Volviendo al universo literario atrapante dialogamos con Graciela Ramos, cordobesa, egresada de la Universidad Católica de Córdoba. Llevó adelante una intensa actividad profesional en áreas de marketing y ventas durante muchos años hasta que decidió dedicarse a la escritura. Vive en Villa Allende, Córdoba con su familia.

Es autora de las novelas Malón de amor y muerte (2010), Lágrimas de la revolución (2013), La Capitana (2015), Los amantes de San Telmo (2016), La boca roja del Riachuelo (2017), La patria de Enriqueta (2019) y Las tejedoras de ilusiones (2022), todas publicadas en Suma de letras, con las que renovó el género romántico a través de historias de los siglos XIX y principios del XX.

En 2021 publicó Hijos de la sombra, una novela donde trata el tema del abuso sexual en la infancia.

Todas sus obras han sido declaradas de interés cultural.

TDP- ¿Cómo decide y que la motiva después de dedicarse tantos años en cargos de marketing ingresar en el universo literario?

GR- Trabajé mucho tiempo en empresas cuando tuve a primera hija, y en el momento que tiene 6 o 7años me llaman del colegio para decirme que tenía problemas de atención. Entonces es el momento que ingreso al mundo literario como una salida laboral y empiezo a buscar algo que en realidad me deje estar en mi casa con mis hijos.

-Entendí que mi hija necesitaba una mamá, yo viajaba muchísimo, mi marido también, trabajábamos muchísimo los dos y no estábamos tanto en casa. Eso fue lo que busque como salida laboral y publique mi primer libro El Juego de la conciencia, un libro para chicos; después llegó mi primer novela Malón de amor y muerte, que es la primera que compra Suma de Letras que hoy es Penguin Randon House, y es donde estoy hasta la fecha trabajando.

-Así fue mi inicio.

TDP- Que implica o la inspira como autora en cada libro, cada novela que viene publicando hasta la actualidad.

GR- En realidad llegó a Rose, mi última novela, porque es un personaje de mi novela Las Tejedoras de ilusiones. Mis anteriores novelas, son todas novelas históricas que versan sobre la historia argentina.

-La última fue la Patria de Enriqueta, luego escribo Hijos de la Sombra, que es un libro que versa sobre el abuso, abuso sexual. Es decir, el abuso en la integridad de su palabra. Después escribo Tejedoras de ilusiones que es una novela que transcurre en Manhattan y es mi primera salida del país literariamente -porque todas mis novelas anteriores transcurren en la Argentina- donde cuento lo que sucedió con el incendio en la fábrica de camisas que da origen al Día de los Derechos de la Mujer a nivel mundial.

- Lo cuento en voz de unas inmigrantes italianas que tiene que ver un poco con mi familia italiana. Allí hay un personaje muy secundario que se llama Rose y en la novela es Rose la que cuenta la historia, su historia y me quedó ahí incompleta porque seguí con la historia de las italianas, los viajes , las obsesiones y las cosas que pasaban y ella quedó allí.

-Es como que con Rose termine las Tejedoras de Ilusiones.

TDP- Hablando de Rose, novela que recrea los años 20, ¿Se encuentra presente en la historia la resiliencia, fortaleza, lucha para trascender y salir adelante?

GR-Todo esto está en todas mis novelas, “las mujeres resilientes, las mujeres luchadoras que les toca sobrevivir, que les toca transformarse y está presente en cada una de mis novelas”.

-Todas mis novelas versan sobre la inmigración y sobre estás mujeres que vos decís en la pregunta. Fundamentalmente en las Tejedoras de Ilusiones que es una novela y como un homenaje a todas estas mujeres que murieron chicas, muy jóvenes, trabajadoras del mundo textil sin ni siquiera saber y por negligencia de algunos otros. En todas las novelas versa sobre los derechos de las mujeres y que realmente es un derecho que aún hoy nos debemos todavía.

-Creo que lo que más nos debemos todavía, es poder estar juntas y luchar todas juntas por todo esto. En La boca roja del Riachuelo, La Patria de Enriqueta donde Enriqueta cuenta, todas mis chicas son unas heroínas.

TDP- ¿Qué implica como escritora publicar como escritora con Penguin Random House?

GR- En realidad la editorial, para mí, es una gran editorial, es una multinacional. Yo ingreso a Penguin por Suma de Letras, porque en realidad cuando escribo mi primera novela Malón la editora es Suma de Letra, en su momento compra los derechos y a partir de allí tengo toda mi carrera.

- Yo creo que todas las editoriales son muchas, hoy hay muchas editoriales, muchas más chiquitas. Penguin es un nombre clásico en el mundo entero y me siento muy orgullosa de poder pertenecer a una editorial tan importante y tan grande.

TDP- ¿Quién ha sido referente y/o ha dejado huellas en el camino profesional y de la vida?

GR- Muchos referentes en la vida personal y en mi carrera como escritora.

- Una persona que siempre está presente en mí, es mi editora Julieta, pero también en mi vida personal y familiar. “Yo soy de esas personas que creo que siempre uno siempre tiene que ofrecer porque siempre estoy recibiendo”.

-No puedo nombrar a un referente, tengo muchos referentes. Y en la profesional tengo un título universitario el cual ejercí durante muchísimos años en empresas y creo que en cada año, en cada etapa, en cada empresa siempre hay alguien que me ha dado una mano. Esa es una de mis excusas para constantemente ayudar a todas personas que yo pueda o que se acerquen a mi vida.

“Creo que he sido muy bendecida con eso”.

- Asimismo, una de las personas que es referente para mí y que siempre la pongo como ejemplo de ser humano es, Nelson Mandela, que ha estado tanto tiempo preso y después salió de la cárcel- Pudo perdonar , continuar y pudo ser la persona más maravillosa del mundo para mí.

-“Hoy en el mundo que estamos viviendo, un mundo convulsionado, enojado, un mundo con muchas necesidades y pocas respuestas. Creo que una persona como él es un gran referente como para empezar a perdonar, dar, agradecer, estirar la mano”.