El hecho en sí , lamentable, ya todos lo conocemos: un Boliche bailable, con aglomeración de público, jóvenes todos, bebiendo y muchos drogados, bailando, saltando y gritando al compás de la música y la moda de tirar petardos y bengalas, y entre éstas, una de ellas prende fuego en los adornos, rápidamente se incendia todo, y la dificultad para salir por las salidas bloqueadas termina con la trágica muerte de casi 200 jóvenes.
    Ahora se está en juicio para la investigación y aclaración de los hechos y el reclamo exigente de los padres de las víctimas para que se haga Justicia.
    Y este es el tema sobre el que quiero reflexionar este mes: qué significa hacer justicia .
    Tema fundamental porque marca el estado de conciencia de nuestro pueblo hoy: nadie es capaz de involucrarse en los hechos y considerar el grado de responsabilidad personal que le toca, y hace lo más fácil: buscar causas y culpables afuera y castigar.
    El resultado entonces es que, toda la culpa está puesta en el propietario del local, Chaban, que lo tenía en malas o peligrosas condiciones y que, por avaricia, tenía clausuradas las puertas para que evitar que entre gente sin pagar; y también, parte del gobierno encargado de las inspecciones para evitar ilícitos, que no se realizan. Y por tanto, todo se termina con los culpables en la cárcel, y si se puede, aprovechar sacar un resarcimiento económico a los familiares de las víctimas, como si la plata solucionara el problema. Y así, todos tranquilos y la sociedad vuelve a la normalidad. Se hizo justicia. .
    Y mi reflexión es la siguiente: ¿es esto así? Yo creo que NO y trataré de explicarlo.
    Si es por el rédito económico, la avaricia de llenarse de dinero está en todos nosotros, y no puede ser diferente ya que "el acumular ganancia" es el valor fundamental del orden social capitalista en el que vivimos, por lo cual “tanto tenés tanto valés” , es decir, vale más el tener que el ser.
    Siendo así, las circunstancias similares -por suerte, sin trágicas consecuencias, pero con los mismo riesgos- se dan constantemente en todos los rubros (no se quien se salvaría de estar preso). Y en este caso concreto, el conjunto Callejeros ¿eran ajenos a estas circunstancias? O solo tocaban sin importarles si había más o menos publico y las condiciones en que estaban?
    Y sin intentar defender a Chabán que también lo dice, yo me pregunto: y los jóvenes concurrentes, ya grandecitos todos ellos, no se plantean ese tema? no protegen sus vidas considerando las circunstancias a donde concurren a distraerse? Y los padres y adultos en general, que no desconocemos esas circunstancias que en mas o en menos se repiten a diario, que hacemos? Qué actitud tomamos como ciudadanos supuestamente maduros? Hablamos con nuestros hijos, exigimos alguna medida a los gobernantes? Etc. etc.
    Como verán, este no es un tema simple y circunstancial, sino que hace referencia a un grave problema social que estamos viviendo, que nos incluye a todos, pero que, por carencia de una educación crítico-reflexiva que nos haga posible tomar conciencia de ello, somos incapaces de verlo así, de sentir y tomar responsabilidad en el tema, y como resultado, hacemos la más fácil: buscar el culpable afuera, y si de paso recibimos plata, mejor.
    Es hora de que la sociedad toda, y más aún los gobernantes que se postulan para dirigir y administrarla, tomemos conciencia de la grave situación social que estamos viviendo, ya que hechos graves como estos, con trágicas consecuencias nos suceden a diario, de una u otra manera. La sociedad está alterada por la inseguridad, por los desmanejos y corrupción de los gobernantes, por el individualismo y la avaricia voraz e ilimitada de los que más tienen, la sexualidad pervertida, la pérdida de los verdaderos valores humanos, la juventud sin horizontes se droga como una forma de evasión, los delincuentes se aprovechan de esta situación para su provecho, etc .etc.
    Por eso quiero aprovechar este acontecimiento para hacernos un llamado de atención urgente a todos (y me incluyo) y decirnos que algo debemos hacer para rescatarnos como sociedad que, sin darnos cuenta, estamos caminando por una peligrosa cornisa sin claro final.

Raul Cima
Psicólogo social
raulcima@fibertel.com.ar