El Gobierno no dio señales hoy sobre otros
posibles cambios en el gabinete, en el día en que Alberto Fernández dejará su
cargo de jefe de ministros para entregárselo a Sergio Massa, luego de haber
revelado que se fue porque tenía "visiones distintas" de sus superiores respecto
de la realidad actual.
Alberto Fernánez habló hoy largamente por una radio y
reconoció que una de las causas de su alejamiento fue que le "costaba
sostener lo que pensaba" supuestamente en sus conversaciones con la
presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y porque creyó que "ya no podía
aportar" nada a la administración nacional.
En un lenguaje elíptico, Fernández no se privó de difundir
señales sobre las causas de su alejamiento que provocó la mayor baja
ministerial, pues fue considerado como uno de los hombres más influyentes en el
equipo de colaboradores gubernamentales desde la asunción de Néstor Kirchner.
"Lo mejor que podía decirle a la Presidenta es que en esta
instancia hay cosas que vemos distintas, y que es el momento en que en la
Argentina pasaron cosas y hay que atender esas cosas", dijo para agregar por
Radio 10 que considera que en esta etapa es necesario que el Gobierno
"escuche" una nueva realidad.
En tanto su designado sucesor, Sergio Massa, en profusos
reportajes periodísticos, prometió mantener "mucho diálogo" con la oposición,
con las provincias y con el campo, y "decirle a partir de mañana" a la primera
mandataria "cada cosa que pueda ver, sentir, percibir o que vea que haga falta
para trabajar, mejorar la gestión de gobierno y la vida de los argentinos".
La Presidenta, en tanto, fue vista públicamente en un acto
que encabezó en el ministerio de Educación, acompañada por varios ministros,
pero en su discurso no hizo alusión alguna al desprendimiento de quien fuera
mano derecha tanto de ella como de su esposo y antecesor.
Tampoco se conocieron señales sobre otras posibles bajas en
el Gobierno, mientras la oposición y los representantes del campo volvieron a
pedir el alejamiento del cuestionado secretario de Comercio Interior, Guillermo
Moreno, por considerar que su política para contener la inflación "fracasó".
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, fue consultado
nuevamente hoy sobre si se prevén nuevos recambios ministeriales, y volvió a
insistir en que si ello es así, la Presidenta "jamás" lo va a dejar
trascender antes de que los propios interesados se enteren.
También habló la ministra de Defensa, Nilda Garré, quien
sugestivamente señaló que "ante una situación tan prolongada de conflicto como
la que se vivió en los últimos cuatro meses, obliga a un relanzamiento posterior
de la gestión y a un reacomodamiento de las figuras, y adaptación de las
políticas frente a la nueva situación".
El día del alejamiento efectivo de Fernández y la asunción,
prevista para hoy a las 18, de Massa, coincidió con la inauguración de la
exposición ganadera de la Sociedad Rural Argentina (SRA), todo un símbolo
de la clave política de estos días.
Precisamente fue la prolongada protesta del campo por la
imposición de las aumentadas retneciones móviles la que terminó desencadenando
una prematura y fuerte crisis en el gabinete del joven gobierno de Cristina
Fernández, que apenas ingresó en su séptimo mes.
Ya renunciaron por el mismo motivo el ministro de Economía
Martín Lousteau y el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, reemplazado
ayer por Carlos Cheppi.
Los hombres del campo, al hablar hoy en el emblemático
acto inaugural al que no asistió ningún representante del gobierno nacional,
coincidieron en señalar su esperanza en que se "normalice" de una vez la
relación con la administración nacional para analizar proyectos que contemplen
soluciones de fondo a la crisis del sector.
Carmen Coiro