El pasado 20 de marzo, este periódico publicó que el kirchnerismo se aprestaba a tramar una serie de medidas para enfrentar el paro que el campo comenzó hace unos días. Así lo comentamos: "Habrá reunión en la Quinta de Olivos este fin de semana, así lo ha hecho saber Néstor (Kirchner) a sus ministros y operadores más cercanos. Por las dudas, pidió reserva absoluta, para no 'avivar giles'." (1)

Conociendo la idiosincracia del ex presidente, sabíamos que no vendrían días de diálogo, sino más bien de aprietes. Más allá de nuestra propia lógica deductiva, así nos lo había comentado en estricto off the récord una importante fuente de Casa de Gobierno el pasado viernes 20 de marzo. El funcionario admitió que Néstor estaba enojado y que redoblaría su apuesta contra los ruralistas, ya sin miramientos entres los grandes, medianos y pequeños productores.

No hubo que esperar demasiado para ver el resultado de los dichos del informante, ya que esta misma mañana —48 hs después del anticipo— hubo una suerte de apriete contra representantes del campo por parte del gremio camionero que responde al kirchnerista Hugo Moyano. Por caso, el director de la Sociedad Rural Argentina por Entre Ríos, Luis Miguel Etchevehere, afirmó hace pocas horas que la presencia de representantes del gremio camionero creó un clima de tensión en el acceso al Túnel Subfluvial, que une las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, y aseguró que allí "no hay ni un inspector de tránsito".

El dirigente ruralista aseguró que los camioneros "vinieron a increpar a los productores que aquí estaban concentrados" y pese a la tensión, la dirigencia logró "calmar los ánimos y convencer a Antonio Alisegui", actual secretario General del Sindicato de Choferes de Camiones de Entre Ríos, que cese la medida.

"Le dijimos que no vamos a contestar actos violentos", manifestó el directivo de la Sociedad Rural. Según Etchevehere, los productores que se manifiestan en el área del túnel "estamos muy preocupados, ya que desde el sábado por la noche se marchó la Gendarmería de los accesos al túnel, y actualmente no hay un alma, ni un inspector de tránsito" en los casi cuatro kilómetros que alcanza el complejo.

Como si esto no fuera suficientemente preocupante, casi al mismo tiempo que ocurrían estos hechos en Entre Ríos, un estrecho colaborador del titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, denunció ante la policía que recibió una llamada en la que una voz anónima exigía al dirigente de la Mesa de Enlace que deje de hacer declaraciones sobre el conflicto del campo, bajo la amenaza de matar a su hijo.

La llamada fue recibida por Marcelo Bezani, colaborador de Buzzi, esta mañana en su teléfono celular, cuando se encontraba junto al titular de la FAA en la ciudad santafesina de Armstrong.

"Avisale a Buzzi que no siga hablando porque le vamos a limpiar al hijo", dijo la voz anónima, según la denuncia que Bezani formuló ante la policía y los medios.

Minutos después del hecho, Buzzi se comunicó con el secretario de Seguridad de Santa Fe, Carlos Iparraguirre, para pedirle custodia policial para él y su familia. Es dable recordar que Buzzi ya había sido presionado por otra amenaza cuando el año pasado recibió un mensaje similar su madre, quien vive en la localidad de J.B. Molina, en el sur santafesino.

Ante este panorama, caben algunas preguntas:

-¿Es esta la manera que ha encontrado el kirchnerismo para solucionar el conflicto con el campo?

-¿Hasta dónde llegará esta vez la escalada?

-¿Por qué las fuerzas de seguridad se prestan a este tipo de juego?

-¿Por qué los servicios de Inteligencia se prestan a estas operaciones?

-¿Por qué ministros, secretarios y funcionarios de segundas y terceras líneas permiten que esto suceda?

-¿Está en sus cabales Néstor Kirchner?

Carlos Forte

(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5091