La paupérrima convocatoria del kirchnerismo a Plaza de Mayo en las últimas horas es la mejor postal de la debilidad oficialista provocada por su enfrentamiento al campo. ¿Adónde estaban los dirigentes justicialistas que supuestamente apoyan al gobierno? ¿Por qué sólo hubo un pequeño grupúsculo de piqueteros K dando su payasesco respaldo?
Cada medida oficial pareciera planificada para generar más malestar en la sociedad y redunda en la incesante baja de imagen positiva del matrimonio presidencial y su séquito de obsecuentes.
En unos minutos se prevé que hablen Alberto y Aníbal Fernández, dos de los funcionarios más sospechados y cuestionados del gobierno. ¿Qué dirán? Probablemente se haga hincapié en lo delicado de la coyuntura actual y se anuncie la necesidad de extremar las medidas de seguridad. Se especula que pueda imponerse, incluso, un oportuno Estado de Sitio, a la usanza del agonizante delarruismo de 2001.
La detención esta tarde del ruralista Alfredo De Angeli y otros 18 chacareros en Gualeguaychú, exacerbó los ánimos de la sociedad, que no dudó en salir a las calles con sus cacerolas.
Asimismo, han recrudecido los piquetes en diversos lugares del país: en la provincia de Entre Ríos se realizaron los piquetes más duros, no casualmente donde este mediodía hubo enfrentamientos entre Gendarmería, productores y transportistas autoconvocados.
En la provincia de Córdoba, los se retomaron por la tarde los piquetes en distintas rutas provinciales y de la misma forma se manifestaron en el resto de las provincias.
Los productores chaqueños también volvieron a interrumpir el tránsito vehicular en nueve puntos de la provincia, con el respaldo de camioneros, remiseros y colectiveros.
De manera similar, las medidas se extendieron a lo largo de todo el país.
Lo increíble es que, al momento de actuar la Gendarmería, a pedido del incombustible Aníbal Fernández, los ruralistas estaban despejando las rutas y se proponían regresar el martes próximo.
¿Busca acaso el kirchnerismo excusas para provocar una crisis en el contexto de su propia inutilidad? En el contexto de lo que hoy se vive ¿Cuánto tiempo más resistirá la situación actual?
Pase lo que pase, la culpa de lo que suceda será de total responsabilidad del oficialismo.
No es poco.
Christian Sanz y Carlos Forte