Desde hace mucho tiempo, podríamos decir
desde los comienzos de su gobierno, Néstor Kirchner adoptó como “modelo”, el
enfrentamiento. Por tal motivo, siempre, absolutamente siempre, tuvo un enemigo
a quien enfrentar, y cuando no lo tuvo, lo inventó. El más claro ejemplo es el
enfrentamiento con el periodismo, pelea a la que no dudó en nombrar como la
“madre de todas las batallas”, como lo hiciera con la pelea con el sector
agropecuario primero, y con las últimas elecciones después, pronosticando que,
si no vencían, se venía poco mas que el fin del mundo.
Hoy, esa “madre de todas las batallas” la encarna con el
Grupo Clarín, y como de costumbre, con su estilo agresivo y autoritario,
en un acto 100% patoteril y mafioso ordenó, al mejor estilo de la época del
proceso, allanar por intermedio de la AFIP no sólo las instalaciones del diario
Clarín, sino también los domicilios de sus principales directivos (lo
cual fue anticipado en exclusiva por Tribuna de periodistas). (1)
Pero una vez más, parece ser que el resultado será el mismo.
Las batallas de Néstor comienzan siempre de la misma manera, da la sensación
de que va ganando, y también siempre terminan de la misma manera, perdiendo.
Hoy, el multifacético Aníbal Fernández, cuya misión es tratar
de defender lo indefendible, diciendo sistemáticamente, cuando algún periodista
le pregunta algo, su frase preferida: “eso es una apreciación de valor, no es
una pregunta”, como si tener apreciación de valor fuese un delito, tuvo que
salir explicar el vergonzoso acto patoteril, y no tuvo mejor idea que volver a
hacer lo que es normal en el kirchnerismo, invertir la carga de la prueba,
acusando a Clarín de haber inventado el operativo para victimizarse.
Sin embargo, según pudimos saber, ayer 10 de septiembre a las
11.00 de la mañana, luego de que el diario Clarín publicara
irregularidades cometidas por el titular de la administración federal de
ingresos públicos (AFIP) Ricardo Echegaray en la ONCCA, en una reunión realizada
en su despacho —en el primer piso del edificio de la AFIP, sito en la calle
Hipólito Yrigoyen 370 de esta Capital—, le ordenó a los funcionarios Dr.
Héctor Fernando Caamaño, Subdirector General de la Subdirección General Técnico
Legal Impositiva, Dr. Sergio Ariel Mancini, Subdirector General de la
Subdirección General de Operaciones Impositivas Metropolitanas, al Contador
Carlos Alberto Martínez, Subdirector General de la Subdirección General de
operaciones impositivas de grandes contribuyentes nacionales, y al Dr. Pedro
Aguilera (ex-oncca), Sub Director General de Asuntos Jurídicos de la AFIP, la
realización de un operativo "fiscalizador" a las 15.00 hs. sobre oficinas del
diario Clarín y viviendas privadas de los directivos de dicho diario.
Luego de que más 200 inspectores de la AFIP entraran al
edificio del diario Clarín en la calle Tacuarí, al mejor estilo de las
patotas militares de los años de plomo —parece que Echegaray recordó sus viejos
tiempos de su paso por la ESMA como joven oficial de la armada (2)—, a las 16.30
hs. la presidenta Cristina Kirchner lo llamó para recriminarle duramente su
actuar demencial contra Clarín, y le reprochó que por culpa de su
impericia se ponía en peligro la votación de la ley kirchnerista de medios
audiovisuales, ya que los medios del mundo ya hablaban del ataque kirchnerista a
un diario argentino.
Luego, Echegaray trató de desligar su responsabilidad,
para lo cual echó a dos funcionarios que sólo cumplían órdenes directas de él,
los señores Andrés Vázquez, director metropolitano, y Sergio Mancini, director
regional de la zona sur de Capital Federal.
Por la noche, a las 20.00 hs. Echegaray fue citado a
Olivos a una reunión con Néstor y Cristina Kirchner, y en horas de la madrugada,
el impulsivo Echegaray, ya evaluaba presentar su renuncia.
En estos momentos, Echegaray mantiene desesperadas
reuniones con la cúpula de la AFIP, para evitar su casi inminente renuncia. A
esos efectos, citó a las 08.00 hs de la mañana a la cúpula de la AFIP para
evaluar los pasos a seguir.
Asimismo, ordenó el "autoacuertelamiento" de los jefes de la
AFIP, ADUANA Y DGI, y les ordenó que no salieran de sus respectivos edificios de
la calle Hipólito Yrigoyen 370 —sede central de AFIP—, Hipólito Yrigoyen 440
—sede del Dpto. Procedimientos Legales Aduaneros—, Bernardo de Irigoyen al 400
—sede de la Subdirección General de Asuntos Jurídicos de la AFIP— y Azopardo 350
—sede del edificio histórico de la Aduana—, hasta tanto el disponga lo
contrario.
También se supo que los funcionarios desplazados por
Echegaray, los señores Andrés Vázquez, Director Metropolitano, y Sergio Mancini,
Subdirector General de Operaciones Impositivas Metropolitanas, amenazaron con
denunciar penalmente a Echegaray y presentar recursos de amparo por ante la
Justicia en caso de no ser reincorporados inmediatamente en sus puestos,
dado que los mismos alegan que solo cumplían ordenes directas de Echegaray en el
bochornoso operativo contra el diario Clarín.
Como si esto fuera poco, a las 09.00 Hs, llegó a la División
Oficios, sita en el 3er piso, Of. 3022 del Edificio Central de AFIP, un oficio
firmado por la diputada Patricia Bullrich y otros diputados, solicitando la
interpelación de Ricardo Echegaray en la cámara de diputados, para que explique
las razones por las cuales utilizó a un órgano oficial del Estado, para
"apretar" y "amedrentar" a un medio periodístico.
En estos momentos, se vive un estado de "deliberación" y de
profundo malestar de varios de los jefes y empleados de la AFIP, por lo que
consideran una supina torpeza el "Operativo apriete" perpetrado ayer por
Echegaray, que ya trascendió a los principales medios periodísticos del mundo,
que comparan la persecución de los Kirchner a los medios de comunicación con la
situación que se vive en la Venezuela chavista.
Pablo Dócimo
(1) Ver www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5587
(2) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5512