Finalmente y, como era previsible, luego
de tantísimas irregularidades, se sancionó la nueva Ley de Medios K.
Ya, a esta altura de las circunstancias, sería prácticamente
imposible agregar algo sobre el tema que aún no se haya dicho, pero de todas
maneras, hasta que el tiempo no demuestre lo contrario y le dé la razón a unos u
otros, las dudas de lo que generará esta nueva ley seguirán existiendo.
Por ejemplo: ¿realmente el kirchnerismo quería modificar la
ley porque estaban convencidos de que la llamada “ley de la Dictadura”
perjudicaba a unos y favorecía a otros?
De ser así, no se entiende muy bien por qué el mismo
Néstor Kirchner renovó todas las licencias allá por el año 2005, o por qué,
cuando todavía Clarín no era su enemigo, autorizó la fusión de
Cablevisión y Multicanal. O lo más grave: si realmente creen que esta ley es
tan importante, ¿por qué tanto apuro para sacarla de cualquier manera, antes de
que se renueven los integrantes del Congreso Nacional, el 10 de diciembre
próximo?
No es muy difícil entonces entender cuál era la verdadera
intención de Kirchner: perjudicar al Grupo Clarín como lo hizo obligando
a Julio Grondona a rescindir el contrato con TyC Sports.
Pero supongamos que las intenciones de NK fuesen las mejores.
También encontramos algunos puntos difíciles de entender, a saber:
Dicen que con la nueva ley va a haber más pluralismo. ¿Más
pluralismo? Nuestro país cuenta con cinco canales de noticias.
En nuestro país se le otorgaron radios a entidades como
Madres de Plaza de Mayo, emisora donde, entre otras cosas, lo único que se
escucha es un mensaje marxista y cosas tan aberrantes como defender a las FARC.
En nuestro país existe un periódico como Página/12,
donde nunca se encontrará una crítica al gobierno.
En nuestro país existe un Grupo como el de Sergio
Spolsky, propietario del diario de distribución gratuita como “El Argentino” y
las revistas “Veintitrés” y “7 Días”, entre otros medios gráficos, también
afines al gobierno.
En nuestro país, una empresa como Electroingeniería,
que hace negocios con el Gobierno, compró una emisora de primera línea, como
Radio Del Plata, donde se le rescindió el contrato al periodista Nelson
Castro por ser crítico al gobierno.
En nuestro país existe Canal 7 que, lejos de ser un
canal público, es el canal de los Kirchner, donde no se admiten críticas al
gobierno y se ponen al aire programas tan lamentables como “Seis en el siete a
las ocho” o el informativo “Visión siete internacional”, que sólo cuentan lo que
el kirchnerismo quiere que se cuente.
En nuestro país existe Radio Nacional, que al igual que
Canal 7, tampoco es una radio estatal, sino del gobierno, donde se
censuró al periodista Pepe Eliaschev y se le dio trabajo al Diputado Nacional
kirchnerista Claudio Morgado.
En nuestro país se pueden ver señales internacionales de
países como Francia, Italia, Alemania, Bolivia, Brasil, Japón, España, Portugal,
Chile la BBC de Londres, CNN de EE UU, entre otras, e incluso Telesur de
Venezuela, que difunde pura y exclusivamente propaganda chavista.
En nuestro país, la supuesta abogada que ocupa la presidencia
de la nación, Cristina Fernández, firmó un decreto-ley para que se forme un
multimedio estatal satelital.
En nuestro país el gobierno destina millones de pesos a
los medios a través de la pauta oficial, que es manejada según la afinidad de
esos medios con el gobierno.
En nuestro país existe la agencia estatal de noticias
Télam, que solo difunde lo que el gobierno quiere que se difunda.
Entonces, ¿de qué falta de pluralismo estamos hablando?
Y volviendo al mamarracho de ley sancionada por el Congreso,
sólo con el correr del tiempo veremos cómo se dividirá el espectro y a quiénes
se les otorgarán las nuevas licencias; cómo se financiarán esos nuevos medios y
qué mensajes emitirán; y quiénes y cómo controlarán con la mueva ley a las
nuevas emisoras de radio y propietarios de canales de TV.
Como dijimos al principio, es prácticamente imposible agregar
algún dato nuevo sobre este tema. Ahora, sólo debemos esperar y ver los
resultados de la nueva Ley de medios K.
Pablo Dócimo
La ley es inaplicable. Y si quieren aplicarla, primero que independicen el Afca, y luego que se la apliquen a ellos mismos que monopolizaron la info en una vomitiva red de medios forros. Yo no quiero ser Venezuela. Estoy harto de la mierda kirnerista. Estan derrotados, son minoria, las urnas ya hablaron. Se van. Se acaban. No va mas este modelo pedorro de pais que han impuesto. Chau yegua, comete un puré de rivotril y tomatelás.