Alberto Roman, alias el «Tsar de las grúas», ha recurrido una decisión del Tribunal Federal suizo, máxima instancia judicial del país, de comunicar su cuenta al fisco argentino, un hecho apelado por el interesado ante la Corte Europea de Derechos Humanos, reveló el portal anticorrupción helvético «Gotham City».
Como tal vez es sabido, en Suiza todas las cuentas bancarias son secretas, hasta que los tribunales descubren indicios de delito, y deciden investigarlas. En ese momento el secreto bancario desaparece, y los jueces las intervienen, conociendo sus movimientos. Entonces resuelven, tratándose en este caso de un presunto no residente, de comunicarla o no al país de origen del titular, para que defina si existen infracciones que deben perseguirse penalmente.
El 6 de junio pasado, el Tribunal Federal suizo celebró una «audiencia pública» con la defensa de Alfredo Alberto Roman, a la que pueden asistir periodistas acreditados ante dicha instancia, cuyos debates no habrían resultado «favorables» al empresario. «Gotham City» accedió a las conclusiones escritas, publicadas el 14 de julio último, donde los nombres de las personas y sociedades son omitidos, dejando a los periodistas descubrirlos por sus propios medios. (1)
Acaba de saberse que el titular de la cuenta dispone de una fortuna de 800 millones de dólares, y se destaca que misma sería propiedad de un «trust familiar», otra pantalla más susceptible de encubrir las identidades de los derechohabientes. Los jueces suizos aplican en estas situaciones el principio de «intercambio automático» de informaciones, cuando los dueños de las cuentas son extranjeros, y los hipotéticos delitos habría sido cometidos fuera de Suiza.
«Gotham City» define a Alfredo Alberto Roman, de 80 años, como el propietario «de un imperio logístico», que habría «construido el más grande puerto de mercaderías de Buenos Aires» y lo ubica en el puesto 11 de las personas más adineradas de Argentina. Afirma que habría sido «un próximo» del «presidente Mauricio Macri», susceptible de haberlo sostenido en «las campañas» previas a las elecciones de 2015, anteriores a su mandato en la Casa Rosada del 2015 al 2019.
Los letrados que defienden en Suiza a Roman, alegaron ante el Tribunal Federal suizo, que su cliente se encuentra «en regla con las autoridades fiscales de su país». Denunciaron «la ausencia del Estado de Derecho en Argentina que comprometería la seguridad de los datos y pondría en peligro la vida, la libertad y el patrimonio de las personas sometidas al intercambio automático» de información. Evocaron «un riesgo de secuestro o extorsión» del magnate, en perjuicio de su cliente y familia, exhumó «Gotham City».
Estos abogados denunciaron «el menosprecio de las autoridades argentina por la protección de los datos personales , (…) la corrupción endémica entre los funcionarios argentinos, la creciente actividad de grupos criminales, y la ausencia de integridad del gobierno argentino». Sin embargo no convencieron a los jueces suizos, quienes valoraron que «el riesgo alegado por la seguridad» de Roman «está vinculado a su fortuna, que es, según los hechos constatados, desde hace tiempo de notoriedad pública en Argentina». Los magistrados no verían «que el intercambio» de información fiscal pueda» ocasionar «un riesgo suplementario».
(1) Dictamen del Tribunal Federal suizo del 6 de junio de 2021