El Gobierno Nacional mantiene firme su postura de aplicar “todo el uso de la fuerza” ante posibles nuevas protestas en el Congreso tras los incidentes de la semana pasada.
Esta decisión se tomó durante el encuentro entre el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en ExpoAgro, donde “coincidieron en que no van a dar ni un paso atrás porque sino esto se lleva puesto al Gobierno”, según publicó La Nación.
A pesar de las críticas por la represión, que dejó heridos y detenidos liberados por falta de información, el Gobierno no muestra signos de cambiar su estrategia, aunque reconoce la necesidad de “orden en la vía pública”.
Bullrich, tras ExpoAgro, se reunió con las fuerzas de seguridad para planificar un nuevo operativo, anticipando la posible presencia de “grupos violentos”. La directiva será similar a la anterior, con posible uso de armamento menos letal, pero se evalúan cambios tácticos en el despliegue policial.
Además, se plantea crear una “zona estéril” alrededor del Congreso y encauzar las protestas dentro de la plaza, lo que podría implicar cortes de calles “previo aviso a la ciudadanía”. Además, se buscará “trabajar en las salidas de los manifestantes desde el conurbano” para identificar y rastrear antecedentes.
El Gobierno defiende el uso de armas menos letales como proyectiles de gas lacrimógeno, balas de goma y cañones de agua, argumentando que “al delito se lo reprime por la fuerza”.