Hablamos mucho de la Gobernabilidad y, como me llamó la atención, busqué su significado en distintos diccionarios y enciclopedias; para mi sorpresa la misma no figura, al parecer no existe, pero no, en el diccionario de la Real Academia Española aparece lo siguiente:
Gobernabilidad 1.- Cualidad de gobernable ( adj. Que puede ser gobernado.)
2.- Gobernanza (1.- Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía. 2.- Acción y efecto de gobernar o gobernarse. ).
En consecuencia el significado sería: “Acción y efecto de gobernar”, en otras palabras serían las medidas y acciones de gobierno que producen algún efecto, no ambiguo, sino sobre el desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
Como expresión de deseo o desarrollo teórico en una cátedra específica de derecho es espectacular, pero si la queremos comparar con lo que hicieron y hacen los Kirchner, ya no es tan vistosa ni magnífica la gobernabilidad.
No hay desarrollo económico, al contrario, tenemos un fenomenal quebranto financiero que es propio y no importado en su totalidad como quieren hacernos creer.
No hay desarrollo social, los pobres y los indigente son el doble o triple que en el 2003.
Tampoco se salvan las instituciones, las que no fueron suprimidas en su accionar fueron amordazadas o doblegadas.
No existe equilibrio entre el Estado y la sociedad civil representada por las asociaciones que las agrupan, excepto las fuerzas de choque piqueteras que están sostenidas y alimentadas por el gobierno. El problema con el campo es el mejor ejemplo del inexistente equilibrio.
Hablar de equilibrio con el mercado interno y la economía es utópico, por más que el INDEC se esfuerce en dar cifras dibujadas para estafar a la gente.
Si nada de lo que expresa el significado de gobernabilidad es real e imposible de ser reflejado desde el gobierno ¿de qué gobernabilidad estamos hablando?
“Ayudemos a la señora a gobernar y que llegue al 2011” han dicho muchos en los últimos días, haciendo hincapié en la gobernabilidad y hasta parecen sinceros, pero sabiendo exactamente lo que significa la palabreja, es que uno empieza a dudar sobre tan honestas intenciones.
Hay formas y formas de ayudar a que la señora gobierne, pero parece que hay otras ideas al respecto y debo indicar que “ayudar a gobernar” no es lo mismo que “cogobernar”, esto último se parece bastante a lo que hacía José Lopez Rega con la Presidente de aquellos tiempos..
Que el matrimonio es autista, ya todos lo sabemos, y que la señora es inhábil para la función que debe desempeñar, también lo sabemos, pero eso de que sólo se miran a un espejo tiene una significación más que interesante.
Si estoy parado frente a un espejo y como buen izquierdista muevo mi brazo izquierdo, resulta que el espejo me devuelve otra imagen, en ella se mueve el brazo derecho. Exactamente lo que hace el matrimonio, aparentan movimientos de izquierda —DDHH y discursos vacíos, fortuna cuantiosa e inexplicable— como capitalistas de derecha.
Regresando a los oportunistas que quieren situarse al lado de la señora a gobernar o por lo menos a dirigir la distribución de fondos, tienen más de “28.000 millones de razones” para olvidarse de la Constitución, de las promesas y hasta de quienes pusieron toda su confianza en ellos como última alternativa republicana.
Si revisamos las leyes de minería y controlamos la exportación o saqueo de minerales estratégicos, si controlamos las actividades pesqueras del sur, si dejamos de hacer tonterías en la aduana y en la secretaría de comercio, si utilizamos nuestra agua pesada y nuestras purificadoras de uranio, si nos ponemos a trabajar en serio para la república y no sólo para el matrimonio, si resolvemos el problema de la prospección petrolífera, si evitamos el despilfarro del erario público con los amigos, si se terminan las obras públicas con escandalosos sobreprecios, si se termina la sangría de aerolíneas argentinas, si finalizan los subsidios fantasmas, si combatimos con seriedad el tráfico de drogas etc., . . . entonces vamos a salir adelante.
Pero si seguimos con la cantinela mezquina de la especulación para el 2011, entonces estamos fritos y los 28.000 millones que piensan disponer para el año entrante no les servirá de nada, si es que logran apropiarse de ellos.
No hay que ser un especialista en economía para darse cuenta que la cuantiosa fuga de capitales tiene una sola explicación: total desconfianza y ninguna seguridad con las cambiantes reglas de juego que hace el gobierno. Nadie va a invertir en la argentina con esta gente en el gobierno, nadie arriesga cuando pueden confiscarle todo, ningún inversor reside en bobolandia. No podemos hacer un simple maquillaje, nadie nos cree. Si esta gente sigue no hay arreglo de nada y vamos a terminar muy mal, sin inversiones no podemos reactivarnos y esperar al 2011 es mucho tiempo, tiempo que no nos sobra con el Apocalipsis social en puerta.
El gran proyecto del ejecutivo para evitar la anulación de los “Superpoderes” donde se habla sólo de recortes y quedar con un 5% de disponibilidades, es una trampa. Los que conocen los números que se juegan y entrarían en ese “exiguo porcentaje”, saben que son miles de millones. No es un vuelto insignificante, es mucho más que eso.
Todo argumento que se esgrima para justificar el uso discrecional de tamaña friolera de millones, es ridículo. ¿Con qué objeto necesitan esos miles de millones?, si es para hacer obras en bien para la comunidad, ampliando hospitales, programas sanitarios serios, incentivar la formación de empresas mixtas para dar trabajo, llevar agua potable a las zonas necesitadas, ayuda a los sectores marginales con trabajos transitorios y estables, educar para combatir la inseguridad, dotar al poder judicial de medios suficientes, combatir el hambre y la desnutrición no es un chiste y en el Chaco es urgente, entre otras miles de cosas posibles, el congreso las aprobaría sin problema alguno, pero si son para beneficio personal nunca lograrían la aprobación, en consecuencia, ¿vemos ahora por qué quieren manejar los superpoderes?
José Alberto Gil