Mar del Plata es una de las ciudades
balnearias más bellas de la Argentina, pero también es uno de los principales
puertos de ingreso y egreso de drogas, con la complicada de la policía y la
Justicia. Tribuna de periodistas lo ha denunciado incontable cantidad de
veces sin que nada cambiara o sucediera al respecto.
En las últimas horas, un hombre que trabajaba en la industria
pesquera fue asesinado de ocho balazos frente a su casa de la ciudad bonaerense
de Mar del Plata.
El hecho ocurrió en el barrio Dorrego, donde la víctima
—identificada como Julio Barrionuevo, de 51 años— fue baleada a quemarropa
ocho veces por un hombre que había llamado a la puerta de calle de su casa.
Familiares de la víctima informaron a la policía que el
atacante, tras balear al pescador, se dio a la fuga en una camioneta utilitaria
sin robar ninguna de sus pertenencias.
Barrionuevo fue trasladado al Hospital Interzonal de Agudos,
donde murió cuando era intervenido quirúrgicamente.
Las pericias determinaron que la víctima presentaba ocho
impactos de bala, diseminados entre el cuello y el abdomen, efectuados con un
pistola —calibre 22— desde muy corta distancia.
Sabido es que ese tipo de calibre —uno de los que provoca una
muerte más dolorosa— es utilizado generalmente por sicarios profesionales.
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Ana Grillo
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