En el día de ayer, este periódico publicó un artículo de investigación firmado por el director ejecutivo de Tribuna de periodistas, Christian Sanz, relacionado con una defraudación al fisco por parte de la Aduana Nacional (1). Esto provocó dos reacciones: por un lado, uno de los funcionarios señalados, perteneciente a la planta de abogados de la Aduana, envió a este periódico un descargo al respecto, el cual se reproduce a continuación, sin modificación ni agregado alguno, en cumplimiento a lo normado por el Manual de ética y estilo del medio.

Por otro lado, hace unas horas, el departamento de Auditoría Interna de la AFIP hizo un allanamiento a la División Juridico-Contenciosas del Departamento Judicial.

Asimismo, intervino la Oficina Anticorrupción y la Auditoría General de la Nación (AGN) para indagar en el tema, el cual ha provocado un perjuicio fiscal superior a los 120 millones de dólares.

Carlos Forte
Editor Tribuna de periodistas

Estimado Sr. Sanz:

Mi nombre es Gonzalo Arrua, y soy un simple abogado y aduanero integrante de la división causas contenciosas a la que Ud. alude en su artículo periodístico.

Deseo manifestarle que con su nota ha creado gran malestar entre la autoridades correspondientes, incluso calculo a la dra. Tirabassi, lo que humildemente supongo era parte del objetivo.

No obstante lo expuesto, no es menos cierto el gran sufrimiento, incertidumbre y "miedo" que se encuentran padeciendo actualmente mis compañeros de oficina y yo, los que nos hemos vistos involucrados injustamente en el hecho por Ud. denunciado.

Permítame manifestarle con toda humildad, que la nota publicada carece de asidero jurídico y de fundamentos desde el punto de vista fáctico.

Esto es así, por cuanto las causas a las que se hacen referencia, fueron y están bien llevadas jurídicamente hablando. Ud. expresa que las medidas cautelares no fueron contestadas, lo que no es cierto, ya que:

1) Las medidas cautelares se resuelven inaudita parte, es decir sin correr traslado de la misma, en este caso al estado.

2) La sentencia que resuelve sobre la concesión de la medida cautelar, fue debidamente apelada, en tiempo y forma, e incluso se presentaron recursos extraordinarios, en los casos que la apelación fue denegada, los que en la actualidad, se encuentran en trámite judicial, próximos a resolver.

Lo expuesto, me lleva a concluir que la información por Ud. vertida en su medio es incorrecta y no fue debidamente corroborada.

Esta de más decir que todo lo que vengo sosteniendo, probablemente revista escaso interés para su persona, pero al menos ya que su dirección de correo se encuentra a disposición del lector, quería efectuar mi descargo, o sencillamente desahogarme un poco.

Yo formo parte de esa división desde hace cuatro años, lo cual quizas no sea mucho, pero es gente con la que comparto todos los días de mi vida y es un lugar en el que yo he realizado muchos sacrificios, todo lo cual, me ha llevado a conocer personalmente a cada uno de los integrantes de esa oficina, incluido al jefe de la misma, el que antes de ostentar su cargo era un compañero mas que compartía asiduamente los almuerzos y nuestras desventuras.

A los Dres. Bustos Cara y González, no los conozco ni me interesa conocerlos, pero si respondo por mis compañeros y por mi actual jefe de división, los que poseen una honestidad irrefutable y jamás se involucrarían en un hecho como el denunciado. Es mas, no es mi caso, pero varios de mis compañeros, han pasado noches sin dormir e incluso se han llevado trabajo a sus hogares para defender de la mejor manera posible los intereses del estado, en causas de las cuales Ud. ni nadie se va a enterar.

Si bien su trabajo consiste en informar las noticias o situaciones que llegan a su conocimiento, y aún desconociendo el objetivo o los intereses que se encuentran vinculados a su artículo periodístico, sinceramente me parece que no es correcto ensuciar injusta y equivocadamente a la gente que día tras día desarrolla de la mejor manera posible su trabajo, con humildad, esfuerzo y serio compromiso, aunque parezca estúpido, hacia la institución.

Sin más, y agradeciéndole la posibilidad de efectuar mi descargo, saludo a Ud., muy atte.

Gonzalo Arrúa
arrgonzalo@afip.gov.ar

(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5056