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Escándalo: vinculan a De Vido con un narcotraficante

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EL KIRCHNERISMO Y LOS COLETAZOS DE LA VALIJA
EL KIRCHNERISMO Y LOS COLETAZOS DE LA VALIJA

    Teodoro Petkoff, director del periódico venezolano Tal Cual, en una elocuente entrevista realizada por Pablo Wende en Radio América, vinculó al ministro de Planificación Julio De Vido con el narcotraficante Walter Alexander del Nogal Márquez.
    Según Petkoff, "de fondo" al escándalo de la valija "hay una red que integran gente de la boliburguesia venezolana, funcionarios de muy alto rango del Gobierno venezolano y funcionarios de muy alto rango del Gobierno argentino".
    "Está involucrado Julio De Vido, que es un hombre que en Caracas opera, u operaba porque ya no viene, en las oficinas de un señor llamado Alex del Nogal, que está preso en Italia por narcotráfico", aseguró el director de 'Tal Cual', y agregó que "en el cuarto piso de la torre en la oficina de Alex del Nogal, operaba Julio De Vido".


Alex, el terrible

    A fines de diciembre de 2007, cuando nadie hablaba de él, Tribuna de periodistas realizó una elocuente radiografía (1) sobre Marco Walter Alexander Del Nogal Márquez, más conocido como Alex del Nogal. El brillante colega Carlos Machado estuvo a cargo de esa investigación que a continuación refrescamos a nuestros lectores.
    Para comenzar, es dable mencionar que se trata de un singular personaje de 39 años, vinculado con el principal entorno del gobierno de Venezuela, desde sus primeros puestos hacia abajo —si bien no tan abajo—, y que a la vez no está demasiado desligado del tema de la maleta de los 800.000 dólares que tanto desvela, en estos últimos días, a los habitantes del Palacio Miraflores y la Casa Rosada, las sedes gubernamentales venezolana y argentina.
    Del Nogal es otro joven empresario venezolano que creció e hizo crecer su fortuna al amparo de la administración de Hugo Chávez durante los últimos diez años. Sin embargo, Del Nogal tiene otra actividad paralela a la de empresario multirrubro —como sus amigos Carlos Kaufmann y Franklin Durán, hoy más trascendentes como reos de la Justicia norteamericana—, y más bien sus empresas le sirven de pantalla para esa otra actividad que obviamente no puede ser pública: Del Nogal es narcotraficante.
    Por esa causa, en especial por tener pedidos de captura a través de Interpol y por ser requerido también por las Justicias canadiense y suiza, ya que hace algunos años escapó de este último país, donde se encontraba detenido, Del Nogal está hoy preso en una cárcel de Sicilia, por disposición de un magistrado de esta isla italiana, tras haber sido arrestado en septiembre último a su llegada al aeropuerto de Malpensa, en Milán.
    Al parecer la policía italiana había recibido el “soplo” de un antiguo cómplice de Del Nogal, miembro de una “familia” siciliana con la que éste hacía negocios relacionados con la droga, y que por un trato con las autoridades fue dejado en libertad luego de señalar el próximo arribo del venezolano al aeropuerto milanés.
    Alex Del Nogal es quizás el principal narcotraficante que pisa hoy en día territorio venezolano, además de visitar frecuentemente otros países, aunque ahora esta última actividad la tiene restringida por su detención en Italia y, aunque estuviera libre, por el acecho de Interpol y de los tribunales de Canadá y Suiza, a lo que se ha agregado el interés de la Justicia norteamericana por llevar a Del Nogal junto a sus amigos, los empresarios Carlos Kaufmann y Franklin Durán, y hacerlo cantar junto a ellos las melodías con las que tanto se están deleitando los fiscales y el FBI.
    Y a decir verdad son muchas las “canciones” que podría cantar el travieso Alex. Temas que calarían muy hondo en el ánimo —más bien en el desánimo— de Hugo Chávez y su pandilla, de los cuales los más apreciados por los oídos del FBI y los fiscales norteamericanos serían los relacionados con el lavado de grandes sumas de dinero provenientes del narcotráfico y la triangulación de éste, a través de Venezuela, proveniente de Colombia vía las agrupaciones terroristas FARC y ELN, con destino a Estados Unidos y Europa.
    Pero el tema de las vinculaciones venezolanas con el narcotráfico lo dejaremos para otro artículo. Volvamos ahora a ocuparnos de la agitada vida de Alex del Nogal, este “niño terrible” de la boliburguesía chavista.


Pequeño gran hombre

    Alex Del Nogal es de baja estatura y no muy agraciado fisonómicamente. Ello no le impide haberse acostumbrado a verse rodeado —billetera mata galán— de las más hermosas mujeres, hasta haberse casado con una hermosa rubia aunque ello no le impidió continuar siendo un conquistador de faldas. Su vida fastuosa, permitida por sus incontables ingresos provenientes de sus actividades non sanctas, además de sus vinculaciones con gente del gobierno, la banca y el petróleo —cuándo no iba a estar PDVSA en el medio— le permitió recorrer los más exclusivos círculos de la sociedad venezolana.
    Sin embargo, la relación de Del Nogal con los “bolivarianos” y su estrecho vínculo con Hugo Chávez comenzó de forma bastante irregular: nada menos que siendo un presidiario que compartió la cárcel con el actual presidente de Venezuela.
    Parece que la carrera delictiva de Alex comenzó desde muy joven, y “ayudado” por su propio padre. Según relata Gerardo Reyes en el diario “El Nuevo Herald”, de Miami, en una edición de octubre de este año, la Policía Técnica Judicial (PTJ) investigó a Alex por robo de automóviles llevados desde el estado norteamericano de Florida, un delito por el cual su padre, William Del Nogal, afronta cargos en la corte federal de Miami. William, de 60 años, había sido arrestado en noviembre de 1992 y liberado bajo fianza, pero no volvió a presentarse a las autoridades. Por ello fue acusado en otro encausamiento en el año 2001 y declarado fugitivo.
    Johann Peña, ex comisario de la DISIP que investigó en esa época la red de contrabando de los autos robados y hoy, alejado del régimen chavista, reside en Miami, reveló que “padre e hijo estaban en el negocio, y yo creo que el padre jugó un papel muy importante en la carrera de delincuente de Alex”.
    Considerado un joven hábil para realizar “negocios rápidos”, en Miami quedaron rastros de algunas de sus múltiples incursiones en este campo. Según los registros de Florida, Del Nogal se asoció con el banquero venezolano Juan Santaella en la firma Magna International, creada en 1989 y desactivada un año después.
En la misma sociedad figura como director Daniel Díaz Granados, un próspero empresario y comisionista bancario cercano al gobierno de Chávez.
    Díaz Granados compartió cárcel con Del Nogal cuando fue también acusado, como Alex, de crear “terror económico” con las bombas enviadas en sobres que explotaron en varios sitios de la capital en bancos y empresas financieras, con el objeto de favorecer a otros empresarios del sector allegados a ellos y muy especialmente provocar una subida en el precio del dólar que les permitiera especular con el mismo en el mercado paralelo.
    Bajo el nombre de Walter del Nogal (el segundo nombre de Alex) se registró en 1990 la firma Renpino Trading, donde aparece como directora Evenia Rengifo de Stopello, una conocida clarividente del mundo político y militar venezolanos, también consultora de varios presidentes.
    Y así llegamos al motivo por el cual Alex Del Nogal terminó en la cárcel de Yare y conoció allí a Hugo Chávez, compañía que derivó en una profunda amistad, tanta como para que al quedar libre, el presidente venezolano se acordara de su amigo, lo indultara y le otorgara amplias funciones en organismos estratégicos y financieros del Estado.
    Entre los compañeros de ruta más cercanos a Alex Del Nogal se encontraba Ramiro Helmeyer, un empresario ligado al medio televisivo, casado con la actriz de telenovelas Maricarmen Regueiro, quien cuando estuvo trabajando un tiempo en la Argentina era visitada por Helmeyer. Este último también estuvo involucrado en los atentados con bombas a entidades financieras en lo que dio en llamarse “terrorismo económico”.
    Hacia el año 1993, Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer, asociados también en cuestiones del narcotráfico —Helmeyer también es requerido por la Justicia canadiense—, tuvieron diferencias con otro socio y amigo, Mario Patty Fajardo, a punto tal que, al mejor estilo mafioso, decidieron sacárselo de encima y para ello hicieron explotar el automóvil en que Patty se desplazaba. No conformes con ello, le dispararon un tiro en la cabeza y posteriormente, con el pobre Patti ahora sí cadáver seguro, lo arrojaron al Caribe desde el avión que conducía Helmeyer, asegurando el almuerzo a los tiburones.

 


Alex del Nogal      Ramiro Helmeyer

    Dos años después, aunque no se les pudo demostrar nada sobre su participación en aquel “terrorismo económico” con la colocación de bombas a entidades financieras, Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer fueron condenados por el asesinato de Mario Patty Fajardo, el primero a 22 años y el segundo a 30 años de prisión. En primer lugar fueron encarcelados en el penal de El Junquito, del cual Alex entraba y salía cuando quería, yendo por lo general a parrandear a los locales nocturnos de sus hermanos Willy y Richard, también conocido como “Bolichón”, además de consumir buena cantidad de cocaína y compartirla con sus otros amigos presos. Hasta que en una de esas salidas nocturnas Alex se quedó dormido y no regresó al penal. Al día siguiente, mientras se conocía el escándalo, su padre acompañó a Alex de nuevo a la cárcel junto a un abogado diciendo que “él era un muchacho que como cualquier otro tenía derecho a divertirse”. Poco tiempo después, Alex y Ramiro Helmeyer fueron derivados a la cárcel de Yare, donde por esa época se encontraba detenido un teniente coronel que había encabezado un golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez, llamado Hugo Chávez Frías.
    Poco tiempo transcurrió para que Del Nogal y Helmeyer anudaran una fuerte amistad con Chávez en las muchas horas que compartían a diario. Más adelante, Chávez salió de la cárcel y juró a sus nuevos amigos que si llegaba a ser presidente “se acordaría de ellos”. Cuando Chávez comenzó su campaña, Del Nogal y Helmeyer comenzaron desde Yare a manejar los aportes de fondos para aquél, con la esperanza de que el hombre llegara bien arriba y se acordara de ellos, como había prometido. Y vaya si cumplió...
    El destino finalmente puso a Chávez en la presidencia y éste no se olvidó de sus amigos. Esperó el momento oportuno y dio la orden de que los pusieran en libertad mediante cualquier artilugio jurídico. El 16 y 17 de diciembre de 1999 sucedió la denominada “Tragedia de Vargas”, una sucesión de desastres naturales entre lluvias, aluviones e inundaciones que afectó a los estados Vargas, Miranda y Falcón provocando más de 10.000 muertos y decenas de miles de damnificados, con gran cantidad de  infraestructura perdida entre la que se cuentan universidades, grandes hoteles, clubes e importantes comunidades. A siete días de esa tragedia, mientras toda Venezuela estaba consternada por aquel desastre, la maquinaria judicial chavista se puso en movimiento y se otorgó la medida de “pre-libertad” a Del Nogal y Helmeyer. De esa manera los “muchachos de Yare” estaban en libertad habiendo cumplido sólo seis años del total de sus condenas.
    Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer fueron rápidamente a agradecerle a su “pana” Hugo Chávez los favores recibidos y rápidamente, con sus habilidades, lograron hacerse de un espacio en el entorno íntimo del presidente, quien por su parte comprendió que ambos podían serle muy útiles en puestos relacionados con la seguridad. Fue así como ambos entraron a la DISIP, uno de los organismos de seguridad del Estado, por la puerta grande. A medida que pasaba el tiempo obtenían más y más prebendas y cuotas de poder, manejando la inteligencia, las operaciones especiales y asesoraban y dirigían nada menos que el primer anillo de seguridad del presidente. Claro que además de hacer mucho dinero aprovechando las ventajas que les daba su poder, no descuidaban sus negocios del narcotráfico, sumamente reactivados tras su liberación. Justamente la cadena de restaurantes-sushi y locales de diversión nocturna de los hermanos de Alex resultan una importante pantalla, tanto para el tráfico de drogas como para el lavado de dinero proveniente del mismo.
    Alex permaneció mucho tiempo en la DISIP, hasta que algunas diferencias de negocios con su amigo Ramiro Helmeyer, quien aún permanece en ese organismo, los hicieron separarse llegando a un acuerdo para no “invadirse jurisdicciones”. Alex Del Nogal pasó a asesorar a la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y a convertirse en mano derecha del general Hugo Carvajal, conocido como “el Pollo”. Así, la pelea entre ambos les resultó muy beneficiosa, ya que en lugar de controlar un cuerpo de seguridad del Estado pasaron a controlar dos. Paralelamente, Helmeyer asesoraba en materia de seguridad al entonces diputado Nicolás Maduro —hoy canciller de Venezuela—, mientras Del Nogal asistía al gerente de Prevención y Control de Pérdidas de PDVSA, el teniente coronel retirado Gustavo Pérez Issa, en cuestiones de “telefonía”. Pero mientras ambos “muchachos de Yare” disfrutaban su rápido ascenso a las cimas del poder, no olvidaban a los policías por los cuales sufrieron la cárcel. Se conoce como “los hermanos Guevara”, tratándose de Rolando, Otoniel y Juan Bautista Guevara, a quienes dirigieron las investigaciones que permitieron enviar a la cárcel a Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer por el asesinato de Mario Patty Fajardo.
    Lo que sigue a continuación es el relato de algunas fuentes venezolanas que aún no ha sido confirmado, pero que decidimos incluir por sus implicancias y las posibilidades de total veracidad.
    Un día suena el teléfono de Alex y era uno de sus jóvenes amigos, Carlos Kaufmann, quien aún no había llegado tan alto como ahora —cuando acaba de ser detenido en Miami por el caso de la maleta de Antonini Wilson—, para aspirar a la amistad personal del “jefe”. Kaufmann le pedía ayuda a Del Nogal. El fiscal Danilo Anderson lo iba a investigar por orden de Chávez, quien necesita mostrar que está “combatiendo la corrupción”, y aunque Kaufmann trató de sobornarlo no hubo caso. Cuando se trata de órdenes del “jefe” no se puede hacer nada.
    Alex y Kaufmann se reúnen, y el primero tranquiliza a su amigo y le promete “solucionar el problema”. Del Nogal se lo comenta a Ramiro Helmeyer y le explica el “encargo”. Helmeyer, feliz por poderse vengar de aquellos hermanos Guevara que los enviaron a la cárcel, se encarga de montar toda la operación. 


Danilo Anderson

 

    “A las 21:35 de la noche del 18 de noviembre de 2004 dos detonaciones alarmaron a los vecinos de la avenida Las Ciencias, en el barrio de Los Chaguaramos. Minutos después se enterarían por los medios de comunicación de que el fiscal IV con competencia nacional, Danilo Anderson, había sido víctima de un atentado. La Toyota Autana amarilla de su propiedad detonó por un explosivo colocado a la altura del asiento del conductor. Instantes después, hubo una segunda detonación por el estallido del tanque de gasolina. Su muerte fue instantánea. De acuerdo al análisis forense, no se hallaron restos de hollín en el paladar, la tráquea y los pulmones, lo que reveló que Anderson no respiró durante el momento de la combustión” (Diario “El Universal”). Tras la explosión del tanque de combustible, la camioneta, sin control y con Anderson calcinado en su interior, se estrelló contra una pared.
    La operación montada por Helmeyer incluyó el “barrido” de la zona con funcionarios de la DISIP. De hecho, varios testigos afirmaron haber visto grupos de este organismo en los alrededores del sitio donde estalló la camioneta del fiscal, antes de la explosión. En escena aparece también un abogado, Juan Carlos Sánchez, y a través de este último se contrata a los hermanos Guevara para que, con una excusa, sigan a Danilo Anderson. Así se logró el objetivo de meter a éstos en la cuestión. Luego el abogado Sánchez —único vínculo con Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer— aparece muerto en un motel de la ciudad de Barquisimeto simulando un enfrentamiento y es sindicado como uno de los autores materiales del atentado, cuando en realidad habría sido secuestrado frente a su casa, en la Urbanización El Rosal, en Caracas, llevado a la DISIP y asesinado allí. Esto fue ratificado por Otoniel Guevara en una de las audiencias, porque había visto a Sánchez esposado en la DISIP.
    Se consumó así la operación perfecta del dúo Del Nogal-Helmeyer: se quitaron de encima al abogado Juan Carlos Sánchez —único contacto con ellos para hacer entrar en la operación a los Guevara— y así evitar que en algún momento se le escape esa información, e hicieron caer a los tres hermanos policías que los habían enviado a la cárcel, vengándose así de ellos. Sánchez y los hermanos Guevara quedaron como los autores materiales del crimen.
    Por su parte, el caso del asesinato del fiscal Danilo Anderson aún hoy continúa siendo un misterio para la sociedad venezolana, no convencida aún de los móviles del atentado ni de la real autoría del mismo. La causa fue archivada en diciembre del año 2006, debido a una de esas extrañas maniobras de la “Justicia” chavista que por un lado alegó “pruebas insuficientes” y, a pesar de ello, por el otro mantuvo a los Guevara en la cárcel. 
    Como puede apreciarse hasta aquí, la DISIP —nuevamente bajo la observación de muchos— es uno de los organismos de seguridad venezolanos más infiltrado por delincuentes, como Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer. A lo que se agrega que últimamente Chávez habría dispuesto que directamente pase a estar a cargo del G-2, el órgano de inteligencia cubano. En tanto, otra mancha para la DISIP acaba de surgir tras las imputaciones de los fiscales norteamericanos que llevan adelante en Miami la causa de la maleta de Antonini Wilson, al señalar al propio director de la DISIP, el general Henry Rangel Silva, como una de las personas que bajo el pseudónimo de “Arvelo” llamó personalmente por teléfono a Guido Antonini Wilson para “convencerlo” de que tuviera en cuenta lo que le proponían los enviados chavistas, los detenidos Carlos Kaufmann, Franklin Durán, Moisés Maionica y Rodolfo Wanseele Paciello y el prófugo agente de la DISIP Antonio Canchica Gómez.


Buenos contactos, ropa limpia y negocios sucios

  
Alex y Ramiro Helmeyer continuaron en la senda de dinero y poder en la era chavista. Sus conexiones comenzaron a crecer e incrementarse y los “muchachos de Yare” se constituyeron en pilares de la revolución bolivariana. A Hugo Chávez no le importaba que sus amigos fueran buscados en el mundo “imperialista” por diversos delitos. Ramiro Helmeyer era buscado por la Corte del Distrito Norte de Georgia por violaciones a le Ley de Armas, casos 1982cr-00220 y 1982cr-00355, y también es requerido desde Canadá por tráfico de drogas. A su vez, Alex es buscado por la Justicia de Suiza luego de haberse fugado de ese país cuando estaba preso por lavado de dinero.
    Pero al mismo tiempo ambos incorporaron al “proceso revolucionario” a sus amigos y socios de toda la vida, así fue como Alex trajo entre otros a Ronald Moret —prófugo de la justicia canadiense por narcotráfico y buscado en Estados Unidos por el mismo delito— y Helmeyer trajo a su amigo cubano Orlando Castro, quien después de haberlo perdido todo en la actividad bancaria en su país por “mala praxis”, hoy en día es de nuevo un magnate de los seguros y el lavado de dinero.
   Son conocidas las debilidades de Hugo Chávez por la guerrilla colombiana. Lo que  muchos no conocen, hasta ahora, es que esos estrechos vínculos van mucho más allá de la identificación ideológica y política. El ELN y las FARC colombianas, aparte de ejercer como grupos terroristas, son hoy en día los carteles de droga mas poderosos del mundo, manejando aproximadamente 100 billones de dólares en “producto” al año. No es por casualidad que Alex y Ramiro, junto al capitán Rodríguez Chacín —viejo amigo de Helmeyer—, desde sus poderosas posiciones en el mundo de la seguridad y la inteligencia del Estado, se hayan hecho íntimos de estos grupos, sirviendo de intermediarios frecuentes y confiables. A comienzos de este año el médico y narcotraficante colombiano Farid Domínguez mencionó a Del Nogal en una entrevista con el diario “El Nuevo Herald”, de Miami, como un presunto enlace de narcotraficantes colombianos con altos funcionarios del gobierno venezolano. Es que Alex y Ramiro controlan el negocio en Venezuela. Tampoco fue casualidad que el narcotraficante colombiano conocido como “El Boyaco” escapara de la DISIP, gracias a los buenos oficios de Del Nogal y Helmeyer.
    Claro, lo conveniente también era meter más gente en el negocio (“mientras más gente esté en ésto con nosotros, más protegidos estamos”, fue siempre su “leit motiv”). Es así como surgen las “grandes sociedades”, como la anudada entre Alex y Wilmer Ruperti, uno de los hombres más ricos del chavismo, propietario de enormes buques cargueros de petróleo que a la vez se han constituído en herramientas importantísimas para el “negocio”: en ellos caben toneladas de droga para llevar a Estados Unidos y Europa. Junto a Ruperti entró en la sociedad el contraalmirante Carlos Luengo. Una noche, y a causa de uno de esos embarques, Del Nogal y Ruperti casi se van a las manos en la discoteca “Sawu”, el local nocturno más frecuentado por la “boliburguesía”. Pero fue sólo una tormenta pasajera.
    Y siguieron llegando más integrantes a esta “onorata societá” de la droga, el lavado de dinero, el tráfico de influencias y todo otro negocio que pueda ser productivo. Como otro requerido por Estados Unidos, Eudo Enrique Carullo, hijo de un director de PDVSA del mismo nombre, y Junto a Carullo llega también su “íntimo amigo” César Augusto Guillén, sobrino del actual ministro del Interior venezolano Pedro Carreño. Era muy frecuente ver a Alex Del Nogal almorzar en el despacho del ministro del Interior, hasta que cayó detenido en Italia. Danilo Díaz Granados se encarga de toda la operación financiera, y con él llegan otros dos expertos a los que la DEA tiene en la mira como narco-lavadores: Víctor Vargas, del Banco Occidental de Descuento (BOD), y Víctor Gill, del Banco Fondo Común (BFC). Del manejo del negocio con los italianos se encarga el empresario Camilo Lamaletto, titular de Cerámicas Balgres.
    Y como a la “familia” hay que protegerla y tenerla bien aceitada, ¿a quiénes les pasan constantemente dinero?. En la nómina de Alex Del Nogal y sus amigos figuran personajes como el canciller Nicolás Maduro; la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores; el alcalde mayor de Caracas, Juan Barreto, quien además nombró en su momento a Del Nogal y Helmeyer como “asesores” en seguridad y prevención de la Alcaldía Mayor; el alcalde del municipio Libertador, Freddy Bernal; el diputado Luis Tascón; el ministro del Interior, Pedro Carreño; el general Hugo “el Pollo” Carvajal, de la DIM; el ministro de Educación y hermano del presidente, Adán Chávez; la ultrafanática chavista Lina Ron; el cada vez más conocido gobernador del estado Cojedes, Johnny Yañez Rangel; el ministro de Energía y por consecuencia mandamás de PDVSA, Rafael Ramírez; el ex presidente de PDVSA, Alí Rodríguez Araque; el ex vicepresidente José Vicente Rangel y su esposa, Ana Avalos; y hay varios más, pero dejamos para lo último al más importante de la lista, al “número uno”. Alguien a quien nuestra fuente mencionó como “Papi”. El lector sabrá traducirlo...


Del Nogal, Juan Barreto y Freddy Bernal    Del Nogal y Wilmer Ruperti


De fiesta en fiesta, aquí con Victoria Bereziuk, ex secretaria de Claudio Uberti

    Wilmer Ruperti acaba de ser demandado por el gobierno ruso, acusado de cometer fraude masivo contra empresas filiales del Estado. La cantidad reclamada en el juicio, instalado en el tribunal del Distrito de Nueva York, asciende a 17 millones de dólares, incluyendo los honorarios de los abogados. Los demandantes también iniciaron acciones legales contra Ruperti en Gran Bretaña, en el Tribunal Supremo de Justicia y en el Tribunal de Comercio de Londres.
    Ruperti, quien controla dos empresas domiciliadas en Panamá, Pioneer Shipping Corporation y PMI Trading Inc., es acusado de violar sus responsabilidades fiduciarias, obtener ganancias fuera del contrato y recibir pagos no identificados, en conexión con viajes de banqueros de las empresas rusas para la estatal venezolana PDVSA. Ruperti es acusado de cometer fraude en dichos viajes.
    El corpulento empresario, considerado uno de los máximos exponentes de la denominada “élite bolivariana”, es investigado por el organismo de inteligencia financiera World Check por trabajar estrechamente con el gobierno venezolano y estar muy cercano a numerosas personalidades que ese organismo considera como Personas Políticamente Expuestas (PEP sus siglas en inglés). También se lo vincula a varios banqueros venezolanos actualmente bajo investigación por aplicación de leyes estadounidenses.


Más platos en la mesa

    En octubre de este año, el semanario venezolano “Versión Final”, en su sección “Escándalo”, publicó una infografía basada en los contactos de Alex Del Nogal con personajes del proceso bolivariano envueltos en diversos escándalos internacionales.
    Entre las principales figuras gubernamentales, empresariales y del mundo de las finanzas ligadas a Del Nogal aparecen las siguientes:


    Luis Marín:
Fue presidente de PDVSA desde el 2003 hasta el primer semestre del 2005. A su salida se la consideró prematura porque salió de la industria como “jubilado” a la edad de 47 años. Es el representante de Walter del Nogal en el Centro Energético Las Américas, en Panamá, donde se desempeña como vicepresidente.


    Jesús Barderas:
Empresario español. Llegó a República Dominicana en 1986, vinculado a negocios de turismo, seguros, aeropuertos y operaciones inmobiliarias. Investigado por el gobierno dominicano en la llamada “Operación Malaya”, donde se destapó una trama de corrupción en la búsqueda de licitaciones urbanísticas. Al igual que el empresario Abraham Hazouri es socio del ex presidente de Pdvsa, Luis Marín.


    Abraham Hazouri: Empresario de origen árabe y nacionalizado dominicano. Dueño o socio de varias empresas de la construcción y de medios de comunicación en República Dominicana y Panamá. Está vinculado al venezolano Luis Marín a través del Centro Energético Las Américas. Lo han acusado de hacer operaciones fraudulentas, tráfico de influencias y lavado de capitales.


    Tarek William Saab: Gobernador del estado Anzoátegui. Según el dirigente opositor Julio Montoya, Saab se aprovechaba de las invitaciones a subir al avión de Del Nogal. La última fue registrada el 2 de enero con una bitácora de vuelo Barcelona – Caracas.


    Juan Barreto: Alcalde Mayor de Caracas. “Tendrá que explicarle al país por qué Del Nogal estaba en una cena donde se recaudaban fondos para su campaña a la alcaldía”, dijo Julio Montoya.


    José Vicente Rangel Avalos: Alcalde del municipio Sucre del estado Miranda. Está señalado de usar el avión de Walter del Nogal en diversos viajes.


    Johnny Yáñez Rangel: Gobernador del estado Cojedes. A fines de septiembre de 2006, Antonini Wilson estuvo unos días en Montevideo, donde se le vio siempre muy cerca del gobernador, vicepresidente de OLAGI (Organización Latinoamericana de Gobiernos Intermedios). Yáñez visitó la empresa uruguaya Umis S.A., que se dedica a hacer casas prefabricadas y que tiene como principal destino exportador desde hace más de un año a Venezuela.


    Hugo Rafael Chávez Frías: Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Julio Montoya lo vinculó a Del Nogal por el supuesto financiamiento de su campaña electoral, lo cual fue también denunciado desde otros sectores, entre ellos la Justicia italiana, que en estos momentos tiene detenido a Del Nogal.

   

    También hemos tomado conocimiento sobre algunas empresas a las que está vinculado Walter Del Nogal:

    Centro Energético Las Américas: Registrada en Panamá, y de la que es vicepresidente Luis Marín, ex presidente de PDVSA. Se encarga de la construcción de un parque industrial y un oleoducto interoceánico Venezuela–Panamá. Monto a invertir: 35.000 millones de dólares. Ubicación: Bella Vista, Obarrio, Torre Generalí, piso 12, Ciudad de Panamá. Considerado el proyecto energético más ambicioso de la historia de Panamá.   

    Financial Corporation: Tiene negocios con PDVSA y el Ministerio de Agricultura y Tierras. Algunos de los servicios que ofrece son medicamentos de uso humano y veterinario, equipos médicos, urbanismo, partes de aeronaves, edificaciones educativas y todo lo relacionado con asfalto. Ubicación: CCCT, Chuao, Avenida La Estancia, Torre A, Oficina 308.

    Grupo Julio Crespo: Cuenta con dos empresas en Cuba para hacer trabajos petroleros, de asesoramiento, etc. Ambas empresas negocian petróleo, gasoil y procesan todos los productos de PDVSA. Ubicación: CCCT, Chuao, Avenida La Estancia, Torre A, Oficina 308.


    A continuación, otros detalles respecto de amigos de Walter Del Nogal y a la vez socios en esta verdadera maraña de operaciones ilegales o semi-legales que sirven como pantalla para las actividades “non sanctas” del grupo:

    Wilmer Ruperti: Empresa, Global Shipping (Torre Global, Las Mercedes).
Es socio de La Lagunita Country Club, donde regularmente juega Golf.
Quizás el hombre que más dinero ha hecho bajo el amparo del régimen chavista. Negocios petroleros y de transporte. Responde directamente a Hugo Chávez.
Está asociado con Alí Rodríguez, con el ministro Rafael Ramírez, el contralmirante (R) Carlos Luengo, con Alex Del Nogal y con otros empresarios.
Posee un Jet privado, matrículas americanas, marca Gulfstream IV, el cual está parqueado en la rampa principal del Aeropuerto Caracas.

    Danilo Díaz Granados:  Casado con Fefi Salvatierra, hija de Salvador Salvatierra.
Es quizás el principal financista del régimen. Está estrechamente vinculado a Diosdado Cabello, ex vicepresidente y actual gobernador del estado Miranda, de quien es uno de sus testaferros. Fue socio de Alex Del Nogal en el caso de los
sobres bomba, pero gracias a la intervención de su suegro fue
dejado en libertad. Hoy día continúa muy vinculado a Del Nogal.

    Rafael Sarría: Amigo personal de Chávez y de Diosdado Cabello desde antes de su llegada al poder. Se ha convertido en el testaferro de mayor confianza de los altos personeros del gobierno. Se dedica a actividades “financieras” desde su oficina en El Cubo Negro. Vive en Cumbres de Curumo.  Posee un Jet marca Astra, matrícula americana, el cual está parqueado en el Aeropuerto de Caracas  Tiene una casa en la ciudad de Boca Ratón, Florida.

    Khalil Mayed: Ciudadano de origen árabe, propietario de Atún Eveba (Cumaná).
Está muy vinculado a José Vicente Rangel y a su esposa, así como
a Diosdado Cabello, a Tarek William Saab y a militares de alto
rango. Junto con Saab ha sido uno de los vínculos más importantes de este régimen con células fundamentalistas islámicas, a quienes han ayudado “enfriando” a terroristas en la Isla Margarita. Hace un tiempo le fue revocada su visa americana, dadas sus vinculaciones con los extremistas árabes.

    Carlos Kaufmann:  Uno de los más jóvenes empresarios vinculados al régimen. Se dedica también al área “financiera”, así como a la intermediación y tráfico de influencias. Siempre ha estado ligado al lavado de dinero. Es uno de los titulares de la empresa VENOCO y sus socios son, entre otros, Franklin Durán, Antonio Pardo y Alejandro Pulgar. Vive en Campo Alegre.  Posee un helicóptero marca Eurocopter,  basado en el aeropuerto La Carlota. La matrícula de dicha aeronave comienza con las siglas CK. Así mismo posee varios aviones basados en el aeropuerto de Caracas.

    Maurice Beracha: Banquero responsable de la mayoría de las operaciones de
emisión de Bonos de la deuda pública en el exterior. Es socio de Tobías Nóbrega, de Nelson Merentes y de otros altos funcionarios del área de finanzas del gobierno.  Se le relaciona, entre otros, a Eligio Cedeño.

    Vive en El Alto Hatillo, Calle Oriente. Está casado con Yael Marciano, hija de un conocido vendedor de armas de origen hebreo. Posee un helicóptero marca Hughes 500, el cual está basado en el Helipuerto Ávila. También posee una lujosa casa en la Población de La Sabana, en el Litoral central, a donde llega regularmente con su helicóptero.

    Eligio Cedeño: Simplemente “El Banquero” del régimen. Es el único banquero al que el gobierno de Chávez le tiene verdadera confianza. Es socio de Diosdado Cabello y de su hermano. También está muy vinculado a Maurice Beracha.

    Arístides Massa: Dueño del Banco del Caroní, es uno de los banqueros consentidos del gobierno.

    Víctor Gill: Propietario de Interbank, hoy en día es dueño de Total Bank.
Ciudadano de origen uruguayo que ha amasado una incalculable fortuna a la sombra del actual régimen, de quien es uno de sus banqueros directos.
Vive en el Country Club, posee un yate de más de 100 pies de eslora cuyo nombre es “Orinoquia”, el cual está regularmente anclado en Los Roques.
Existen muchas evidencias de que, junto a Víctor Vargas, propietario del BOD, fueron las personas que poniéndose de acuerdo con el propio Chávez, decidieron inculpar a Nelson Mezerhane en el caso Anderson. Es hermano y ex socio de Carlos Gill, socio propietario, junto con Oswaldo Cisneros, de Corimón, una empresa de pinturas.

    Víctor Vargas: Otro de los banqueros que gozan de la protección del gobierno, gracias al cual ha hecho fabulosos negocios con los depósitos oficiales.
Es propietario del Banco Occidental de Descuento (BOD), institución financiera que según los entendidos padece de serios y crónicos problemas financieros, que solo han podido ser paleados gracias a los inmensos depósitos del Estado que posee.
Vive en el Country Club. Posee un jet modelo Gulfstream IV, el cual está parqueado en el Aeropuerto Caracas. Posee también un helicóptero modelo Augusta Power 109, parqueado en el helipuerto Ávila. Tiene una inmensa finca en la Zona de Tucacas, antiguamente denominada Mostrenco. Tiene 2 hijas, una casada con el hijo de Franco D’Agostino, y otra casada con el hijo de la nieta de Francisco Franco, Luis Alfonso de Borbón. Ha estado investigado en repetidas ocasiones por la DEA, por presunto lavado de dinero.

   Leopoldo Castillo ((homónimo de un periodista): Propietario de Seguros Banvalor y de Banvalor Banco. Es socio de Aristóbulo Istúriz, gracias a quien maneja todos los seguros del Ministerio de Educación, cuyas primas anuales ascienden a más de 150.000 millones de bolívares. Tiene entre sus socios a sus hermanos y a Manuel Ángel Gómez, quien a su vez es socio de Diosdado Cabello.

    Manuel Angel Gómez: Propietario de Pactum, sociedad de corretaje de seguros. Es el corredor de seguros del gobierno. Vive en el Country Club, quinta “El Parnaso”.
Es socio de Diosdado Cabello y de su hermano. También es socio de Carlos Kauffman y de Antonio Pardo. Se moviliza en un automóvil marca Ford, modelo Gran Marquis, del año 2005, color plateado, el cual conduce su chofer-guardaespaldas.

    Eudo Mario Carullo: Este joven “empresario” es hijo de un director de PDVSA, y es quien el pasado año sufrió un aparatoso accidente en la ciudad de Miami, donde murió su acompañante. Esa noche Carullo piloteaba un Lamborghini valorado en más de 250.000 dólares. Vive en la Lagunita, posee varios vehículos, entre ellos Hummer, Mercedes, BMW, etc. Siempre anda con guardaespaldas y se le puede ver con frecuencia, en el 5º piso del Tolón, en la discoteca Sawu y en el restaurante La Montanara. Está muy relacionado con Alex Del Nogal, Wilmer Ruperti y César Guillén, entre otros.

    Camilo Lamaletto: Dueño de Cerámicas Balgres. Es otro empresario envuelto en turbios negocios con el gobierno chavista. Posee dos helicópteros, un Bell 206 y un Bell 222. Vive en la,calle Suapure, en Colinas de Bello Monte, y tiene su oficina en la Torre Lamaletto, avenida Venezuela, en El Rosal.

    Orlando Castro: Conocido ex banquero cubano-venezolano, antiguo dueño del Banco Progreso. Gracias al gobierno logró reabrir sus negocios de seguros y se ha convertido en un cercano asesor del propio Hugo Chávez.

    Ricardo González: Socio minoritario de Domingo Goncalvez en una cadena de Bingos en todo el país. Es testaferro de Juan Barreto y de José Vicente Rangel Avalos. Vive en Lomas de Chuao.

    Juan Otaola: Llamado “Juancho” por sus socios y amigos. Empresario constructor y uno de los contratistas mimados por el régimen. A cargo del ferrocarril de los Valles de Tuy, entre otras grandes obras de infraestructura. Se reúne frecuentemente con Chávez, y junto a otros empresarios como Lorenzo Mendoza, Oswaldo Cisneros, Gustavo Cisneros, Alberto Vollmer y la familia Zubillaga se han dedicado a propagandizar a favor del gobierno en los más altos círculos sociales venezolanos, en una operación destinada a “abrirle puertas”.

    Louis Van Dam: Muy conocido en el país desde hace varias décadas, su nombre siempre estuvo asociado a grandes escándalos de corrupción, como el de la repotenciación de los tanques AMX-30, operación en la que hubo un gigantesco sobreprecio y el sistema de tanques quedó seriamente averiado y con una mínima capacidad de operatividad, debido al trabajo de Industrias Van Dam. Actualmente capitanea la empresa Vhicoa, basada en Puerto Ordaz. Tiene entre otros el contrato para la plataforma Deltaza, la estructura del nuevo Puente del Río Orinoco, y las estructuras metálicas a ser utilizadas en el nuevo viaducto de La Guaira, contrato éste que ganó conjuntamente con “Juancho” Otaola. Tiene su oficina en la Torre Credival, piso 2º, de Campo Alegre, Caracas. Conduce un Toyota Camry.

    Luis Benshimol: Operador cambiario que mueve diariamente más del 50% del mercado negro de divisas del país. Encargado de hacer todas las operaciones de compra y venta de dólares de la mayoría de los grandes amigos del gobieno. Es socio de Carlos Kaufmann y Franklin Durán.

    Héctor Tobía: Corredor de seguros internacionales, socio de José Vicente Rangel y de su hijo José Vicente Rangel Avalos, de quien también es testaferro. Tiene su oficina en el Multicentro Empresarial Las Mercedes, y vive en Prados del Este.

    Esther Biggott de Loayza: Conocida como “la abogada del régimen”. Ha sido abogada de Chávez, de William Lara y de otros altos jerarcas. Se la considera “el poder detrás del trono” en el sistema judicial venezolano, desde la Fiscalía y los Tribunales hasta el mismo Tribunal Superior de Justicia. Asesora principal en los casos más sonados de la Fiscalía. Muchas veces es ella la que decide quién debe ir preso y quién no. Ha amasado una gran fortuna “resolviendo” infinidad de casos en distintas jurisdicciones. Está casada con el general (R) César Loayza, y se la relaciona sentimentalmente con el juez Jesús Eduardo Cabrera. Tiene su oficina en El Recreo.

    Ronald Moret: Vinculado al narcotráfico, estuvo preso en Canadá por haber enviado grandes cantidades de cocaína oculta en motores de lanchas y jet-ski. Cumplió parcialmente su pena hasta que escapó a Venezuela. Es socio de Alex Del Nogal y junto a él ejercía un gran poder en la DISIP.

    César Guillén: Sobrino y testaferro del ministro del Interior, Pedro Carreño, y sus hermanos, a quienes sirve de pantalla para todos sus negocios. Es ahijado de Esther Bigott de Loayza. Relacionado también con Eudo Carullo y Camilo Lamaletto, entre otros. Posee una camioneta Toyota Four Runner color arena. Frecuenta la disco Sawu.

    Ricardo Fernández Barrueco: el hombre que pasó en poco tiempo de vivir en un silo a ser el multimillonario propietario de la empresa alimenticia Proarepa, gracias a Hugo Chávez, con quien tiene acceso directo. Sospechado e investigado

 

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