El juicio al cura Julio César Grassi seguirá adelante, porque el tribunal oral de Morón que debe resolver si es culpable o inocente de corrupción de menores rechazó el planteo de nulidad que había formulado su defensa para frenar el debate.

Para la querella quedó demostrado que "nunca hubo una acción" de "complot" o un plan de "venganza" para "perjudicar a Julio César Grassi" y por eso el cura "tendrá que sentarse al banquillo y participar del debate".

"Acá quedó claro que el 5 de diciembre de 2000, mucho antes del informe televisivo" con las denuncias de los menores "Grassi se presentó en la Justicia con patrocinio letrado porque había denuncias en su contra", remarcó el abogado querellante Juan Pablo Gallego.

Ayer, en el primer día de audiencias, los defensores pidieron la nulidad del proceso y hoy la Fiscalía y la querella se opusieron ante el tribunal porque —según Gallego— un planteo similar ya se había rechazado en el 2006.

Los jueces dispusieron un cuarto intermedio para debatir el asunto y, tras una hora y media de análisis, anunciaron pasadas las 17 que el juicio seguía adelante.

Para los jueces, no alcanzaron los argumentos de la defensa diciendo que la causa —según palabras de Grassi de hoy— "no está basada en un formalismo sino en que el video que entregó (el programa) Telenoche Investiga al comienzo de esta investigación como prueba está cortado, regrabado y fue editado".

Para el sacerdote, los periodistas que elaboraron el informe empezaron "a buscar distintos elementos y encontraron que no podían hacer el programa, entonces se inventó prueba y lamentablemente, estamos donde estamos".

El tribunal dijo que no hacía lugar al pedido y dispuso seguir las audiencias mañana, con la lectura de parte de las pruebas que serán usadas en el extenso juicio.

Grassi minimizó esa decisión ante la prensa: "Sinceramente creo de corazón que es un tema técnico y prefiero que siga el juicio porque no hace al fondo de la causa".

El cura explicó que fue una decisión de sus abogados hacer el planteo y negó que fuera "un revés" para él, como lo divulgaron algunos medios.

Tras insistir en sus acusaciones contra Telenoche Investiga y sostener que las denuncias surgieron de anónimos, Grassi aseguró que a partir de ahora trabajará para "demostrar mi inocencia, con pruebas y dentro del juicio oral".

El abogado Gallego sostuvo que el tribunal determinó que "nunca hubo una acción para perjudicar a Julio César Grassi y el Ministerio Publico actuó a derecho".

"Ayer les decía que estábamos ante un juego mediático. Hoy estaba (Grassi) muy nervioso porque había hecho una especulación disparatada para frenar el juicio. Acá toda la investigación es válida, jamás se lo perjudicó a Grassi. Hoy este hombre sólo tiene que sentarse al banquillo y participar del debate", dijo.

Gallego, incluso, se preguntó: "Intervinieron jueces de la provincia de Buenos Aires, de Santa Cruz, de la Corte Suprema ¿dónde esta el complot, dónde la venganza? Este hombre tuvo problemas adonde ha ido. Esperamos que se ajuste a derecho y este presente a partir de mañana para un debate serio".

Los acusadores del cura fueron tres jóvenes que pertenecían a la Fundación "Felices Los Niños" que se conocieron con nombres ficticios: "Gabriel" y "Ezequiel" lo responsabilizaron apenas se inició la investigación, mientras que "Luis" se sumó después a la querella.

El 23 de octubre de 2002 Telenoche Investiga (TI) difundió un informe en el que "Gabriel" afirmaba que había sido abusado por el cura cuando él asistía a la Fundación, mientras "Ezequiel" reforzaba las sospechas sobre el sacerdote por supuestas escenas que había presenciado con otro menor.

Tras un mes de detención, Grassi fue procesado, con libertad vigilada, y durante todos estos años hubo recursos en los que se cruzaron amenazas a testigos, denuncias de "aprietes" y planteos sobre nulidades y presunta arbitrariedad judicial. Cuando el juicio estaba a punto de comenzar, hace un par de meses, a los siete hechos que se le atribuían a Grassi por los casos de "Gabriel" y "Ezequiel" la justicia de Morón le adjuntó las denuncias de "Luis", un chico que aseguró haber sido presionado sexualmente tras un viaje a El Calafate.