La pusilanimidad, el miedo, la pequeñez, los intereses y la falta de visión hisórica de algunos dirigentes políticos de la Argentina, francamente apesta.
Lo que sí tienen esos mismos dirigentes es una notable capacidad para olfatear su propio final o, lo que es lo mismo, el final de una concepción jurídica que derrumbó a los argentinos y los encumbró a ellos.
Forzados por las circunsatancias (porque son pequeños hasta en eso) una mayoría de diputados aprobó el proyecto que llegó desde el Ejecutivo sobre la Ley Bases. Ese protecto se giró al Senado que, como bastión máximo de la reistencia peronista (el senador Juez se refiere a esa cámara como el “hangar del club del helicóptero”), introdujo modificaciones -tanto en la Ley Bases como en el paquete fiscal- que quitaron muchas de las facultades que el Presidente requería para póner en marcha su programa de reformas.
Con las viscisitudes de las que todos fuimos testigos, la ley fue aprobada en la cámara alta con el voto de desempate de la Vicepresidente Villaruel. Con esos cambios volvió a Diputados con la posibilidad de que esa cámara acepte los cambios del Senado y sancione la ley o decida insistir con su propia version votando en ese sentido con una mayoría igual a la que el Senado utilizó para modificarlo, que fue una mayoría simple.
Dado ese escenarto, ni bien Villarruel desempató, todo el mundo dio por descontado que el Ejecutivo podría contar con su ley original (o con lo que quedó de ella luego de las negociaciones que tuvieron lugar entre enero y mayo) porque era lógico suponer que las mismas mayorías que se reunieron para dar media sancion a la ley se repetirían para insistir con esa misma redacción.
Pues no. Ahora han surgido versiones que indican que algunos diputados dicen que no pueden insistir con su voto porque en realidad la Ley Bases no es una única ley sino muchas leyes…. ¿Queeeeeé? Así como lo escuchan: que la Ley Bases no es una sola ley sino muchas leyes entonces ellos no pueden votar la insistencia.
Pero, perdón, ¿por qué no dijeron eso cuando votaron la primera vez? La cuestión me hace acordar a aquel cuento que contaba Landrisina y que relataba la escena de una comisaria en donde había un niño perdido esperando a que sus padres vinieran a buscarlo. Mientras esperaba, el chico observó que en una de las paredes habia un retrato de un hombre al que la policía estaba buscando. Aburrido, empezó a preguntar si el retrato era una foto o un dibujo. Los policías, que estaban ocupados en sus tareas, no le pretaban atención. Pero el niño insistía. Entonces, finalmente, uno de los oficiales le dijo con bastante mal humor “¡Es una foto!” A lo que el chico respondió “¿Y por qué no lo agarraron cuando le sacaron la foto?”
En este caso es igual: ¿Porque los diputados no usaron ese absurdo argumento cuando votaron la primera vez? Es tan ridícula la postura que la respuesta al brulote hay que buscarla en otro lado.
¿Cual es ese lado? Muy simple: lo que decíamos al principio: la pequeñez, la pusilanimidad, el miedo, la estrechez de miras, los intereses…
La especulación cuenta que los diputados contaban con “repartir” el costo político de lo que se habia aprobado con sus colegas del Senado. Cuando el Senado modificó el texto, insistir con la redaccion original (que implica reponer el Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, elevar el minimo no imponible de Bienes Personales e incluir algunaa empresas públicas totem -como Aerolineas Argentinas y el Correo- entre las privatizables) significaría “quedar pegados” ellos como los responsables finales de abrir esta compuerta que entierre la vieja concepción estatista de la Argentina y la reemplace por un orden que le permita a los ciudadanos diseñar sus propias vidas.
Dada esta ridiculez me pareció atinado utilizar la columna de hoy para reproducir textualmente el documento producido por el Departamento Legal de la Funsación Libertad y Progreso cuya simple lectura no deja margen de dudas sobre lo que debe acontecer si es que los diputados quieren actuar conforme a derecho y conforme tambien a unos escenciales principios de virilidad, por decirlo suavemente.
Este es el documento:
En relación con el proyecto de ley denominado Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (“Ley Bases”), la Fundación Libertad y Progreso manifiesta lo siguiente:
• La Constitución Nacional en su artículo 81 establece que un proyecto de ley con media sanción sólo puede ser: (i) desechado totalmente – y no se puede volver a tratar en ese año; (ii) aprobado totalmente (y pasa al PEN para promulgarse); o (iii) aprobado/desechado parcialmente. Así, los proyectos “revisados” pasan a la Cámara de origen (en el caso de la Ley Bases, a diputados) y esta, después de analizar los cambios (adiciones y correcciones/sustracciones), puede insistir con la suya o aceptar la versión revisada.
• Sólo cuando los cambios realizados por la cámara revisora son aprobados por una mayoría agravada de dos tercios, puede la cámara de origen insistir con la misma mayoría agravada de dos tercios.
• Los cambios introducidos por el Senado a la Ley Bases fueron aprobados con una mayoría simple, por eso, la Cámara de Diputados podría insistir con el proyecto original con una mayoría simple.
• Cualquier argumento en contra de este procedimiento no merece consideración, aunque entendemos que sea de una forma de hacer política en un sector de la dirigencia para presionar y generar malestar.
.Nuestra práctica parlamentaria es consistente al respecto, al igual que la claridad del texto constitucional.
• Es importante destacar que la Corte Suprema no interviene en cuestiones de trámite parlamentario, como lo ha sostenido en distintos precedentes como “Barrick” (Fallos 342:917), “Soria de Guerrero” (Fallos 256:556); “Nobleza Piccardo” (Fallos 321:3487) y “Famyl” (Fallos 323:2256).
La Fundación Libertad y Progreso reafirma su compromiso con la claridad constitucional y el respeto a los procedimientos parlamentarios establecidos.
La oposición no tiene la posibilidad de rechazar el proyecto de Ley Bases para impedir su tratamiento dentro del término de un año, y confiamos en que cualquier intento judicial en este sentido no prosperará.
Desde aqui, nosotros también, en el Día de la Bandera que Belgrano creó con sueños de libertad, también confiamos en que todo este circo finalmente caerá arrastrado por la fuerza de un cambio que ya no puede demorarse más.