A esta altura del partido,
resulta prácticamente incompresible tratar de analizar o entender cuál es el
rumbo que pretende tomar el desgobierno de Cristina, que es Kirchner.
Es evidente que se
han metido... mejor dijo, nos han metido en una situación de la cual les
resultará muy difícil salir, al menos con el método utilizado
hasta ahora.
Un punto que es difícil de
entender es cómo, una vez más, somos espectadores y a la vez protagonistas de
una película que ya vimos.
Si bien era difícil que
algún gobierno resulte más inoperante que la inoperancia misma de Fernando de la Rúa, o
más “desprolijo” que el gobierno de Carlos Menem, apareció el kirchnerismo y,
nuevamente, la capacidad de asombro de los argentinos fue superada.
Y fue superada hasta tal
punto, que parece que volvemos a ver la película de la peor época del peronismo,
la lamentable y patética etapa de Isabel Perón. Existen varios motivos que nos hacen recordar esa vieja y triste película, podríamos empezar por
los actores.
Sin dudas el elenco lo
encabezan los Fernández —Alberto y Aníbal— a quienes secundan otros inoperantes como
Ricardo Jaime, Julio de Vido, Jorge Taiana, Nilda Garré, Romina Picolotti, Luis D´Elía,
Miguel Bonasso y la lista
sigue… pero sin dudas, la estrella en franco ascenso es Guillermo Moreno, la
versión moderna de José López Rega.
Pero no solo los actores
nos hacen recordar esa vieja película protagonizada por Isabelita hoy
representada por Cristina, sino que hasta se están copiando el libreto.
Por supuesto que el
condimento principal son la prepotencia y el autoritarismo, pero como si no les
alcanzara con eso, encontramos más argumentos para engrosar el plagio.
Entonces aparecen los actos pagos, los anuncios rimbombantes de obras que
jamás se realizan, la falta de combustibles, la inflación, el control de precios
y hasta
el fantasma de desabastecimiento. También, como no podía ser de otra
manera, fueron al viejo arcón del Justicialismo y desempolvaron la ley contra el
desabastecimiento, que fue sancionada el 1974 ¿le dice algo el año?
Esta es la mejor prueba de lo incapaces que son; en primer lugar, dicha ley
jamás
contribuyó en nada, luego, demuestra la falta de ideas de un gobierno que
pareciera estar perdido en la nube de humo que nos azotó estos días, que
dicho sea de paso, vendría a ser la cuota de suspenso de esta remake
justicialista.
Eso sí, lógicamente le pusieron un toque de originalidad y, para hacer
un
poco más dramática la película, le agregaron la persecución a la prensa y los jueces (1),
la inflación, inseguridad, crisis energética, y lo mejor, o lo peor,
depende del punto de vista, la pelea con el campo, con el condimento de mandar a
detener al “malo de la película”, al dirigente rural Alfredo de Angeli.
Las escenas son teatrales, pero el final será de
película.
Pablo Dócimo
(1) Ver "Advierten que no se puede
investigar al poder político"
http://www.lanacion.com.ar/1006124