No cabe ninguna duda de que Evita fue, es,
y seguirá siendo el icono de la mujer política en la Argentina.
No por casualidad el Frente para La Victoria reclutó,
para las próximas elecciones, a la actriz Nacha Guevara, tratando de recolectar
los votos de, por lo menos, aquellos y aquellas que guardan en su memoria los
logros de la mujer más sobresaliente de la historia argentina, aprovechando que
la actriz, evidentemente, en algún rincón de su intimidad, se debe creer que
tiene algo en común con Evita.
No en vano, tampoco, Cristina Fernández, trata de emular
en sus discursos los mismos tonos, cadencias y gestos que Eva, imitaciones que,
dicho sea de paso, llegan hasta el hartazgo.
Esto no hace más que demostrar que, luego de haber
ignorado categóricamente, en los primeros años de gestión kirchnerista todo
aquello que tenga que ver con el peronismo tradicional, hoy, no tengan más
remedio que volver a las fuentes.
No tenemos más que recordar la total ausencia de los símbolos
justicialistas en los actos del Frente para la Victoria, y ni hablar de
algo realmente insólito, no entonar la marcha peronista, a tal punto que el
mismo Aníbal Fernández les dijo a quienes le hacían notar semejante sacrilegio,
sin ruborizase: “Que se metan la marchita en el c...”.
Sin embargo, la supuesta abogada, Cristina Fernández de
Kirchner, logró lo único que no pudo lograr Evita, llegar a la presidencia, e
incluso, superó a la única mujer que había sido Presidente de los argentinos,
Isabelita, quien, como sabemos, ocupó la Primera Magistratura tras el
fallecimiento de Juan D. Perón.
Es obvio que cualquier mujer que se dedique a la política
quisiera llegar atener la popularidad que tuvo Evita, ¿será por eso que Cristina
se esmera tanto en imitarla? Seguramente sí.
Pero lo triste de todo esto, es que lo único que está
logrando Cristina, que es Kirchner, es parecerse cada vez más a Isabel que a
Evita. Cristina, tiene varios puntos en común con Isabel, a saber:
Cristina, al igual que Isabel, es presidenta por obra y
gracia de su marido.
Cristina, al igual que Isabel, sola no hubiera llegado a
nada.
Cristina, al igual que Isabel, no sabe qué hacer con el
gobierno.
Cristina, al igual que Isabel, nos miente y nos quiere hacer
ver que vivimos en el país de las maravillas.
Cristina, al igual que Isabel, está rodeada por aduladores y
serviles que les deforman la realidad., el famoso “entorno”.
Cristina, al igual que Isabel, vive en una burbuja y no en el
país real.
Isabel tenía a López Rega, y Cristina a Néstor, Guillermo
Moreno y anida más.
El descontrol y la desorientación del gobierno de Cristina
es la misma que la del gobierno de Isabel.
La diferencia es que, como salta a la vista,
intelectualmente Cristina está mucho más preparada que Isabel, se nota que leyó
algunos libros más que Isabelita, esto dicho con el mayor de los respetos, pero
es evidente, que por más que Cristina se esmere en imitar a Evita, sus
similitudes cada vez son más notorias con Isabel.
Pablo Dócimo