La reciente decisión del gobierno de Daniel Scioli de limitar el horario de los locales bailables, a través de la ley 14.050, ha traído una andanada de críticas por parte de diversas asociaciones relacionadas con la actividad gastronómica y hotelera.

 Las intenciones parecen nobles, ya que se intenta reducir la ingesta alcohólica, la violencia y la seguridad nocturna, en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, habrá una serie de imposibilidades a partir de ahora, ya que gracias a la nueva normativa:

 -No se pueden festejar cumpleaños de quince, porque, los menores, en un salón de fiestas, no pueden estar ni con sus padres, aunque no se despache alcohol en la fiesta.

 -No se puede estar en un cumpleaños familiar, ni en una boda, ni festejo.

 -No se pueden hacer fiestas de egresados.

-No sólo no puede permanecerse en una discoteca, sino en ningún salón de fiesta, ni en un club, ni sociedad de fomento, si en el evento hubiese baile.

Semejante situación ocurre sólo en la provincia de Buenos Aires, en ningún otro lugar del mundo.

Eso sí, si no hay baile, allí sí, en cualquier comercio, bar o lo que sea, puede haber menores hasta cualquier hora, siempre que haya algún mayor que diga ser responsable y aunque se despachen en el lugar bebidas alcohólicas sin límite. En el único lugar que aún sin bailar y sin vender alcohol, no puede haber menores de noche, es en una discoteca.

En un bar por ejemplo, puede haber menores de 5 a 17 años, sin ningún familiar ni amigo, con un adulto de 18 años o más que diga que es responsable del menor.

En cualquier bar puede haber en conjunto con los menores, mayores de hasta 99 años, sin parentesco.

Puede el menor permanecer en un bar, durante todo el día y la noche, sin ningún límite de ingreso ni egreso, sólo debería cuidarse el comerciante, para no estar en falta, de que no descubran que el menor ingiere alcohol, un absurdo que, se sabe, es incontrolable.

Las cosas por su nombre

No hay que dejarse engañar: el límite horario es sólo para las discotecas, por lo cual todo lo que Scioli asegura es pura fabulación.

La baja de los sucesos que tanto publicita es porque está haciendo controles que nunca hizo y porque el público de provincia se volcó masivamente a Capital Federal, esto sería comparable con una medida que prohibiese la circulación de autos. Ahí seguro no habría más accidentes.

En realidad esta es una ley que no atenta contra el consumo de alcohol en menores o mayores, ni contra el horario de la nocturnidad, ni contra la inseguridad, ni contra la violencia.

Contra lo único que atenta es el baile como diversión,  la costumbre más ancestral del ser humano, en el marco de todas las culturas y todos los tiempos.

¿Qué lugar más seguro que una discoteca, el lugar de diversión más seguro para menores y mayores, donde están más cuidados y contenidos?

Hay medidas que no tienen explicación, o están relacionadas con la locura o con la ignorancia. Scioli debería responder a qué obedece esta medida. 

Ana Grillo