AS21: Buenos días, Daniel. Le agradecemos su gentileza
de brindarnos la oportunidad de poder conversar con Ud. y esclarecer esta triste
situación que se encuentra viviendo la institución madre de nuestro ajedrez: el
Club Argentino de Ajedrez.
Daniel Alpern: El agradecido soy yo, pues Ajedrez Siglo 21 me permite
poner en conocimiento de los ajedrecistas argentinos hechos de una gravedad
extrema que se suceden indubitablemente sin que, pareciera, nadie pudiera
detenerlos. Estoy asombrado del grado de impunidad con el cual se maneja cierta
gente.
AS21: Tiempo atrás hemos seguido por Internet una subasta de Ebay (www.ebay.com
-el sitio de subastas más importante del mundo-) donde se remataba un supuesto
Reloj del Match Capablanca – Alekhine, que finalizó en una cifra superior a los
11.000 dólares.
Alpern: Debo aclararle que no fueron uno sino dos los relojes
oportunamente subastados; entraron miles de dólares en cada operación. El
procedimiento no fue más que un “filón” que descubrieron en el 2006: ¿por qué no
hacerle creer a un yanqui con mucho dinero que estaba en venta “uno de los
relojes oficiales del match Capablanca – Alekhine 1927 según información
transmitida por socios de aquel entonces”? Lo notable es que sólo queda vivo
Arón Schvartzman de los “socios de aquel entonces”. La opinión de él, quien está
por cumplir 100 años y que fue espectador de aquel histórico match, es de real
importancia en este caso: yo le pregunté muchas veces sobre las más diversas
circunstancias en torno a ese match y nunca me dijo nada respecto de reloj
alguno.
(NR: AS21 entrevistó a Arón Schvartzman con posterioridad a este reportaje; el
viejo maestro afirmó taxativamente que jamás ninguna autoridad del Club
Argentino de Ajedrez lo consultó, en calidad de testigo, respecto de si tales o
cuales relojes formaron parte de los elementos utilizados en el Match Capablanca-Alekhine
de 1927.)
Debo hacer hincapié en algunos aspectos importantes: a) en el libro de reuniones
de Comisión Directiva sólo se indica una vez en ese año –2006- que se trata la
posible venta de un reloj antiguo, sin mayores detalles; b) en el libro de
Asamblea General de ese año no se expresa nada sobre el asunto, c) en los libros
contables no se expresa debidamente el detalle de lo operado y la entrada de
dinero se camufla como “donación”.
¿Qué explicación tendrá el presidente del Club Sr. Güelman acerca de esto?
AS21: Entonces, quienes se llevaron los relojes “donaron” al Club una
cifra que figura en los libros contables.
Alpern: Entiéndame bien, ¿cómo pueden donar algo si en realidad lo que
hicieron es “comprar” los relojes para luego subastarlos en Ebay? Los asientos
contables no son correctos. Fue una venta. ¿O acaso el Club Argentino regaló los
relojes y esa gente, en un acto solidario, hizo una donación de dinero al Club?
No caben dudas, los registros contables están camuflados para que la operación
pase desapercibida. Ahora sale a la luz.
AS21: Ese “yanqui con mucho dinero” que Ud. menciona, suponemos que
recibió algún comprobante de que el o los relojes eran del Match Capablanca –
Alekhine.
Alpern: Así es: fue expedido por el presidente Güelman, hecho (sin dudas)
de una gravedad sin precedentes. Sepa Ud. que no hay documentación alguna en el
Club Argentino de Ajedrez que acredite que los dos relojes que vendió Güelman
por miles de dólares sean los relojes oficiales del match del Campeonato Mundial
de 1927. Güelman confeccionó una carta, cuyo texto es el siguiente:
“El presidente del Club Argentino de Ajedrez, Sr. Jorge Güelman, y quien se
encuentra encargado de la biblioteca del Club, siendo además historiador del
mismo, Sr. Norberto Rial, dejan constancia que el reloj que se encuentra en la
actualidad en el Museo del Club, fue el reloj oficial usado durante el Match por
el campeonato de mundo celebrado en el año 1927 entre los maestros José Raúl
Capablanca y Alexander Alekhine y sólo podría ser vendido con autorización
expresa de la asamblea de socios de nuestra entidad”.
“Asimismo hacen constar que el reloj marca Jaques of London, modelo Congreso
Chess Timer que adquirieran al Club los señores Berky Bendeck y la Srta Courtney
Baldridge, formó parte de los relojes oficiales de ese Match de acuerdo a
información transmitida por socios de aquel entonces”.
La carta fue firmada por Jorge Güelman y el Sr. Norberto Rial.
¡Qué osadía! ¿Cómo hizo firmar al ordenanza del Club como “historiador del Club
Argentino de Ajedrez”?
Vamos a analizar el aspecto más importante de esa carta, desconocida hasta el
día de hoy para el ajedrez argentino: si en la primera parte afirma que el reloj
que se encuentra en el Museo del Club fue el reloj oficial del match Alekhine –
Capablanca y que necesita para su venta la aprobación de la asamblea de socios,
cabe preguntarse por qué en la segunda parte de la mentada carta, en la que
Güelman sostiene que el reloj que vende también formó parte de los relojes
oficiales del match Capablanca-Alekhine, no requeriría asimismo de la aprobación
debida de la asamblea de socios. Sobre este punto en particular, es
especialmente lúcido el escrito del Dr. Marcos De Anna, socio de implacable
conciencia que todo lo escruta; su gracia consiste en dar (con ironía) por
verdadero lo que afirma Güelman en su carta temeraria: ¿Qué es más grave,
hacerle el “cuento del tío” a los yanquis que compren relojes falsamente
incluidos en la escenografía de la ópera bufa denominada “Alekhine – Capablanca
1927” o hacer de la mentira una verdad y cuestionar el ocultamiento a los socios
de la venta de lo que entonces pasaría a ser invaluable material histórico del
Club? Esta última es la postura ad absurdum ofrecida por De Anna ¡Es brillante!
En ambos casos la redención del presidente sería (y es) imposible …
AS21: Todo esto, seguramente Ud. lo ha denunciado oportunamente a las
autoridades del Club.
Alpern: Ni lo dude. ¿Por qué cree que Güelman me ha transformado en un
“perseguido político”? Nótese que una de sus “guerras santas” la sostiene sin
tregua contra mi persona. Cuenta ahora en el Sr. Claudio Gonçalves con un
aliado. Desean expulsarme de la Institución para poder, de esa manera, acallar
la voz que les señaló el hecho quizás más trágico en la historia del Club
Argentino: la desaparición (durante el último año) de miles de irrecuperables
volúmenes, los más valiosos de la Biblioteca. El corazón cultural del Club
Argentino fue atravesado certeramente por esta acción incalificable.
Entiéndanme, la persecución a mi persona de parte de Güelman y sus adláteres, no
es un caso aislado. Siempre oprimió bajo su bota implacablemente a quienes no le
fueran rendidamente adictos, tanto socios como empleados.
Sírvanles algunos ejemplos de esto que asevero:
Al Sr. Guillermo Lucio, empleado ejemplar –que anteriormente había sido socio
por más de 20 años-, Güelman lo echó de su puesto de trabajo con el siguiente
argumento: -Sos un buen elemento, pero sos un “quintacolumnista” de Daniel
Alpern. Lo siento; si no fueras su amigo conservarías el empleo”.
Al ex empleado Emiliano Albornoz lo sorprendió intercambiando palabras conmigo y
le espetó: -“Ojo con hablar con ése; así no vas a durar”. Al tiempo lo echó y al
Club le costó un juicio laboral que supondrá miles de pesos de indemnización.
AS21: Uno de los cambios más notables sucedidos en el Club Argentino de
Ajedrez es la relación de su presidente con los Maestros. ¿Qué opina al
respecto?
Alpern: Güelman se malquistó con la gran mayoría de los Maestros del
ajedrez. Existen actas de Comisión Directiva que dan fe, tan siquiera en parte,
de esta situación y que sirven a modo de ejemplo. Tales los casos de Raimundo
García y Carlos Bulcourf: al ser opositores a su gestión, Güelman aprovechó la
mala situación económica de ambos para darlos de baja como asociados (morosos).
En ambos casos, y siendo en ese momento miembro de la Comisión Directiva,
mocioné para que pudieran canjear actividad por cuotas, en respeto a la
notoriedad de sus pergaminos. No fui escuchado.
La cuestión política era la clave, pues García, al ser MI (Maestro
Internacional), bien podía seguir ingresando al Club. La pérdida de su condición
de Socio Activo le privaría de toda participación en las asambleas. Güelman
mocionó en una reunión de Comisión Directiva su baja inmediata como asociado;
tras largas argumentaciones, logré se le otorgue la posibilidad a García de
brindar clases para canjearlas por cuotas sociales. Para efectivizar esto, nos
reunimos García, Güelman y yo. En esa reunión Güelman le pidió a García que dé
clases para aprender a mover las piezas a los principiantes, y hasta lo humilló
con la frase “va a enseñar a dar dobles de caballo”. García, terriblemente
herido, le respondió que le contestaría por carta. En su misiva, le expresó a la
Comisión Directiva su voluntad de brindar clases, debido a su condición de MI y
su trayectoria, a jóvenes talentos del club para entrenarlos. Güelman,
haciéndose el ofendido, propuso su baja definitiva en la primera reunión de
Comisión Directiva, la cual fue aceptada, con la única disidencia de mi voto y
mi desesperada alocución en defensa de un “histórico” del Club que fue
patéticamente desoída.
Con Bulcourf, otro maestro “histórico” del Club, aunque de menor jerarquía,
también intenté su salvamento con actividad por cuotas pero Güelman convenció al
resto de la CD para no darle siquiera esa chance; su baja inmediata sólo tuvo mi
desesperada oposición.
Actitudes y tratos similares los tuvo con muchos titulados. En consecuencia es
natural que los Maestros no tengan una buena relación con el actual presidente.
Hace unos años, antes de la gestión de Güelman como presidente, las salas del
primer piso, donde se reúnen exclusivamente los socios, estaban colmadas de
maestros que animaban las veladas, para deleite de los aficionados. Era
frecuente ver a los principales maestros del país jugar partidas rápidas o
analizar posiciones, permeables a la consulta de cualquiera. Estas
circunstancias enriquecían sensiblemente las reuniones sociales y servían de
fomento para la superación personal en el juego.
Con la política “sub” de Güelman, los maestros fueron “espantados” de las salas
del primer piso y hoy en éstas sólo es posible ver a dos o tres aficionados con
la cansada actitud de la costumbre jugar estériles partidas que expresan el
hastío y la desesperanza de las que nuestra Institución hoy está impregnada.
AS21: Güelman es considerado un dirigente personalista y vertical. ¿Ud.
que opina?
Alpern: Tal cual. ¿Han leído en Internet “La página del presidente”? Es
un sitio desde donde hace culto a su persona y a las obras que “él hizo por el
Club”. Tal es este culto a su persona que el Club debe estar concebido a imagen
y semejanza de Jorge Miguel Güelman. Su ideal es la actividad predominante de
los torneos Sub “algo” (de ELO o ranking sub 2100, sub 2000, etc.). Es decir
para jugadores de cuarta categoría, como él. Muchos socios estamos hartos de un
Club “Sub”; queremos un Club “Súper” y lo que es más, estamos hartos de un Club
“sub Güelman”, es decir de un Club bajo Güelman.
Güelman manifiesta invariablemente fobia a todo lo que sea excelencia en
ajedrez. Muestra de ello es su pelea con la gran mayoría de los Maestros. Odia
los lauros de los dirigentes que lo precedieron y el pasado glorioso de la
Institución. Por eso, como ejemplo de su filosofía, abolió el tradicional torneo
“Trofeo Recordación”, en el cual se hacía memoria a un socio notorio fallecido
en el curso del pasado año: se daba media hora de ventaja por categoría y se
jugaba con suspendidas; sólo podían jugarlo los socios del club. La
participación en los Torneos “Recordación” siempre fue multitudinaria. La
inscripción era gratuita y por premio había trofeos. Este prestigioso y querido
torneo para los socios tuvo su edición de manera ininterrumpida desde mediados
del siglo XX y fue abolido por Jorge Güelman, pese a la queja de muchos socios.
Él prefirió recordar a los socios muertos en cualquier torneo menor: por
ejemplo, en torneos rápidos a cinco minutos … ¡Tuvo que venir un gran benefactor
como Oscar Carlsson con un aporte de 20.000 pesos para que el Sr. Güelman se
dignara a hacerle un torneo In Memoriam adecuado al gran Arnoldo Ellerman!
Este desinterés por lo histórico, hizo que también mandara a tirar “revistas
históricas” como los primeros números de la Revista del Club Argentino del
comienzo del siglo XX, que aparecieron en bolsas de consorcio en las
inmediaciones del club, como así también innumerables publicaciones en los más
diversos idiomas encontrados en las mismas condiciones: esto es, entre la
basura, fuera del club, como así también innumerables planillas de torneos
jugados en el club (muchas de ellas jugadas por importantes Maestros del
pasado), con la excusa de que juntaban “ratas” y que el Club necesitaba despejar
el espacio.
La pregunta es: con qué juicio y conocimiento Güelman (para quien el retrato de
Emilio Carranza –primer presidente del Club Argentino- que se encuentra colgado
en la Presidencia es el de Perez Mendoza –otro presidente posterior-), un
absoluto ignaro de la historia del ajedrez, un jugador de cuarta categoría
(hasta hace poco no descendía de primera en el Club por “decreto presidencial” a
pesar de sus conocidos pésimos resultados; hoy, por vergüenza, admite bajar a
segunda categoría), puede tomar la determinación de desembarazarse de un
invaluable material histórico sin consultar a la Asamblea de Socios o, por lo
menos, a un especialista en historia del ajedrez. Pareciera ser que el Club por
toda memoria histórica debería contar sólo con su “inigualable gestión”.
AS21: De acuerdo a varios asociados del Club que, oportunamente, nos
comentaron, esa animadversión y persecución política de Güelman hacia Ud. se vio
manifestada en un hecho violento.
Alpern: Así fue. Cuando denuncié el vaciamiento de la Biblioteca de la
Institución, en un acto sorprendente, me tomó fuertemente del cuello;
parecía un “poseído”. Fue un acto indigno de alguien que pretendía callarme para
evitar el conocimiento público de algo terrible: ¡casi 103 años de tesoros
históricos irrecuperables, celosamente acumulados por generaciones de
benefactores, en pocos meses desaparecidos para siempre!
AS21: Güelman es considerado dentro del ambiente del ajedrez como un
correcto administrador debido a las obras de mantenimiento que han mejorado
ediliciamente la sede de la institución.
Alpern: Cualquier Comisión Directiva, con el caudal de donaciones e
ingresos extraordinarios que ha tenido el Club, no hubiera hecho menos obras.
Muchos socios y simpatizantes del Club aportaron dinero y trabajo y Güelman se
llevó los aplausos.
Existe un caso testigo de cómo actúa Güelman con respecto a “obras” que no son
de su interés: a fines del 2005, justamente cuando se disputaba el match Club
Argentino vs. Torre Blanca, ante el terrible calor, el ordenanza del Club
Argentino, Sr. Norberto Rial, se aprestó a encender el extractor de aire; cuando
lo hizo se produjo una explosión que lo “tiró para atrás” varios metros.
Producto de ello, se quemó la “trifásica” y dejó de funcionar el extractor de
aire. Lo importante de esto, es que siendo esa sala la principal del Club
Argentino, donde diariamente se realizan los principales torneos con las visitas
de cientos de jugadores, y un lugar cerrado sin ventanas, requiere de
oxigenación permanente que sólo puede proporcionar el extractor. ¿Pueden Uds.,
creer que al día de hoy, ese extractor nunca fue cambiado ni arreglado? Ni
hablar del sistema eléctrico del Club. ¡Sorprendente, pero es así!
Sería bueno preguntarle al presidente Güelman por qué se usan caloventores en
vez de la caldera. Asimismo, muchos de los gastos pesados en las cuentas del
Club en concepto de reparaciones podrían haberse evitado con una debida tarea de
mantenimiento previa a la cual siempre el Sr. Güelman ha tenido fobia.
Un hecho por demás preocupante, es que en muchas de las obras se observa una
estrecha relación (familiares, amigos o amigos de familiares) entre él y los
contratados ocasionalmente.
Hace unos años, Güelman propuso a la Comisión Directiva otorgar la concesión del
buffet, en ese entonces vacante, a la mejor amiga de una de sus hijas, sin
licitación mediante. En ese entonces Güelman afirmó “les va a encantar, es
Chef”. El Dr. Carlos Martínez, miembro de la CD, presentó su renuncia
indeclinable de inmediato, alegando: “aquí no hubo licitación y ponés a la amiga
de tu hija … renuncio, no quiero ir en cana”. Güelman, perplejo, pretendió
mostrarse ofendido por la actitud del Dr. Martínez …
Les recuerdo que también pretendió mostrarse ofendido ante la carta del Maestro
Raimundo García en la que declinaba la “honrosa” oferta de Güelman para oficiar
como “profesor de dobles de caballo”; en esa ocasión nos dijo a los entonces
miembros de la CD: “es inconcebible la soberbia de este Raimundo García.
¡Todavía que le doy una mano para no darle la baja y pretende entrenar a los
jóvenes talentos ...! ¿Quién se cree que es?” A continuación, el Emperador le
bajó implacable su pulgar …
Ahora Güelman también pretende mostrarse ofendido conmigo por mis denuncias
comprometedoras en relación a la Biblioteca y los “relojes de Capablanca –
Alekhine”. No lo duden: ya me bajó el pulgar.
AS21: Ud. fue miembro de la Comisión Directiva del Club Argentino de
Ajedrez en una de las anteriores gestiones de Jorge Güelman. ¿Cómo era la
relación del presidente con los miembros de CD y cómo manejaba los temas a
tratar?
Alpern: Una expresión define todo con absoluta claridad: “hechos
consumados”. La gran mayoría de las veces, las reuniones de CD eran simplemente
informativas de las decisiones del presidente Güelman. En su postura de Calígula
del Club pretendió siempre evitar los debates y forzó a los miembros a aceptar
lo ya decidido por él; esto generó el alejamiento de muchos miembros de la CD.
AS21: Daniel, ¿tiene Ud. alguna duda, aparte de las que ya mencionó en el
actual reportaje, sobre la administración del Club?
Alpern: Dudas sobre la administración del Club tengo muchas pero podría
mencionar algunas: a) un presupuesto de 20.000 pesos para arreglar el ascensor,
de la actual gestión, que parece desmesurado; b) No fueron registrados con
claridad los ingresos y egresos de los torneos Legislatura; en relación a esto,
AS21 debería preguntarles a las autoridades de ambos colegios donde se jugaron
la mitad de las partidas de los torneos Legislatura qué les prometió Güelman y
qué efectivamente les dio.
AS21: Dicen que Güelman será el presidente eterno del Club Argentino . .
.
Alpern: La historia del mundo nos enseña, muchas veces de una manera
cruel, cuán equivocado es creer eso … Sic transit gloria mundi. (NR: Así
de transitoria es en el mundo la gloria.)
AS21: ¿Le parece natural que Güelman haya durado 8 años sin que en ese
tiempo se haya presentado ninguna lista opositora?
Alpern: El secreto está en el manejo del padrón electoral. Ningún
opositor tiene acceso al padrón electoral actualizado y Güelman, a la hora de
hacer campaña política, se dirige a los socios que forman parte del padrón
utilizando el teléfono de la institución, él en persona o a través del empleado
que hable en su representación, amén del contacto epistolar y por email que
realiza, para los mismos fines electoralistas, todo a costa del club.
AS21: Daniel, nuevamente gracias por su tiempo y, como corolario, ¿Qué
desearía expresarle a los lectores?
Alpern: Sólo mi amor al Club Argentino guió mis pasos. Por todo lo que ya
expresé, me parece totalmente natural que mis denuncias en defensa del
patrimonio de la Institución provocaran la ira de Güelman, quien cuenta ahora en
la acción persecutoria de mi persona con la asistencia de Claudio Gonçalves,
otrora mi amigo y hoy declarado enemigo con quien sostengo un juicio para poder
cobrarme de su familia politica un pagaré impago de U$S 6.000.-
Por esto, Gonçalves debería excusarse de toda intervención como miembro de
Comisión Directiva cuando cualquier tema siquiera roce algo atinente a mi
persona. Obviamente, esto no es así, y es el principal consejero de Güelman para
la cacería que se proponen llevar a feliz término conmigo.
Al no encontrar manera razonable de ocultar los actos que resultan difíciles de
explicar, han comenzado una operación política para expulsarme del Club.
(NR: Le recordamos al lector que Daniel Alpern es Maestro FIDE, socio vitalicio
y benefactor del Club Argentino de Ajedrez.)
Por eso, semejante acción de tamaña vileza (que ameritaba hacerse público por
este medio, al cual agradezco) es un signo inequívoco del grado de
descomposición social en el que ha caído mi amado Club Argentino. Esta gente,
con sus hábiles manejos, ha logrado que quienes caigan en desgracia del régimen
opresor dominante sufran su infortunio en solitario sin el apoyo del resto de
los asociados; tal es el grado de indiferencia y hastío que han sabido
infundirles que no exageraría en afirmar que han herido de muerte al alma misma
de la conciencia societaria. Pero no todo está perdido: mientras haya difusión
de lo que está sucediendo, siempre habrá esperanzas de cambiar este sombrío
presente.
Gentileza Ajedrez Siglo 21
http://ajedrezsiglo21.com
Estimado Daniel Alpern: Tuvimos junto a mi compañera, el gusto de conocerte y hasta de sorprendernos no sólo por tus conocimientos sino también por tu amabilidad y predisposición para ponernos al corriente de algunas irregularidades jugosas para muchos cazadores de noticias. Mas, siendo cautos jugadores posicionales (aunque amantes de lo táctico del Mago de Riga) hemos dedicado un rato a la lectura de tus declaraciones y resuelto en que sos un gran respetuoso del ajedrez que no tolera atropellos por prestigio que lo asedie. Notamos en tu incomodidad respecto de las cosas sucedidas una noble indignación que enaltece al juego y mansilla con justa razón a los responsables de la siempre presente corrupción. Queda a las claras que tu respeto y tu pasión por los 64 escaques van mucho más allá de lo que jamás podrá llegar un corrupto hambriento de codicia e irrespetuoso de lo que su capacidad no puede -ni podrá- darle a Caissa. Nuestros respetos.