La cancelación el miércoles pasado de una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados para un “importante anuncio” que el oficialismo había hecho circular levantó todo tipo de suspicacias.
La Libertad Avanza iba a anunciar un refuerzo de las partidas universitarias a condición de una futura suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y de la ley que obliga al financiamiento estatal de las campañas de los partidos políticos en medios audiovisuales.
En paralelo, se conocía la decisión del presidente Javier Milei de pedirle la renuncia a la canciller Diana Mondino.
El paso en falso en torno a la conferencia de prensa que no fue, que iba a ser encabezada por el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, intentó maquillarse como un “problema de descoordinación” con el Poder Ejecutivo.
La salida tumultuosa de Mondino le daba al oficialismo la coartada perfecta: el anuncio de Espert vinculado al presupuesto para universidades iba a quedar eclipsado frente al escándalo con tintes dramáticos que significaba la eyección de una ministra del Gabinete.
La versión, sin embargo, ocultaba una verdad incómoda. La conducción del PRO se enteró por los medios de que iba a haber una conferencia de prensa y puso el grito en el cielo, porque supuestamente existía un compromiso sellado para que cualquier decisión vinculada a la agenda parlamentaria debía ser conversada previamente con los bloques aliados.
En la reunión del bloque que preside Cristian Ritondo del martes pasado se hizo presente el presidente, líder y fundador del partido, Mauricio Macri, quien en su mensaje a su tropa de diputados había destacado justamente que en esta nueva etapa en la relación con el oficialismo se había logrado mejorar la confianza mutua, y que eso se veía reflejado en el hecho de que el Gobierno había empezado a tomar el sano hábito de adelantar al PRO el contenido de sus políticas y proyectos.
El entusiasmo del macrismo con La Libertad Avanza duró un abrir y cerrar de ojos. “Sí, nosotros nos quejamos. Nos enteramos por la prensa de que iban a hacer un anuncio público. Justamente lo que habíamos acordado era que todo lo que tiene que ver con el Parlamento se iba a avisar y conversar antes. No sucedió”, lamentaron en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas fuentes parlamentarias del PRO, sin disimular el desconcierto y la decepción.
Si el Gobierno pretendía eliminar las PASO y modificar la ley electoral, de ninguna manera podía avalarse que lo hiciera como parte de una transacción, condicionando del debate del Presupuesto.
“Una cosa es el Presupuesto y otra es la cuestión electoral. No es serio estar mezclando los temas con la excusa del equilibrio fiscal. Nosotros esa regla la compartimos al 100% y haremos todo lo que esté nuestro alcance para que se cumpla. Pero no metamos por la ventana las PASO en un tema que no tiene nada que ver”, argumentó un diputado del PRO en diálogo con Noticias Argentinas.
Más allá del rechazo a la forma en que La Libertad Avanza iba a manejar la conferencia de prensa rompiendo el contrato de confianza con el PRO, lo cierto es que en la bancada que encabeza Ritondo también predomina la disconformidad con el contenido del anuncio.
En el PRO necesitan las PASO para dirimir sus diferencias internas en distintas provincias, y no están dispuestos a sacrificar esa herramienta por más ahorro fiscal que ello suponga.
En todo caso podrían analizar un proyecto que elimine la obligatoriedad de ir a votar en primarias, y que la votación se restrinja únicamente a aquellas agrupaciones políticas que presentan competencia interna. Hay un proyecto de María Eugenia Vidal en ese sentido.
Las discusiones a raíz de este cortocircuito fueron acaloradas y subieron tanto de tono que el oficialismo no tuvo más remedio que levantar la conferencia de prensa.
Mientras tanto, el conflicto con las universidades sigue abierto y las posturas están tan lejos como al principio. El Consejo Interuniversitario Nacional pide 7,2 billones de pesos para garantizar el funcionamiento en 2025 y el Gobierno apenas fijó 3,8 billones en el proyecto de Presupuesto.
El PRO, a través de la figura del diputado Alejandro Finocchiaro, busca mediar para encontrar una solución . Los últimos roces con el oficialismo alejan esta alternativa.