación.
“Hoy Patricia está muy bien en la provincia de Buenos Aires, que hasta hace no mucho tiempo parecía ser un bastión que tenía Horacio, después de las elecciones de 2021. Ahí en el interior estamos tres a uno arriba en algunos municipios. Y después en el conurbano, en la primera sección electoral estamos mejor nosotros y en la tercera es palo y palo”, agregó.
Sostuvo, además, que “Horacio es más parecido a Massa y ambos compiten por los mismos votos. Por eso el kirchnerismo quiere subirla a Patricia al ring. A cada rato Horacio tiene que salir a explicar que no es amigo de Massa“. “Si pasa Horacio (la interna) se abre otro escenario; hoy vemos un escenario de un voto más emocional y ese contexto favorece a Patricia”, planteó.
“El kirchnerismo quieren confrontar con ella y no sería extraño que incluso Cristina salga en los próximos días a apuntarle a Patricia“, señaló la fuente consultada por NA. En filas del larretismo, por su parte, insisten en que las encuestas que se realizan vía telefónica no son confiables y que el alcalde porteño tiene mayores chances de “pescar” en el océano de indecisos que Bullrich: “Esa gente que aún no resolvió su voto y que suele decidir más cerca de las elecciones es más proclive a votar a candidatos moderados, como es el perfil de Horacio”, indicó una fuente de ese espacio a esta agencia.