"La declaración que el gobierno argentino no quería oír en los juicios en Miami por el Valijagate ya fue dicha. Hoy, el fiscal Tomas Mulvihill ratificó que el maletín con 800.000 que se le secuestró al venezolano Guido Antonini Wilson era para financiar la campaña presidencial del Frente para la Victoria". Así comienza su crónica sobre el caso el sitio Perfil.com, provocando un tembladeral en los cimientos más profundos del kirchnerismo.
"Era dinero para la campaña presidencial de la entonces candidata en Argentina Cristina Kirchner", dijo el fiscal al presentar al jurado los argumentos de la acusación el fiscal estadounidense, que agregó que la grabaciones de los acusados obtenidas por el FBI "reflejan claramente donde iba el dinero. El dinero iba a la campaña de Cristina Kirchner (...) y fue Franklin Durán quien le dijo a Antonini cuál era el destino del dinero".
Prosigue Perfil: "En el juicio, también trascendió que Antonini envió una carta al presidente Hugo Chávez para intentar un acuerdo con su gobierno en el escándalo por el envío a Argentina de 800.000 dólares".
Al tomar la palabra la defensa de Durán, el abogado Ed Shohat afirmó que Antonini quería lograr un acuerdo con el gobierno de Venezuela para tapar los hechos, pretendía obtener documentación falsa que ocultaran la verdad y exigía un pago de dos millones de dólares.
"Antonini le decía a funcionarios del gobierno de Venezuela: si no me dan dos millones de dólares le cuento todo a la prensa (...) incluso le escribió una carta al presidente Chávez", dijo el abogado Shohat al jurado.
La conexión argentina
El día que Guido Antonini Wilson intentó ingresar a la Argentina el dinero del escándalo, uno de sus gestores más importantes fue Claudio Uberti, ex funcionario kirchnerista que, no casualmente, estuvo involucrado de lleno a la campaña de Cristina Kirchner en 2007 y que aparece vinculado en estas horas al asesinado Sebastián Forza, titular de una serie de droguerías fantasma que aparentaron poner dinero a efectos de abultar las cuentas oficiales en pos de la disputa electoral.
Más coincidencias: Victoria Bereziuk, secretaria todoterreno de Uberti era íntima amiga de Forza y su esposa —hoy viuda— Sollange Bellone. El dato fue confirmado por uno de los abogados que aparecen en el expediente que investiga la muerte de los tres "empresarios".
En fin, la suma de los dos escándalos —el affaire Antonini Wilson y los fondos de la campaña— promete traer fuertes dolores de cabeza al gobierno de Cristina Kirchner. Y estos se harán más fuertes aún cuando se deje al descubierto que parte de esos fondos provienen del tráfico de drogas.
Carlos Forte